Complicado

Incubadora

"Soy suficiente, solo quiero
Protegerte por el resto de mi vida"
—R.O.M.L, Greatguys—

Jamás en la vida pensó que una persona podía llorar tanto como él lo hizo el día anterior, sus ojos estaban rojos porque había vuelto a llorar hacia unos minutos y sabía lo volvería a hacer cuando viera a su pequeño Suyeon, quien luchaba por vivir, dejó escapar el aire y terminó de vestirse para ver a su bebé.

Se miró en el espejo del baño y pudo ver cuán demacrado estaba, había pasado la noche junto a Taemin en la habitación en la que descansaba, aún no despertaba y era lo mejor, porque no sabía que le diría ni como le explicaría lo sucedido, al menos Lee no estaba en peligro, eso le dijeron los médicos en la mañana.

—Ya estoy listo.—dijo cuando se terminó de poner las batas estériles y gorros para ver a su hijo.

Fue junto a la médica hasta UCIN (Unidad de cuidados intensivos neonatal) en donde habían muchos bebés en incubadoras, la mujer lo guió hasta su hijo el cual tenía respiración artificial y algunos cables saliendo de su pequeño cuerpecito, su boquita estaba un poco abierta y sus manitas se movían con lentitud.

—Puede introducir sus manos por estos agujeros y tocarlo.—indicó la médica.

Con ayuda de la mujer Minho introdujo sus manos en la incubadora, ladeo su cabeza un poco para verlo mejor, volvió a llorar encontrándose a su hijo demasiado hermoso, pese a ser tan pequeño y no verse bien.

—Hola pequeñin, papá está aquí.—el bebé se movió un poco más rápido ante el estímulo que recibió.

Minho tocó las manitos de su bebé con su dedo índice y sintió que su corazón se detuvo cuando Suyeon le dio un ligero apretón, dejó escapar un sollozo siguiendo con las caricias.

—Tienes que vivir pequeño Choi, perdóname por no protegerte a ti y a tu papá, especialmente a Yeonsu, yo....—su voz se quebró en ese momento.

Lloró con tanto dolor que incluso la doctora en aquel lugar sintió la necesidad de hacerlo, ella se acercó a Minho y tocó su espalda tratando de darle aliento de esa forma.

—Tú no puedes dejarnos Suyeon.—susurró dejando caer lágrimas sobre la incubadora.—Papá te ama.

—Señor Choi.—la Dra llamó su atención y el se aclaró la garganta.—Su bebé vivirá, es muy fuerte, no se culpe por lo que sucedió.—ella hizo una pausa para tratar de encontrar las palabras adecuadas.—Lo que sucedió no fue su culpa, el otro bebé...

Ella guardó silencio apretando sus labios, odiaba dar malas noticias, como médica muchas veces tenía que enfrentarse a situaciones difíciles tener que ser la voz para decir palabras dolorosas a pacientes que esperaban un milagro, sin embargo había que ser realistas.

—El otro bebé estaba muerto antes del accidente.—comentó bajando la voz.—No crecía como debía y su hermanito era quien recibía todo lo que debía de recibir él, no es culpa de usted ni de su otro papá, el accidente si puso en peligro a su pareja y a el bebé.—terminó diciendo.

A pesar de esas palabras Minho no dejaba de sentirse mal, Taemin aún dormía y tampoco sabía como le diría la noticia, sacó sus manos de la incubadora cuando la médica le dijo que ya debía de retirarse, le agradeció el momento y sus palabras, al salir se frotó los ojos y siguió caminando hasta dar con la habitación en la que dormía su prometido, abrió la puerta y se acercó a él, acarició su rostro antes de sentarse a su lado.

Recostó su cabeza en la cama para tratar de descansar un poco, le dolía el cuello y todo el cuerpo, en la tarde debía de decidir que hacer con el cuerpecito de su hijo, era difícil si situación ya que no quería decidir nada sin Taemin, mucho menos desde que despertara soltarle la noticia así, cerró sus ojos y los abrió de golpe cuando escuchó un quejido, uno que lo hizo levantarse.