Azul Insano|Vauseman|[AP#1]/(TERMINADO)✔️

15. Petición y beneficio

—Carecemos de modelos, los mejores ya han sido contratados por otros.

—Eso ha sido una mentira muy usada. —bufó mirando a su enfrente—. ¿Has visto lo que ha declarado? —volteó a ambos lados, desconfiada—. Está insistiendo en que yo engañaba a Larry con ella. Al menos agradezco  qué no le estén creyendo nada por su reciente decaída en las drogas.

Leonel giró los ojos, dio media vuelta y salió de ahí. Piper no pensaba dejar el problema, ella iría con él.

—Los medios confirman que Victoria Secret's la despidió por problemas con las drogas, ¿y tú la contratas? —inquirió a espaldas de él.

Lo siguió hasta a su oficina.

—Vamos, Piper, todos merecemos una segunda oportunidad... incluso tú. —finalizó con ojos rencorosos, sentándose.

La culpa sacudió el cuerpo de Piper, haciéndola cruzarse de brazos con la vista por los suelos.

Tenía razón. No era en balde que a sus cincuenta y tantos años fuera poseedor de una sabia mentalidad; por mucho que trabajó en un ámbito dónde lo poco moral terminaba siempre corrompido, tenía el gusto bueno por Piper; aunque muy, muy en el fondo. Pues él, de las tantas veces que tuvo que defenderla ante los problemas legales en los que se vio envuelta, recordaba lo cuan orgullosa estaba su madre de ella. Piper era su niñita hermosa, y eso nunca pudieron borrarselo; confió hasta en el último aliento de su vida en que ella cambiaría de verdad. Y no solo en la cuestión del deterioro de su salud, sino en general, que sanara de esa herida que la llevó a enredarse con las sustancias ilícitas, pese haber muerto sin siquiera enterarse del verdadero motivo.

Y luego estaban las personas que aunque se les dieran miles de oportunidades más, siempre las mal valoraban; como lo hacía la tan famosa modelo Amber Kershaw.

Gozaba de una plena carrera exitosa de modelaje en la muy aclamada compañía de lencería, dónde fue descubierta, de hecho. El empuje mediático de sus primeros ingresos, la sobre atención que obtuvo por su enorme belleza y calidad de pasarela, le hicieron flaquear ante los excesos del libertinaje. Ella fue contemplada como una de las modelos más consentidas de dicha marca, era tan exclusiva para ellos que después de todas las oportunidades que le brindaron terminó siendo una simple modelo de hombrera, todo por haberse enganchado con las drogas.

Fue ingresada varias veces a centros de rehabilitación por su manager, al grado de que este renunciara, se cansara de ella al darse cuenta que ya no tomaba en serio la prometedora carrera que estaba teniendo; y desde entonces, se ha dicho que solo ha conseguido subir a pasarelas de gama baja, hasta ahora que la contrataron para tener un momento en la pronta Fashion Week.

Aún así, era descortés con todo, pues estando en aquel salón, era imprudente. Irreverente. Quizás hasta algo narcisista. Pues como si fuera la dueña absoluta de todo y todos, se osaba a sacar un cigarrillo de su bolso y encenderlo a mitad del lugar.

La ilusión con la que algunos la observaban, se mezcló con el humo que soltaba de su boca. Muchos fueron retrayéndose de ella y moviéndose de sus lugares. Murmuraban entre sí los rumores que circulaban de ella, y en ocasiones hasta le aborrecían el hecho de estar ahí, le juzgaban con la mirada lo bien merecido que tenía su expulsión de una de las pasarelas más famosas.

Alex, presenciaba todo desde su lugar, admirando la tétrica apariencia de todos ellos. Bellos, estéticos, altos y delgados que se les notaba los huesos de la clavícula, fue sorprendida por aquella presuntuosa mujer.

—Disculpa, querida, pero dejé en claro que solo bebería agua mineralizada si fuera de...

Sus palabras quedaron ignoradas por Alex al poner su atención en Piper que entraba de nuevo. Detrás de ella venían los costureros arrastrando unos racks con toda la ropa que presentarían. Estaba concentrada dando indicaciones hasta que notó que Amber le hablaba a Alex de una mala manera. Chasqueaba los dedos frente a sus narices. Enfurecida se dirigió hasta a ambas.