Una familia feliz

Los Watson eran la definición de una "familia feliz".

Eran la envidia de todo el vecindario, pero parecía no importarles.

Se los podía ver haciendo picnics en el parque, desayunando los sábados en Pete's Coffee Shop, yendo a la misa los domingos, abrazándose cada vez que se encontraban como si llevaran meses sin verse y riendo. Reían mucho.

Thomas Watson era un hombre joven y apuesto, con una figura bien formada, grandes ojos grises, encantadora sonrisa y pelo azabache con unas pocas canas. Nunca había tenido mucho dinero, pero era una persona trabajadora y agradecida, y todos le tenían mucho cariño.

May Watson era conocida por todos como una mujer muy hermosa, con ojos verdes como esmeraldas que parecían estar continuamente girando, y podían provocar un pequeño mareo si se los miraba por mucho tiempo. Ellos, junto con su piel del color de los olivos, la hacían destacar entre todos los habitantes blancos como la porcelana de esa zona. Sus abuelos eran gitanos, pero sus padres se habían mudado a Londres antes de que ella naciera, y nunca habían vuelto a acercarse a su familia. No se podía observar en May ninguna de sus costumbres. Sus padres siempre la habían mantenido alejada de ese mundo. También era una mujer con una gran habilidad manual, y cada tanto salía a la calle con los niños a pintar.

Thomas y May se habían conocido trabajando en la mansión de los Fillt, como jardinero y mucama. Y se habían enamorado apenas conocerse. Su relación había sido corta, pero muy intensa. Y, a los seis meses de haber sido presentados, se casaron. Y dejaron la casa de los Fillt, aunque siempre los visitaban, ya que estos los querían mucho. Y también a los niños.

Los niños... Michael, Lucy y Alex. Daba gusto verlos. Eran tan hermosos, tan alegres, tan obedientes. Incluso cuando estaban algo más crecidos eran completamente adorables.
Una frase habitual de las personas que los conocían hacia sus hijos traviesos era: "¿Por qué no eres como los Watson?"

Esta frase se quedó grabada a fuego en las cabezas de algunos niños, sobre todo, de Billy Stuart.