–May, la comida está deliciosa, como siempre –. Dijo Thomas con la boca llena de carne– ¡Aplausos para la cocinera! –Los chicos aplaudieron calladamente–. ¿Qué pasa, niños? ¿Las cosas no fueron muy bien en la escuela hoy?
–Bueno–, dijo May juguetona– Tal vez Alex tendría algo que contarnos de su cita con Emma Bell.
–¿Cita? –rió Thomas–. Me enorgulleces, hijo. Tu hermano nunca tuvo citas. Siempre está metido en sus libros, y sus... paseos por el bosque.¡Y a tu hermana nunca la dejaría aunque la invitaran!
–Bueno, no te enorgullezcas tanto que mi cita no estuvo tan genial. Emma no es más que una tonta niña, solamente le interesan las muñecas y los chicos.
–No creo que sea tan así, hermanito –. Dijo burlonamente Michael– Emma Bell ha vivido en América, se hace cargo de su casa desde que su mamá murió y tiene un talento increíble. Solo no la conociste bien porque no te importó.
–Michael –lo cortó Thomas– deja a tu hermano y cuéntanos, mejor, que te amarga el día a ti.
–Nada me “amarga el día”. –lo imitó.
–¿En serio? Porque encuentro estas actitudes como totalmente nuevas e inaceptables. Si no estás dispuesto a hablar, puedes irte a tu habitación.
El tono serio de Thomas no aceptaba respuestas. Con un resoplido, Michael se levantó de su silla y se retiró tras dirigir una mirada de odio a su padre, que se mantuvo inexpresivo.
Todos en la mesa quedaron sumidos en un tenso silencio hasta escuchar el portazo en la habitación del chico. Entonces Thomas dijo, jovialmente:
–Lucy, cariño, ¿Cómo estuvo tu día?
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Una familia feliz
General FictionNuestra familia es lo primero que nos acompaña cuando llegamos al mundo. Solemos tener con ellos vínculos llenos de respeto, admiración y amor, y esperamos que ellos también nos acompañen cuando nos vayamos. ¿Pero, qué pasa si las diferencias, las p...