Capítulo 10

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Una semana había pasado desde que las hermanas Danvers se mudaron a Nacional City. Alex trabajaba en el restaurante del tío Jhon, mientras Kara ayudaba de vez en cuando.

El verano llegó con toda su fuerza mandando un calor sofocante; así que Alex se procuraba de que su hermana no trabajará tan duro y se mantuviera hidratada para evitar tragedias.
Este día no era la excepción, pero aún así Alex decidió aprovechar este día al máximo para entrenar.
Eran las 6:30 am. cuando se preparaba para salir. Antes de irse decidió darle un último vistazo a Kara y se dirigió a su habitación. Asomándose por la pequeña abertura de la puerta la encontró despierta entre las almohadas mirando el techo. "Que raro..." pensó Alex; pues desde que llegaron Kara se levantaba hasta tarde.

-¿Que haces despierta?- le preguntó abriendo la puerta por completo y entrando a la habitación. Kara aparto los ojos del techo para mirarla.

-Solo... pensando- mintió, no quería confesar que una pesadilla la había despertado en medio de la noche.

-Pensando, ehh?- se acercó y se sentó junto a ella en la cama.

Kara de pronto notó que Alex estaba vestida con ropa deportiva.

-¿A donde vas?- preguntó la rubia tratando de cambiar el tema.

-iré a entrenar un poco, ¿estarás bien sola?- alzó las cejas en dirección a la ojiazul.

- No necesito niñera Alex- reprochó enterrndose más profundamente entre las mantas.

- Eso lo sé- respondió acariciando su pelo rubio- tengo que irme un rato, duerme un poco más, ok?- besó su frente antes de levantarse.

-Ten cuidado- susurró kara ya medio dormida.

-Lo tendré-

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Trotando hacia el gimnasio Alex admiraba las grandes plazas y lo bonito y rústico que era el vecindario, a decir verdad no había tanta diferencia a como era en Metrópolis.
Respirando y exalando con cada trote, se sentía más viva que nunca, esto la relajaba y le daba cierta sensación antiestrés; Su cuerpo marcado y fornido lo demostraban.

Días antes su tío se ofreció a pagar su primera semana en el gimnasio, así que no tuvo problema al entrar.
Se dirigió directamente a las pesas rechazando la ayuda del instructor, pues ella ya sabía lo que hacia.

Al pasar por un pasillo, otra sección llamo su atención, un sonido de golpes amortiguados resonaban fuertemente. Dando una mirada curiosa observo que había un par de personas prácticando boxeo en un ring y otras golpeando un saco. No lo pensó ni un segundo más y se acercó.

-¿Puedo ayudarla?- preguntó el entrenador cuando vio que Alex se acercaba.

- Me gustaría entrenar un poco, por favor-

-¿Tiene experiencia?- cuestionó el hombre alto y fornido de tez morena.

- Entreno desde los 13 años- dijo orgullosa.

-¿En serio? Quiero verlo-

Cuando le prestaron los guantes, Alex y él entrenador subieron al ring y comenzaron a pelear. Esquivando golpes y mandandolos de regreso con más fuerza y experiencia se notaba que Alex era más profesional de lo que se veía.

- vaya que eres buena- privilegió el entrenador- a ver si puedes con nuestra estrella del Ring, ¡Susan!-
Llamó y en eso se acercó una mujer.

- te conseguí a alguien con quien pelear- le dijo el moreno.

-un gusto- saludó Susan.

-igual, soy Alex-

-Susan- se estrecharon las manos.
- veamos que tan buena eres-

En Busca De Tu CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora