“Tú y yo,
y mi mente sucia,
podemos permanecer excitados
¿o no?”—Dirty Mind, Boy Epic.
Alex se odió al llegar a casa. Le era imposible creer que tan fácilmente fue caer de nuevo en las redes de Piper tras haber escuchado de sus propios labios algo tan hiriente como el hecho de no soportar a los niños, quizás hasta de aborrecerlos. Era como para haberse decepcionado de ella de por vida y activar los protocolos de alejamiento para olvidar la extraña y exitante relación que mantenían.
Pero fue todo lo contrario; prácticamente, Piper solo le sonrió y ella volvió a cegarse con su encanto. Patético, y enfermizo. ¿Que estaba pasando con ella? Eso solo podía significar una cosa, y tenía miedo porque ese sentimiento se hiciera grande. Tan grande que se convirtiera en una especie de tumor, y después le fuera tan difícilmente retirarlo de sí. Necesitaba analizarlo, y no lo haría sola, lo haría con ayuda de, su gran amiga y madre, Diane.
—Madre, ¿Puedo hablar contigo? —chilló pegada a la puerta, asustadiza.
Nuevamente, Silvia se encontraba en su sala jugando con Mateo. Diane se asomó de la cocina y fue directo a ella a preguntarle qué pasaba, pero notó que Silvia estaba al pendiente de lo pronto que diría.
—¿A solas, por favor? —añadió.
—Bien. Vayamos a tu habitación entonces. —respondió un tanto intrigada.
Se encaminaron hacia ahí, y Diane notó que su hija estaba un poco errática e histérica. Realmente se preocupó porque temió que le hubiera pasado algo grave, pero esperó a que ella le contara que era lo que sucedía.
—¿Que pasó?
Alex traía la cara pálida, más de lo usual, era como si hubiera visto un fantasma.
—¿Crees que haya mujeres que olviden a sus hijos por alguien más? —preguntó con inquietud.
Diane se quedó perpleja, tratando de entender el rumbo por el que Alex caminaba. Suponía algo, y quería estar segura de que las cosas sucedían de esa manera antes de poder dar su consejo.
—¿Estás queriendo decirme que estás saliendo con alguien? —frunció el cejo y se sentó al lado de ella, a los pies de la cama.
Justo en el clavo, siempre es un don de las madres percibir el problema al que sus hijos se enfrentan, y está vez, Alex no lo pudo negar. Justamente esa era su gran inquietud, ya que se había dado cuenta que estaba dejando a un lado a su pequeño y solo salía huyendo con su jefa, con Piper, como si fuera una colegiala.
—No. —mintió.
—Alex. —regañó para hacerla hablar, como a una niña pequeña—. Sino fuera el caso, entonces no entiendo que es lo que te preocupa tanto.
Ella agachó la cabeza para evadir la mirada inquisidora de su madre, y porque se sentía avergonzada en un mal sentido de las actitudes que había tomado. Llegándose a considerar una madre muy egoísta. Diane observó que Alex se estaba juzgando en su interior, y para alentarla a dialogar sus preocupaciones, le pasó un mechón de cabello por la oreja.
—Si lo estás haciendo, no debes de sentirte la peor persona del mundo. Hija, tienes el derecho de buscar a la persona correcta para amar.
—Pero —detuvo a su madre, la miró con ojos aflijidos—, no le he dicho que tengo a Mateo. —se reprochó a sí misma.
—¿Y te gusta mucho esa persona? —espetó.
—Ese es el problema, que no sé si solo me guste demasiado o este comenzando a sentir algo más.
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Azul Insano|Vauseman|[AP#1]/(TERMINADO)✔️
FanfictionParte I de la bilogía: "Azul Piper" Historia 100% mía: HISTORIA COMPLETAMENTE ORIGINAL. ESTA OBRA QUEDA ESTRICTAMENTE PROHIBIDA PARA SU REPRODUCCIÓN PARCIAL O TOTAL. Imagen de la portada tomada desde la plataforma GettyImages. La edición está echa...