8. El acuerdo

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El domingo fue completamente pasajero, como un viaje en tren. Por ratos relajado, y por otros, dando aceleraciones bruscas y truncándose en el camino.

Alex que en la noche anterior se había reconciliado con Silvia, pasó un día familiar con sus integrantes; en la mañana se encargaron de salir a vender por el vecindario: pay de queso con piña, panqueques de nuez y galletas de cereza para luego reunirse en el pequeño parque que estaba a dos cuadras de su vivienda. Improvisadamente pasaron una tarde de picnic. En la noche se dedicaron a ver películas en la televisión, que, por fortuna, los canales de farándula eran de paga y ellos solo mantenían los canales de antena local, por lo que aún no tenían noción de lo que se estaba especulando con Alex y Piper.

Los estragos que le dejó el alcohol a Piper, fue un indicio de decepción por sí misma, ya que su servidumbre tuvo que arroparla al haberla encontrado dormida en solitario en el sofá de la sala principal. Al mirarse al espejo con amargura, se sintió patética. Y más porque se sintió vulnerable frente a alguien, y ese alguien era Artesian. Desde hacía mucho tiempo que se había jurado que nadie más la apreciaría de tal forma, pero un error no volvería a cometer, ahora iría mucho más en cautela y se aseguraría de controlarse aún más.

Para el lunes, no se volvería a repetir las hazañas del fin de semana, preferiría hundirse en los problemas de sus empresas que en cualquier otro lugar. Tendría que encontrarles sentido a sus negocios para no perder la cabeza. Era mejor concentrar la memoria en la toma de decisiones sobre las opciones que le ofrecían en la elaboración de su revista y en la de sus colecciones. Al fin y al cabo, su estatus financiero y de calidad estaban en riesgo. Debía de hacer acto presente donde se originaba el conflicto.

—Señora Chapman. —susurró Alex con la puerta de su oficina entre abierta.

Piper estaba atendiendo una llamada importante, por lo que aún no se despegaría de la línea, con una seña le permitió la entrada y le indicó que tomara asiento mientras terminaba de hablar. Al poco rato, puso su atención en Alex.

—En las oficinas de Carol no dejan de llamar y preguntar por usted. Han decidido adelantar la junta directiva del mediodía para dentro de media hora. —explicó.

Piper frunció el ceño en enojo. Giró en la silla y luego se puso de pie.

—Tome lo necesario, irá conmigo.

Salió de su oficina y detrás de ella fue Alex. Estando en el vestíbulo presidencial, se encontraron a Nicky que iba directo a hablar con Piper.

—Jefa, necesito su aprobación para enviar a Tanya y Jacob a Grecia para cubrir una nota de citas perfectas para el siguiente número del próximo mes. —comentó agarrando el ritmo de su caminata.

—¿Ya tienen listo todas las impresiones para el número de este mes? —preguntó Piper.

—Ordenado, empaquetado y listo para su distribución. —respondió Nicky.

—Magnífico. —le sonrió—. Por favor, necesito que me hagas el itinerario que seguirán ambos en su estadía, y a mi regreso plantaremos lo adicional.

—Gracias, jefa. —se despidió de Piper deteniéndose por detrás de ella para poder charlar unos instantes con Alex que se había quedado atrás para coger su bolso y los artículos electrónicos—. ¡Hey! —chistó para obtener su atención—. ¿Qué tal te va? —le dijo.

—De prisa. Ando muy de prisa.

—Lo he notado. —se carcajeó levemente—. Espero que cuando te tengan menos ocupada puedas pasarte a edición.

—Eso haré. —le sonrió dulcemente.

Pero los ojos de Piper casi ardían de coraje al ver cómo Nicky hablaba con Alex. No eran nada, y no tenía derecho de tener esos sentimientos, sin embargo, los tenía y por supuesto que los odiaba. Aunque no pudo disimularlo con Alex cuando quedaron a solas en el ascensor.

Azul Insano|Vauseman|[AP#1]/(TERMINADO)✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora