𝙆𝙞𝙣𝙙𝙡𝙮 𝙍𝙚𝙖𝙘𝙝𝙞𝙣𝙜 𝙔𝙤𝙪 ||| Soojin y Tu

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Soyeon la miró sorprendida. Lo pensó unos minutos y le respondió:

─Claro, no hay problema─le dijo amablemente─Ahora ve a tu habitación que yo termino de guardar esto.

Soojin fue a su habitación como el resto de las chicas sin objeción alguna. No paraba de sonreír de sólo pensar en todas las cosas que podría hacer con el orgullo de justificarlo con ser referente también.

Soyeon entró a su pieza y me hizo una seña para irnos.

Afuera hacia frío y comenzamos a caminar por el lugar.

─Ahora sí─dije tocando mi auricular─Ya puedo hablar.

Soyeon me miró y sonrió, supongo que le gustaba que confiase en ella y me sintiera cómoda. No parecía molestarle.

─Perfecto─me respondió mi jefe─Las cosas están bastante bien por aquí, uno de los muchachos de Jun tuvo un accidente lamentablemente, pero por suerte pasó desapercibido. ¿Como esta todo por allí?

─Aquí está todo bien─le comencé a explicar─Me encontré con tu socio fácilmente y el lugar es muy impecable. Son todos muy amables y organizados, me gustó su ámbito de trabajo y estilo de vida.

Soyeon me miraba encantada.

─Conocí a las chicas y son todas muy únicas, cada una distinta─le seguí contando─Por suerte me trataron bien y les agrade, por lo que me invitaron a dormir a su casa en vez de quedarme en la empresa.

─Eso es genial, me voy a poner emotivo, como crece mi niña─bromeó a llantos exagerados el jefe.

─Sí,sí, ya pasó─le contesté sarcástica─Tienes algún trabajo que necesitas que haga aquí?

Soyeon cambio de expresión y esta vez me miró atenta a la conversación.

─No, por ahora nada─me explicó─Si llega a surgir algo te diré, quedate tranquila, ahora me tengo que ir así que por hoy descansa.

─Esta bien─le respondí tranquila y me despedí.

Llegamos a un parque donde nos decidimos sentar.

─Me vas a decir de que trabajas?─me preguntó mirandome sincera─Al menos a mi?

Solté un suspiro.

─Pero sólo a ti, para que me dejen de preguntar y no tengas nada de que preocuparte y me ayudes cuando necesite escaparme─le aclaré seria.

─Está bien, me parece un buen trato─me dijo con una sonrisa.

Esperó a que me acomodara y decidiera hablar.

─Trabajo en una empresa en la que tratamos con─tomé una pausa─Ataques terroristas.

Soyeon se cayó de la banca y se quedó mirándome con los ojos totalmente abiertos.

─Qué dijiste?─me preguntó totalmente alarmada─Espera, qué?
No tienes incluso menos de 18 años?

─Sí, tengo 16─le expliqué─Y sí, trabajo ilegalmente. Pero si tu duda es si me obligan o forzan, porfavor entiende que no.

Soyeon no tenía palabras. Estaba totalmente alarmada y no sabía que hacer ni que decir. No podía creer lo que estaba pasando.

─Hacemos todo tipos de trabajos─le continúe contando─ Ya sea ubicar terroristas y prevenir sus ataques, o detener y encontrar un asesino en serie, o corromper los negocios ilegales de droga o armas. Depende de lo que surja al momento.