Kilian: El reino caído [EN FÍSICO]

-19-

Kilian se mantenía recto y firme en el campo de batalla, sin desviarse de la idea de salvar su pueblo. Frente a él sonreía triunfante Domina, quien sostenía en sus manos la latente corona de Tenebis. Brillaba intensamente, pero con cada golpe que él recibía se apagaba.

Kilian cayó. Domina se posicionó frente a él y sus uñas sonando en su cetro dorado dijo sonriente:

—De verdad no lo entendiste. Solo necesito matarte a ti.

Alzó el cetro y lo clavó en el pecho del príncipe. Inmediatamente la corona se apagó.

El joven despertó sosteniéndose el pecho para no perder el corazón. Era verdad, totalmente verdad. Su terquedad puso en peligro al reino entero. Frotó su rostro con una mano y pensó: "Quizás lo mejor sí sea volver". Entonces recordó a Chiara ¿Cómo iba a verla a la cara luego de esa pelea? Miró hacia afuera, aún era de día. Seguramente solo había dormido media hora. Pero esos pocos minutos le sirvieron para tomar una decisión.

Equipó algunas cosas que creyó que necesitaría: unas armas, un poco de ropa —aunque no era la moda cómoda que usaban en la tierra—, un retrato de su familia y un sable; el cual daría a Chiara en compensación por lo ocurrido. Se despidió de Milia y prometió volver para cumplir su promesa, a lo que ella le respondió "No te preocupes por eso". Su madre lo esperó fuera de la resistencia para despedirse.

—¿Qué vas a hacer con la chica?—le preguntó.

—Hablaré con el guardián para que le quite el imperium y la liberé del contrato—respondió él dándole un beso en la mejilla y practicando su acento terrestre.

—Sí, eso sería algo lógico. Pero yo me pregunto ¿Qué sentís que tenés que hacer? ¿Por qué no te quedás con ella? Probó ser muy valiente...

—Madre...—la interrumpió él—sabes que le prometí a Milia...

—No—Ahora ella lo interrumpió—. Tu papá y yo le prometimos a Milia. Lo que hace a un rey un buen rey, no es pensar con la cabeza, sino con el corazón.

—Madre, sé que crees que yo estoy enamorado de Chiara, pero...

—Ah ¿y no es así?

—No, no lo es.

—¿Sabés que no te creo?

—Además ella está enamorada de alguien más.

—¿Está casada?

—No...

—Entonces deja de limitarte—Lo golpeó en la cabeza. Luego le dio un beso en la mejilla, con sus dedos abrió un portal y se despidió—. Buena suerte, hijo mío.

Se sonrieron por última vez entre ellos antes de ya no verse más.

* .:｡✧*ﾟ ﾟ･ ✧.｡. * * .:｡✧*ﾟ ﾟ･ ✧.｡. * 

Nill coloca un par de huevos fritos con zanahoria y fideo frente a mí. Comida hecha a mano por él. Siento que estoy en el cielo.

—No tenías que hacerlo—vuelvo a repetir mientras veo cómo él se sienta a mi lado con su plato.

—Me agrada hacerlo—contesta sonriendo.

¡No puede ser! Siento que mi rostro está hirviendo. Incluso come como un príncipe...Ahora que lo pienso, Kilian no come así; es elegante, sí, pero siempre empieza por el acompañamiento antes que la comida principal...¿Por qué pienso en él ahora? Sacudo mi cabeza para alejar su imagen y comienzo a comer como nunca. Siento que nunca comí algo tan bueno. Pero calma, calma. No debo parecer una muerta de hambre frente al amor de mi vida. Aunque pensándolo bien, cuando nos casemos veremos comer al otro todos los días ¡Ay, debe ser muy tierno! Una imagen de mis almuerzos con Kilian viene a mi mente. Cierro los ojos con la intención de perderla. Debo olvidar a Kilian, él ahora está bien con los suyos y al parecer el contrato se rompió porque aún no apareció.

Voy a comer otro pedazo de comida cuando cae una gota de sangre en el plato. Mi herida debió abrirse, eso me pasa por comer como bestia. Qué idiota. Pero no lo entiendo, ya estaba cicatrizando ¿Por qué sangraría de nuevo? Nill parece percatarse de eso. Se acerca a mí y me toma el rostro delicadamente entre sus dedos.

—¿Quieres que te cure?

Asiento levemente, prácticamente hipnotizada. Casi no puedo pensar si está tan cerca. Como gacela él va a buscar vendas y pomada para curarme. Mientras lo hace no puedo dejar de pensar en Kilian ¿Estará bien? ¡Maldita sea! No lo veré nunca más. Eso...duele mucho. Cierro los ojos y suspiro.

—Chiara—dice Nill. Otra maldición, olvidé por un momento que estaba con él. Lo veo fijamente sintiendo cómo el rubor sube a mi rostro—¿Qué te ocurrió?

—Oh...el gato de mi amigo...—vuelvo a decir, pero él me interrumpe mientras se vuelve a sentar.

—Quiero la verdad, Chiara, por favor—Sonríe como un ángel y yo me quedo petrificada.

Toma mi mano izquierda y la destapa. Cuando lo hace veo un imperium llameante en su mano derecha.

—Pasaron muchas cosas, ¿verdad?—dice—Por favor, dímelo todo.

¿Qué ocurre? ¿Será que Nill en realidad trabaja para Domina? ¿Por qué no se sorprendió con el imperium? ¿Por qué tiene uno en la mano?

Me toma el rostro y lo acerca al suyo sin dejar de verme a los ojos. No...ese color verde intenso no puede ser malo. Pero...no entiendo nada. Kilian...¿Será que es del reino de Kilian? Seguramente él sabe. Siento que mis ojos se llenan de lágrimas. Lo extraño. Nill se acerca más a mí limpiando mis lágrimas con sus suaves manos y vuelve a decir:

—Confía en mí. Dime que pasó. Solo quiero ayudar al príncipe.

¿Príncipe? ¿Cómo sabe de él? Siento...me siento un poco mareada. Sus ojos verdes....saben más que yo. No entiendo, tiene un imperium y yo también. Pero Kilian, él también tiene uno y es el príncipe ¿Por qué me pregunta por Kilian? Yo no sé nada. Solo sé cosas de él, pero no del reino.

—¿Dónde está el príncipe?—pregunta.

—¿Por qué no lo llamas por su nombre?—pregunto.

—¿Y cuál es su nombre?—vuelve a preguntar.

—Kilian—contesto.

—¿Kilian?—parece sorprendido.

Se distrae mirando a un costado y siento que me desperté de un sueño. Miro en la misma dirección, aún confundida, y veo a Kilian, serio, pálido y con un sable en las manos ¿Qué hace aquí?

------------------------------------------------------------

¡Hola amorcitos!

Me acosté a dormir y me desperté porque no había subido el capítulo. Además abrí y cerré Wattpad pensando si subirlo ahora o a la mañana.

En fin, ¡espero que les haya gustado!

¿Cómo creen que reaccione Kilian?

¡Saludos!