18. Algo necesario

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Sabían que pronto las solicitarían para acomodar su propia versión de los hechos; como si no hubieran sido acosadas por la industria del entretenimiento. Tenían a más de una persona que las esperaba a las afueras de ese modesto club, con sus luces brillantes listos para lanzar el primer flash.

Para el amanecer los titulares arderían cómo si tuvieran prohibido salirse a divertir un poco, y esa noche hubieran desobedecido. Las apuestas estaban echas por quién sería el mejor en tomar una fotografía fuera de encuadre e inventar una historia que intrigara a los espectadores.

Y con las apuestas aún mayores fotografiando sin control a una Piper que se estaba desequilibrando más por esos focos de atención, que por lo que verdaderamente bebió en esa zona de diversión.

Parecía que ellas no tenían derecho de visitar un club, de beber y de bailar en un sitio donde cualquiera frecuentaba. Las incriminaban de no ser humanas que caminaban entre todos, solo porque azarosamente a ellas les tocó vivir entre riquezas.

La seguridad de Artesian que llegó al rescate las ayudó a subirse al automóvil de esta, para que ella pudiera conducir hasta el departamento de Piper. Se armó un pequeño disturbio con los paparazzis al momento de taparles el paso. Alguien intentó de provocar a Piper, jalándole el bolso para que ella actuara con desenfreno.

Y lo logró. Ella se detuvo, se dió la media vuelta y comenzó a insultar al mediocre hombre que le había jalado el bolso. En su enojo, se lo aventó al rostro gritándole que si quería se lo podía llevar. El bolso estaba entreabierto, que en ese ataque de Piper, sus pertenencias salieron volando.

Afortunadamente no había nada tan íntimo como alguna de sus tarjetas de débito, documentación o algo, más que el teléfono móvil de ella que al último instante, ella misma pisoteó. Seguridad entró al rescate en recoger cada una de sus pertenencias y serciorarse de que ninguno de los asediadores se quedaran con ello.

Después de aquel altercado, Artesian, que no había bebido tanto, condujo ferozmente para salirse de esa cuadra. El rugir de sus motores quedó grabado en las memorias de los electrónicos, listos para ser publicidad amarillista.

—¡¿Qué demonios te ocurrió ahí, Piper?! —exigió respuesta.

Ella no respondía, solo estaba intentando abrir la licorera de acero que encontró en la guantera del vehículo.

Artesian se volvió a ella y se lo intentó arrebatar para conseguir su preciada respuesta.

—Tienes problemas con el alcohol. —dijo, con decepción, dando un sorbo de ello.

—Yo no tengo ningún problema. —dificultosamente le logró quitar el objeto y beber de ello.

Artesian decidió frenar y a orillarse por una avenida solitaria dejando las intermitentes encendidas, por si acaso.

—Ok, Piper. —respiró pesadamente, apretando el volante—. No estás siendo clara contigo misma. O estás queriendo demostrar otra cosa cuando no es así. ¿Qué intentas ocultar? ¿Qué es lo que ha pasado?

Piper estaba mirando a la nada, fingiendo estar muy ebria para no querer hablar, pero Artesian, como su gran y única amiga que ha tenido desde hace mucho, le insistió en que lo hiciera. Pero de repente, volvió a mostrar una actitud impertinente amenazando con bajarse de su automóvil e irse así hasta su departamento.

La rubia no lo permitió, pero le impuso que se quedaría con ella en casa y que no lo tratara de impedir. La convenció de ello y juntas llegaron sanas y salvas hasta su hogar. Se estacionó dentro del garage subterráneo del edificio en dónde ahí abajo la señora Susan y Humphrey las esperaban.

Azul Insano|Vauseman|[AP#1]/(TERMINADO)✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora