La vida de Vanessa cambia cuando un viejo amigo de su padre muere. Ese amigo, Elián, siempre estuvo para su pequeña familia, compuesta por ella y su padre.
Antes de morir el hombre le pide a Vanessa viajar en compañía de sus mejores amigos, Isaac y...
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Vanessa estaba frente a su padre y este la miraba con orgullo. Sin esperarlo, ella lo abrazó y se envolvió en aquellos brazos que siempre la habían querido y protegido. Casi nunca somos agradecidos con nuestros padres, y nunca es demasiado tarde para serlo. Ella, en esos momentos estaba siendo agradecida, expresándole todo el amor que sentía a Enrique.
Las felicitaciones de parte de sus amigos no se hicieron esperar, un montón de "¡qué talentosa eres!", "deberías dedicarte al deporte" y "me hiciste saltar de la emoción con ese gol" fueron expresados, sin embargo, la pelinegra no sabía cómo tomarse todos aquellos halagos y buenas esperanzas para ella, así que sólo contestaba con un gracias o un abrazo.
Isaac le sonreía y Albert se veía igual de orgulloso que Enrique, lo que hacía sentir muy bien a la chica, pero ella sentía que algo le faltaba y ese algo era Aleksander. Necesitaba su sonrisa y su mano en la espalda, cosas que le daban un efecto calmante. Quería sus sinceras felicitaciones y hablar con él adecuadamente, la última vez que habían hablado habían sido interrumpidos por sus amigos y desde ahí no se había presentado oportunidad alguna para aclarar sentimientos.
El hermano de Aleksander la apartó un poco y le dijo:
- Una personita muy especial te está esperando en el auditorio del colegio.
Ella frunció el ceño.
- Será mejor que vayas cuanto antes, no querrás hacerlo esperar, ¿verdad?
Aún con el ceño fruncido la pelinegra recorrió las instalaciones del colegio, hasta llegar al auditorio. Estaba oscuro cuando entró y eso la hizo asustarse un poco.
¿Albert no le mentiría o sí?
Al encontrarse en el centro del lugar las luces se encendieron y ella se encontró frente a frente con un Aleksander ataviado con una guitarra eléctrica, tan pronto como Vanessa lo vio, él empezó a tocar y unos segundos después a cantar.
No hables
No, no lo intentes
Ha sido un secreto por mucho tiempo
No corras
No, no te escondas
Has estado huyendo de esto por mucho tiempo
Mientras él cantaba y se movía con la guitarra ella lo veía embelesado, el castaño se expresaba bastante bien con la canción, había muchos sentimientos encontrados.
Tantas mañanas me desperté confundido
En mis sueños te hago todo lo que quiero
Mis emociones están desnudas, me están volviendo loco
Él se acercó un poco.
Y volvió a retroceder.
Los sentimientos que le transmitía la canción eran de dolor, pasión, tristeza y rabia.
