20. Alternativas

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Piper se dió cuenta que Nicky estaba lo bastante entusiasmada y entretenida hablando con sus amistades y aprovechó en alejar a Alex de ese pequeño grupo para llevársela a una parte un poco privada.

No había tenido la oportunidad de admirarla de cerca. Le pareció impresionante como lucía con aquel vestido de cuello cuadrado. Simple, y bello en ella. Quería asegurarse que no se sintiera incómoda por tanto ajetreo en el recinto por personas que ni siquiera conocía.

—¿Y bien? —le preguntó Piper con nerviosismo.

Alex sonrió, maravillada por la actitud de Piper.

—Es completamente extravagante. —soltó, y largó una risa espontánea, cargada de vergüenza.

—¿No has encontrado a tu artista favorito?

Alex arrugó la nariz, con gracia. Y Piper se derritió en ese momento, quiso lanzársele a robarle un beso, pero resistió porque habían demasiadas cámaras que las pudieran capturar, y ella aún no estaba lista. Siquiera sabía que tipo de relación llevaba con Alex, lo único que sí sabía, era que con ella disfrutaba estar más que con nadie.

Mantuvieron una conversación amena, con diversión y seriedad a ratos, que olvidaron en dónde se encontraban. Y eso era una situación de aprovechamiento para quien quisiera arruinar a Piper, en especial si se trataba de Zelda que aún vigilaba a distancia a ambas.

Su mente estaba tramando un plan maquiavélico que ansiaba por ejecutar, pero lo que más se podía hacer en ese preciso momento, era fotografiar a Piper con Alex, y ya el resto del plan vendría a la mañana siguiente.

Solo tenía que recordar todo lo que había sucedido entre ella y Piper, y de qué forma, para poder arruinarla; entonces, se le ocurrió una brillante idea. Cuando comenzó a trabajar en Quallity, recordó que ella y Piper solían enviarse mensajes atrevidos, y se imaginó que era probable que también lo haya echo con Alex, así que de alguna forma u otra se tendría que escabullir dentro de la sala del servidor de las oficinas de Piper para conseguir su preciado objetivo.

Tanto era su temor porque descubrieran su verdadera vida, y no la fingida como cuando iba a casarse con Larry, que haría lo que fuera con tal de perjudicar a Piper.

—Oh, no. —dijo Alex al darse cuenta de la hora—. Son casi las nueve, y... mi autobús...

Miró a Piper con preocupación.

—Sí, ya entiendo. Hay que irnos.

Solo actuó por instinto, que a mitad de camino, recordó que estaba sin chófer, y llamar a su departamento para que alguien viniera por ella, tardaría bastante y lo que quería, era que Alex no perdiera su transporte. Quiso sacar su móvil para contactar el servicio de un taxi, pero al salir completamente del edificio, se encontró con Humphrey que la esperaba a la orilla del pavimento, listo a la orden.

—Thomas. —susurró cuando llegaba a él.

Humphrey solo mantenía dibujada una sonrisa sobre su rostro, casi espeluznante, pero que le solucionaba la vida a Piper, ya que llevarían a tiempo a Alex a la estación de autobuses.

—Creí que te vería hasta mañana.

—Le dije que no se preocupara por mí. —mencionó y abrió la puerta de pasajeros enseguida.

Parecía que había extrañado tanto atender a Piper que se mostró lo bastante enérgico para decir. Ella no objetó nada más e hizo que Alex subiera, no sin antes dejarle una pequeña advertencia a su chófer.

—Tendremos que hablar más adelante. —le dijo por lo bajo.

Luego subió al lado de Alex y comenzaron el viaje. De camino a la estación, Piper se puso a pensar en varias situaciones, pero quería dejar la intriga de lo sucedido con el agente Abernathy por empezar a preocuparse en que hacer con Alex. Recordó el día en el que ella sufrió un atentado en contra de su integridad y se maldijo en su interior por hacerla dar los largos viajes de Queens a Manhattan. La exponía demasiado al peligro de las calles y de la gente. No, ya no se podía permitir eso. No mientras ella cuidara de Alex. Entonces, decidió proponerle una cosa, con riesgo.

Azul Insano|Vauseman|[AP#1]/(TERMINADO)✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora