Complicado

Correo.

"Tú y yo no podemos
estar separados"
—U & I, Jonghyun—

Sabía que Minho llegaría en cualquier momento, se había convertido en costumbre verlo llegar a su casa con comida y regalos, estaba un tanto cansado de repetirle que no tenía porque visitarlo con frecuencia, mucho menos estar llevándole presentes, sin embargo ese día sí quería algo, y lo obtendría, porque cuando él tenía un propósito no descansaba hasta tenerlo.

Esa tarde se tomó una ducha con agua de rosas, porque sabía que a Minho le gustaban los olores florales, ladeó su cabeza buscando en su clóset una de las camisas grandes que tenía allí, tomó una blanca impecable y se puso, se miró en el espejo dándose cuenta de que el embarazo le sentaba bien, las curvas de su vientre le daban un toque exuberante, sus piernas delgadas y bien formadas eran perfectas, su piel blanca hablaba por sí sola, eran una combinación tentadora y comestible, echó un poco de perfume en el aire y dio un paso al frente para que la fragancia cayera sobre él, se colocó un bóxer con un  color casi parecido a su piel y fue a la sala, se recostó de lado en el mueble encongiendo un poco una de sus piernas para que la camisa se elevara y diera un buen vistazo de sus muslos siendo así casi perceptible su trasero.

Fingió ver la televisión concentrado cuando escuchó que la puerta de su casa se abría, porque ya Minho tenía la contraseña del lugar en el que vivía  Taemin, habían llegado a un acuerdo para que esto pasara, y era que el mayor decía que en caso de una emergencias el debería de poder acceder a la vivienda sin ningún obstáculo.

—Hola, te estaba llamando para saber sí querias...—Minho guardó silencio cuando vio a Taemin.

Se pasó la lengua por los labios y luego se mordió las mejillas, porque llevaba demasiado tiempo deseando tocar de nuevo a Taemin, saborear su piel, escucharlo gemir, gritar su nombre mientras se corría en su interior, porque fueron las pocas veces en las que hizo eso cuando fueron pareja, ya que a Lee le aterraba la idea de ser papá, ahora estaba delante de él, viéndolo vestido con tan solo una camisa blanca semi transparente, su miembro se endureció en sus pantalones  como respuesta a lo que estaba viendo.

—Minho, que bueno que llegaste.—Taemin se inclinó hasta la mesita para tomar el control remoto.

Tenía todo calculado, miró de reojo en como Minho tragaba grueso cuando su camisa se elevó lo suficiente al alargar su mano hasta el control, bajó el volumen de la TV y se puso de pies.

—Deberías ve-vestirte Taemin.—comentó Minho con voz ronca.

—¿Porqué? Estoy en mi casa, además no sería la primera vez que me ves así, de hecho me viste con menos.

Intentó pasar por el lado de Minho, no esperaba que este le sujetara de las manos y lo pegara a la pared, sus labios estaban demasiado cerca, pero muy lejos para sus gustos, Choi tenía miedo de dar un paso más y hacer que Taemin lo mandara al infierno, porque con su ex nunca se sabía la reacción que tendría, sin embargo si aceptaba sus labios ¿No saldría ganando?

—¿Quieres esto?.—Taemin movió su cabeza solo un poco, haciendo que sus labios se tocaran levemente.

Repitió la acción unas tres veces, porque cuando intentó hacerlo de nuevo Minho estaba devorando sus labios y pegándose a él tanto como su vientre le permitía, Taemin buscó quitar el botón en el pantalón de su ex, porque deseaba ser saciado, había estado en demasiada abstinencia y se cansó, y quien mejor que Minho para saciar su sed de placer.

Ambos sabían que aquello era un juego peligroso, porque habían quedado de acuerdo en que sus sentimientos no intervendrian tan solo por el hecho de que los bebés serían sus hijos, incluso ahora estaban de acuerdo en compartir la custodia de ambos, porque a pesar de que Minho le repitió a Taemin que lo amaba, el aseguraba no sentir lo mismo, porque para Lee volver con un ex era un error grave.