10 | Pesadilla

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Nota: este capítulo trata temas de violencia en pareja, no es nada muy explicito, pero si recomiendo discreción por si es un tema que te puede generar una mala experiencia

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Nota: este capítulo trata temas de violencia en pareja, no es nada muy explicito, pero si recomiendo discreción por si es un tema que te puede generar una mala experiencia.


Jacobo estaba frente a ella, la música sonaba a todo volumen y le era complicado distinguir qué canción era, sus manos habían encontrado una manera de acercarse más a él, mientras que él sujetaba con fuerza su cintura. Podía notar su mirada clavada en su escote, siempre le había parecido demasiado atractivo y era una lástima que la noche que le prestaba atención ella no solo se hubiese escapado pero que lo hubiese hecho de su novio.

Desechó los pensamientos que la llevaban a Nikolay y se concentró en el hombre que tenía en frente, en moverse a su ritmo y no dejar que se escapara. Las luces se reflejaban en su cuerpo, la forma en que la miraba empezaba a enloquecerla y solo quería no tener ningún tipo de atadura a otro hombre; odiaba sentir la responsabilidad de no ser infiel a un hombre por quien había perdido todo el interés.

Karen le había preguntado por qué no le terminaba si la relación era tan abrumadora como decía, pero la realidad es que estaba aterrada de que podía llegar a hacer si lo echaba.

El agarre en su brazo la sorprendió, el rostro de Jacobo se distorsionó con el ceño fruncido y un grito que no terminó de escuchar, su mano atrapó la suya cuando alguien tiró de ella hacia atrás. Gritó, conocía perfectamente quién la tomaba, esa fuerza era una familiar, se aferró con todas sus fuerzas a Jacobo, con las lágrimas listas en sus ojos para ser derramadas.

―¡Vamonos Alicia! ―gritó Nikolay a su oído, lastimandola.

Dejó ir la mano de Jacobo, le permitió a su novio arrastrarla hacia afuera, a pesar de que le dolía demasiado y podía sentir las palabras listas para salir de él. A nadie pareció importarle, los dejaron salir sin problema, a pesar de que se notaba su nivel de intoxicación y la ira en el rostro de él.

―¡Te dije que no podías salir! ―La llevó al parqueadero, sin importar que tanto intentara luchar―. Y claro, vengo a buscarte y te encuentro de puta con ese tipo.

―No, Niko, por favor ―Alicia sabía qué pasaba después de que la llamaba puta. Siempre pasaba.

Esa vez no le importó estar en público.


Alicia sintió que la sangre se le helaba al pasar al lado de la discoteca de hace poco más de un año, desde ese día no volvía a pisar un sitio así en la badea y en su lugar había pagado de más en zonas un tanto más exclusivas.

―¿Estás bien? ―preguntó Jacobo luego de detenerse en otro parqueadero.

―Sí ―dijo―, solo recordaba cosas.

Jacobo asintió, había cierta seriedad en su rostro que no solía existir. Se quedó mirándolo unos segundos, casi había olvidado que esa noche bailó con él, la verdad era que había olvidado todo lo de esa noche.

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