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–¡Michael! –Lucy entró corriendo a la habitación de su hermano que tuvo que abandonar su lectura.

–¿Qué ha pasado? ¿Qué te altera tanto, hermana querida? ¿Acaso ese rufián se te ha vuelto a acercar? –Lucy lo fulminó con la mirada y la sonrisa de Michael osciló– ¿Demasiado Shakespeare?

–Definitivamente –Le tendió la mano a su hermano para que se levantara y éste protestó– Alex desapareció.

–¿Qué? –Michael se levantó de un salto de la cama.

–Fui a lo de Jason a devolver el collar y me dijo que la profesora Meyers, que es su esposa, le contó que papá y la señora Anderson fueron a buscar a Paul y a Alex a la escuela porque al parecer Alex se fue de casa ayer y fue a lo de Paul y luego supuestamente fueron a la escuela, pero... pero en realidad ellos nunca habían ido. Y entonces nadie sabe dónde están. Ahora papá y mamá están buscándolos por todo el pueblo. ¿No notaste que papá no estaba en casa?

–Supongo que me acostumbré a que llegara tarde. –Se estiró– Se fugaron juntos, eso seguro.

–Pues claro. Pero, ¿A dónde? No tienen a dónde ir...

–¿A dónde van todos los que quieren alejarse pero no tienen a dónde ir?

–Oh.

–Tú y yo lo sabemos bien, ¿Eh? Mamá y papá están buscando mal.

–Cállate y vamos. Nuestro hermanito necesita ayuda.

Una familia felizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora