Kilian: El reino caído [EN FÍSICO]

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Nill había llevado al equipo a un descampado no muy lejos de la escuela confiando en que Chiara podía encargarse del asunto sola. Su prioridad siempre sería el príncipe, doliendo lo que doliera.

—Entonces, ¿tu casa queda cerca?—le preguntó Dimitry a Ángela mientras caminaban.

—Sí, es a la vuelta de la manzana.

—¡Oh, tienes que invitarme algún día! Quiero conocer a todos tus animales.

La joven rió nerviosa, pues había estado evitando eso desde antes de irse a Tenebis y lo que dijo su amigo a continuación solo la preocupó más. No sabía lo que había ocurrido con sus animales antes de desaparecer. Probablemente la trabajadora social los había llevado a un refugio.

—Podríamos ayudar a tu abuela. Siempre quise una abuela a la que cuidar.

Ángela volvió a reír con nerviosismo, asintiendo, mientras decía "Sí, sí, sí". Mientras, Kilian caminaba atrás de todos preocupado porque se estaba alejando demasiado de Chiara y comenzaba a doler. Entonces, sacó de su bolcillo la pequeña nota que su amada le había dejado y la leyó <<Domina nos está espiando. Yo me encargaré. No te preocupes por favor>>. Se detuvo en seco.

—¿Chiara está enfrentando a espías de Domina?—gritó deteniendo el paso de todos.

Ángela y Dimitry se miraron preocupados, mientras que Nill respiró profundo intentado calmarse a sí mismo para luego calmar la situación. No tardó en responder:

—Sí. Pero usted debe estar a salvo, alteza.

El príncipe se dirigió al guardián amenazando, casi clavándole el dedo en el pecho, y advirtió:

—Si llega a pasarle algo, vos vas a ser el responsable.

En ese momento, el celular de todos los presentes sonó. Kilian se apresuró a sacarlo antes que nadie. Era un mensaje de Chiara:

Chiara: Todo en orden. Hay que esconderse en un lugar seguro ¿Dónde están?

A pesar de que Kilian se apresuró a contestar Ángela le ganó:

Ángela: En mi casa, esta es la dirección.

Chiara: Nos vemos ahí.

La joven respiró profundo. Tenebis. Si su abuela quería tanto ese lugar, ella, mínimamente, debía hacer todo lo que esté a su alcance para contribuir con este país.

—¿Tu casa está cerca, Ángela?—preguntó sorprendido Nill.

—Sí, contestó ella. Es por acá—Comenzó a guiarlos.

Domitry se adelantó hasta ella con paso corto para conversar.

—Estoy tan contesto de conocer a tu abuela. Todo lo bien que hablas de ella la hace ver como una persona maravillosa—comentó.