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Al hacerse presentes las tardes horas del día, la reunión llegó a su fin mientras en las afueras del edificio una fuerte lluvia comenzó a asentarse.

Soojin se encontraba sentada en una de las bancas del pasillo, observando el agua caer por la ventana detenidamente. Sin expresión alguna.

La pelirroja tenía demasiadas cosas en su mente, su cabeza y sus sentimientos eran un enjambre de caos y desorden.

Por lo que se encontraba contemplando la lluvia con una expresión tan desalmada como la de aquella tormenta en el cielo.

Una líder con expresión triste y bastante preocupada al estar al tanto de toda la situación de su compañera, se acercaba lentamente a la adolorida.

¿Te encuentras bien?─preguntó con un tono bajo y suave al no querer causarle ningún daño por sus palabras, sentía que no era un tema sencillo para la contraria.

La mayor no dio respuesta, pero se notaba que más que ignorar la pregunta simplemente se apegó al silencio.

Mientras que Soyeon se encontraba sentándose despacio a su lado.

¿En qué piensas?─atentó a preguntar nuevamente.

Un silencio inundó el aire por un minuto entero, el cuál pareció haber sido una eternidad y una vida completa.

Duele.

Fue la única palabra que salió de los labios de la pelirroja, sorprendiendo y dejando una punzada en la triste contraria.

Soyeon bajó la cabeza en un intento de contener sus lágrimas y manejar el pequeño dolor que surgió en su pecho por lo destruida que estaba su amiga.

Porque no quiero que se vaya.

La líder levantó su rostro y puso sus ojos en ella.

Quiero que se quede conmigo, con nosotras incluso─habló la pelirroja mientras lágrimas comenzaban a desbordar en sus ojos─Quiero tener el tiempo de sentir todo aquello que ella me provoca, y de hacerla sentir lo mismo.

Soyeon la miraba concentrada y también llorando, estaba asombrada por lo que estaba confesandole aquella chica. Por lo que estaba soltando y confiandole, y por lo puro que era y cuánto se notaba que le dolía.

La pelirroja se dio media vuelta para encontrarse con la líder. Ésta se sobresalto al verla en frente suyo de repente. Sus ojos comenzaban a tener algo más que lágrimas, notó la líder.

No se irá, haré que se quede─sentenció repentinamente.

Soyeon ahora aparte de lágrimas y ojos hinchados, tenía confusión en su mirada.

¿Hablas enserio?─preguntó desconcertada la contraria.

.

Pero, cómo?

No hubo tiempo de explicaciones que el mánager se encontraba volviendo por los pasillos.

Vamos chicas que las llevo, esta comenzando a llover más fuerte─gritó el mánager mientras terminaba de acercarse.

Ambas muchachas de 22 años se frotaron ambos ojos con los puños y refrescaron su cara rápidamente para disimular y disipar totalmente cualquier rasgo de llanto. Se pararon segundos después las dos juntas y se dirigieron en la dirección del mánager luego de tomar sus cosas.

Bajaron hasta la entrada y salieron para esperar a que el mánager volviera con la camioneta hasta la entrada.

Éste llegó enseguida y la parco al frente del edifico para bajar y ayudar a las integrantes a entrar y mojarse lo menos posible, pues nadie quería un resfrío.

Todas se subieron al vehículo, y ya acomodadas en éste el mánager comenzó a manejar hacia el departamento.

Oppa, ve más despacio un segundo─ordenó la pelirroja.

Soyeon junto a Yuqi y Shuhua se giraron a verla confundidas.

Claro─aceptó sin objeción alguna el conductor─Por donde necesitas que pase?

Iremos a buscar a t/n, por lo que la llamaré para ver dónde está.





 𝙆𝙞𝙣𝙙𝙡𝙮 𝙍𝙚𝙖𝙘𝙝𝙞𝙣𝙜 𝙔𝙤𝙪 ||| Soojin y TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora