La muerte de Elián no sólo significó el cierre del orfanato Leonardo Almirez, sino la reubicación de todos los huérfanos que vivían en el lugar.
Todos los niños empezaron a vestir de negro y a pensar que su destino estaba perdido.
Vanessa, la niña más cercana a Elián, que ya no era una niña, estuvo entre las personas más afectadas por su muerte.
Ella, tenía dos amigos, Isaac y Aleksander, los que la ayudaron en cierta manera a pasar por las cinco etapas del duelo. Aunque paso a paso, claramente.
La mañana en la que Elián murió él le hizo prometer algo a Vanessa, le pidió que se le acercara y tomo su mano izquierda entre las suyas.
El día era soleado y alegre, aunque para las personas que ocupaban aquella habitación no lo era tanto.
Le dijo:
— Vanessa, querida, necesito que hagas algo por mí cuando tengas tiempo y estés preparada.
La adolescente escuchó con atención cada una de las palabras del hombre. La tez del hombre, antes morena, ahora era de un tono grisáceo y enfermizo. La enfermedad lo estaba consumiendo por dentro, tarde o temprano iba a morir.
— Reparte mis cenizas por todos los continentes, cuando era joven soñaba con viajar por el mundo, pero la vida me cambió y me volví una persona sin corazón y empecé a centrarme en cosas que sólo hacían que los demás sufrieran.
— No creo que pueda, yo no puedo hacer esto sin ti — dijo la chica con voz entrecortada. Había "perdido" a su madre a corta edad y ahora tenía que perder a una de las personas más importantes de su vida. — Tú me ayudaste, ayudaste a mi padre, a pesar de que rompió tu corazón, tú fuiste como un ángel para nosotros cuando estábamos en la oscuridad.
— Eres una de las chicas más fuertes que conozco, sé que podrás vivir sin mí, yo creo en ti, Vanessa.
Al decir estás palabras sus ojos empezaron a nublarse y quedó absolutamente inmóvil.
Nadie supo exactamente cuándo Vanessa empezó a pedir ayuda. Nadie acudió a esa petición, porque todo el mundo sabía que ya era demasiado tarde, la enfermedad de Elián había hecho lo suyo.
Así empezó el duelo de la familia Villanueva.
La palabras, en aquella noche, se volvieron innecesarias para ambos integrantes de la familia, Enrique tenía el corazón roto y Vanessa estaba perdida y a punto de caer en un abismo.
Ellos empezaron la fase de la negación.
Negación: acción de no aceptar la realidad.
Ninguno fue lo suficientemente valiente como para ir al funeral de Elián.
Y de repente pasaron los días, las semanas y los meses.
Las cajas de comida mexicana, las bolsas de basura y botellas de cerveza empezaron a verse en el apartamento donde los Villanueva vivían.
Era un caos.
Vanessa se veía descuidada, llegó un momento en que dejó de ir al colegio, era su último año, pero desde esa pérdida no fue la misma.
Un día, Isaac Laferrerè, un chico de padres inmigrantes llamó a otro, este otro se llamaba Aleksander Kalas. Ambos eran mejores amigos de Vanessa y habían visto como su amiga caía lentamente en una fase de negación absoluta.
Se presentaron en el apartamento, mientras Enrique se desmayaba por tanto alcohol ingerido. Él desde temprana edad tenía ese problema, y lo había resuelto, pero desde lo ocurrido él empezó otra vez a tomar.
Ellos, al oír como un peso muerto caía al suelo, rompieron la puerta.
Encontraron al padre de su amiga desmayado y sin señales de reanimarse. Llamaron a la ambulancia, y ni rastro de la chica de cabello negro.
Issac, el más cercano a ella, subió a la azotea mientras Aleksander quedaba con Enrique.
Allí la encontró, con el cabello al viento y un vestido negro manga larga.
Se puso a su lado, de nada hablaron por unos minutos, hasta que ella dijo:
— Aún no lo puedo creer...
El muchacho la miró y quiso abrazarla, pero se contuvo. Tal vez no era momento adecuado.
— Mi padre me trajo al orfanato hace unos años para que ese hombre me cuidara, él al principio estuvo en shock al ver a mi padre y su corazón estaba duro como una piedra, se notaba por la expresión de amargura en su rostro...
La chica volteó a ver a Isaac, él pudo ver qué ella estaba llorando.
— Puedo decir que algo cambió en él en cuanto volvió a verlo, lo vi con mis propios ojos y con su cambio yo cambié, me transformé en la chica que soy ahora.
— ¿Era tan importante para ti? — preguntó Issac.
A veces los momentos vividos son tan valiosos que al morir se despliegan en una especie de caleidoscopio, eso dicen algunas personas. Que revivimos nuestros recuerdos más preciados y horribles al morir. Eso pasó exactamente cuando los ojos de Elián se nublaron, se cegó de sus más horribles pesadillas y más hermosos sueños y murió satisfecho.
Vanessa, al escuchar la pregunta de su amigo no comprendió por qué le preguntaba eso. ¿No era obvio?
Después de huir de casa de su madre junto con su padre a la edad de 8 años y recorrer el país unos 3 años, el ver que una persona, además de Enrique, se interesaba por ella fue mucho más valioso que el amor de aquella madre que la maltrataba.
Enrique estuvo en una relación tormentosa, de la que hablaremos unos capítulos más tarde. De esa relación nació Vanessa. El maltratado siempre fue Enrique y su hija, hasta que huyeron. Él siempre decía que su esposa había muerto hace ya mucho tiempo.
Elián se volvió importante para la niña. No había que explicar esa conexión con palabras. De hecho, ella nunca la compartiría, esos recuerdos eran suyos y solo suyos.
Sin decir nada, ella miró a los ojos a Issac y él, teniendo esa complicidad que tienen los amigos de muchos años, entendió lo mucho que Elián significaba para ella.
— Es hora de volver.
Ella volvió a su voto de silencio y cuando se encontró con que su padre estaba en camino al hospital se sintió culpable.
Ya era suficiente para ella, no quería perder a alguien más.
No ahora.
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El dolor de amarte | ✔️ EFECTOS DE AMARTE 1#
Novela JuvenilLa vida de Vanessa cambia cuando un viejo amigo de su padre muere. Ese amigo, Elián, siempre estuvo para su pequeña familia, compuesta por ella y su padre. Antes de morir el hombre le pide a Vanessa viajar en compañía de sus mejores amigos, Isaac y...