22. Sesiones

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“Es un nuevo amanecer.
Es un nuevo día.
Es una nueva vida para mí,
Y me siento bien.”

Feeling Good, Nina Simone


—¿Estás lista, Alex?

Piper se asomó por detrás suyo vistiendo lencería sexy, que había empezado a escoger con malicia, con una camisa blanca de lino, holgada y sin abrochar. Se habían escapado de la oficina para llegar al departamento de esta. En sus manos llevaba una cuerda roja, un rojo oscuro que invocaba a la lujuria y pasión, y la tijera con puntas de goma que colocó en el mueblecillo frente a los muslos de Alex.

Ver qué las tijeras y las cuerdas reposaran sobre el taburete, le hizo a Alex reaccionar con escalofríos. Esto iba en serio. Realmente, Piper estaba preparada, pero, ¿Y ella también?

—Lista. —afirmó extasiada.

—Muy bien. —tragó, humedeciéndose los labios—. Sino lo soportas, solo dime.

Afirmó con la cabeza, jadeante e impaciente. Tanto como una temblaba por todo lo que podría suceder, la otra también lo padecía. Aquí, las dos eran inexpertas, pero las dos querían cumplir con lo que la otra deseaba.

Alex confiaba tanto en que Piper no la dañaría físicamente, y perdía toda su cordura en ella, olvidando todas las incógnitas que entre ambas podían existir. Sus deseos se basaban más en pasar el tiempo a su lado y de satisfacerla, porque no había otra cosa que no le diera placer que el complacer a Piper.

Le pidió amablemente a Alex que se llevara las manos hacia atrás para deslizarle la soga por el pecho, atar y anudar en la espalda.

—Son nudos de iniciación. —decía con concentración en su acto—. Simples, pero... —apretó el último nudo pegando su cuerpo en el de ella, y hablándole por detrás de la oreja, su aliento caliente crispó la piel de Alex— los pretzel son muy tensos. —finalizó con la voz ronca, y un mordisco en ella.

Alex se echó para atrás, arqueando la espalda, enmarañando sus cabellos negros en el hombro izquierdo de Piper, exponiendo así sus senos tan redondos y sedosos que para en ese entonces estaba su piel granulada con los pezones muy rígidos. Piper se complació de verlos en esa manera y no se resistió a tocarlos. Lucían tan hinchados por el libido. Los acarició con desespero, recogiendo ambos con sus manos y jugueteando con la punta de ellos con los dedos.

—Tienes unos pechos tan exquisitos, nena. —pasó su lengua por su cuello, finalizando con un mordisco en el mentón, haciéndole hervir la sangre—. Disfruto mucho comérmelos enteros.

Rápidamente le dió la media vuelta, que al quedarse frente a ella, sus endurecidos botones rosas se acariciaron en el sujetador de Piper haciéndola estremecerse, y se inclinó a chuparlos y succionarlos como si se tratasen de un manjar afrodisíaco. Alex se retorcía, arqueando la espalda para introducírselos más a su boca mientras se sujetaba con precisión de las ataduras.

—¿Cómo te sientes? —preguntó aludiendo al amarre—. ¿Te hacen daño? Porque juro que te ves tan hermosa y excitante con esos nudos en la espalda.

La tomaba de la cintura y cuello, trazando círculos cerca del lóbulo de la oreja, mientras miraba con profundidad a sus ojos y la atraía a sus labios como polos opuestos en imanes. Jugando con ella, seduciéndola.

—No. —cerró los ojos dejándose llevar por el al fin beso voraz que la colmó, suspirando y remarcando en su piel los nudos de la soga—. Me siento bien.

Piper sonrió de victoria, complacida, extasiada, frenética y agobiada antes de darle un último beso candente y sujetarla de la cintura, bajar a sus muslos para después exprimir su trasero, haciéndola caer en el colchón.

Azul Insano|Vauseman|[AP#1]/(TERMINADO)✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora