Artesian pestañó en varias ocasiones para poder procesar las palabras de Piper. Cuando consideró con prudencia la trascendencia de su confesión, habló.
—¿Realmente estás segura de lo que dices?
Respiró dificultosa.
—Así, es. —afirmó con la cabeza.
—Piper, yo no estoy segura que tengas en claro el real concepto que conlleva practicar cualquier técnica erótica de ese mundo. Hablar de sumisión, es pedir que Alex renuncie a sí misma y te entregue todo a ti. ¿Si quiera sabes que es lo que ella posee? —dijo, exasperada.
—No. —admitió sin pensar, aún analizando lo anterior dicho.
—¿Y sabes que es lo que más desea ella?
—Placer. —respondió, fanfarrona.
—Eso es lo que tú quieres. —regañó—. Oh bueno, eso es lo que yo pienso.
Frunciendo el ceño, sacudió levemente la cabeza al captar el comportamiento de Artesian.
—¿Por qué estás juzgándome? Si fuiste tú la que me metió esas ideas.
Artesian sonrió con sorna.
—No. Lo que yo te aconsejaba, fue distinto a lo que tú pensaste. Yo insinuaba que usarás juguetes sexuales con ella. Que hicieran roles, tuvieran pequeños fetiches. Todo dentro de lo sano y lo que ambas estuvieran dispuestas a hacer.
Internamente, Piper se cayó de vergüenza, pero mantuvo una imagen firme y serena.
—Tú me llevaste a ese paraje de, de...
—Sí. Para que pudieras experimentar con profesionales. —reprochó—. Pero nunca pensé en que llegaras a querer desmayarte. —se burló—. Sino pudiste soportar un lugar como ese, ¿cómo piensas querer practicar algo así con la muchachilla esa?
Piper tragó en seco, sin nada que decir.
—¿Quieres otro consejo? Interesate más en ella, si es que quieres disfrutar plenamente.
—Dijiste que no me enamorara.
—Y sigo sin decírtelo.
Para interrumpirlas, Alex tocó la puerta y después entró sigilosamente, asegurándose que no estuviera de inoportuna. Cuando no se le negó la entrada, continuó.
—Buenos días, señorita McCullough. —pronunció muy respetuosa—. Aquí tiene los documentos firmados, señora Chapman. —le hizo entrega.
Artesian solo miraba con atención a Alex, y luego le lanzaba una miradita de diversión a Piper. La asistente salió, y se inclinó para hablarle a la otra rubia.
—Y tampoco creo que esa chica sea material para lo que según deseas hacerle. ¿Qué es lo que tanto sabes de ella?
Echó la pregunta al aire sin pensarlo, y no se imaginó que resultara efecto nervioso en Piper. Pudo ver claramente que su rostro quedó en blanco.
—Ahí es donde debes de empezar. —enarcó una ceja, retadora—. No hay nada como tener buen sexo si conoces mejor a tu pareja.
Piper bufó, y para revertir todo ese tenso ambiente en el que le costaba respirar, mejor cambió el tema retomando la explicación que llevaba diciendo desde el ascensor.
En la hora del almuerzo, Alex intentaba distraerse en compañía de las chicas. Todo iba viento en popa hasta que fue Lorna quien comentó algo que le abrió la curiosidad a la pelinegra.
—Chicas, no saben lo que los chismes de farándula andan diciendo por allí. —dijo en voz baja, en complicidad, como una mosquilla contemplado su comida al fregarse las patas.
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Azul Insano|Vauseman|[AP#1]/(TERMINADO)✔️
FanfictionParte I de la bilogía: "Azul Piper" Historia 100% mía: HISTORIA COMPLETAMENTE ORIGINAL. ESTA OBRA QUEDA ESTRICTAMENTE PROHIBIDA PARA SU REPRODUCCIÓN PARCIAL O TOTAL. Imagen de la portada tomada desde la plataforma GettyImages. La edición está echa...