Complicado

Pastel

"No puedes ignorarme
Ahora no puedes reprimirlo
No tienes que dudar"
—Exclusive, Taemin—

Se frotó el vientre y dejó escapar el aire cuando volvió a su casa después de recibir otra dosis de los corticoides para la maduración pulmonar de sus bebés, ya faltaba menos para tenerlos con él, se mordió los labios viendo como Minho lo cubría con unas sábanas antes de darle un beso en la frente, lo vio sonreírle de forma extraña y se alejó cuando tocaron el timbre.

—¿Qué le pasa a ese hoy?.—se preguntó Taemin porque Minho parecía sospechoso.

Dejó de pensar en que sucedía con Minho cuando tuvo a su prima abrazandolo y  a su alrededor mostrando regalos que tenía para los bebés, Haruko pasaría el día con él, pues su ex tenía que ir a su trabajo y no volvería hasta tarde.

—Ya me tengo que ir, nos vemos más tarde, gracias por venir Haruko, cualquier cosa no duden en llamarme.

—Sí, ya te puedes ir Minho.—Haruko empujó a Choi haciéndolo cruzar sus brazos y poner cara de pena, porque no quería irse.

Haruko acompañó a Minho hasta la puerta y regresó junto a Taemin cuando el peli negro se fue, se sentó a su lado y amplió sus ojos cuando notó algo diferente en su primo.

—¡Dios mío!.—Taemin se sobresaltó con el grito de su prima.—¿Porqué no me contaste? Que malo eres primito.

Taemin no comprendía a su prima, solo frunció el ceño cuando la vio acercarse más  y tomar su mano, ahora él se estaba dando cuenta del porqué Minho parecía sospechoso y la razón de que los ojos de Haruko querían salirse de sus cuencas, tenía un anillo en su dedo y no lo había notado antes.

—No sé como ese anillo llegó a mi dedo.—Taemin observó la joya.

Su prima rodó los ojos y suspiró sonriendo, porque su primo era como su hermano, su adoración, saber que estaría junto a Minho la hacía feliz, ella sabía que ambos tenían sus diferencias, nada que no podían solucionar hasta no ser sinceros uno con otros, ambos se amaban, era más que que obvio el amor que Choi le tenía a Lee, Taemin tendía a ser poco expresivo cuando de sentimientos se trataba, no era de los que vivía en cada segundo diciendo curselerias, sin embargo cuando lo hacía esas palabras se escuchan de lo más hermosas.

—Cuando Minho llegue se lo voy a poner en el pe...

—¡Taemin!.—lo interrumpió su prima a punto se soltar una carcajada.

Ella no pudo evitar ponerse roja como un tomate, y es que Taemin le dio una imagen mental demasiado explícita con lo que tuvo a punto de decir.

—Te lo juro Haru, lo haré, no puede ponerme un anillo sin hacer una proposición, no es que lo voy a aceptar, siempre he sentido que es de mala suerte regresar con los ex.

—Sacate eso de la cabeza Taemin, si hay amor todo es posible, la suerte la creas tú, además sabes que Taesung y yo fuimos ex pareja un tiempo y mira, hoy estamos felizmente casados y esperamos tener muchos bebés en un futuro.

Taemin se tocó el vientre y hizo un mohín con sus labios.

—No se lo digas a Minho, pero te voy a regalar uno de estos cuando nazcan.—dijo bromeando.

—Los dos si quieres.

Soltó un suspiro y se volvió a acariciar el vientre, sintió su corazón distinto, una sensación cálida al saber que pronto tendría a sus hijos, estaba loco por verles, no sabía que le deparaba en el futuro, solo que quería estar con sus bebés sin importar nada.

—¿Que piensas Tae?

—En lo mucho que estoy amando estos bebés.—confesó.—Espero que Suyeon se comporte y deje que su hermanito Yeonsu también crezca sano.