Capítulo 23

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—Eres MIA y te lo pienso demostrar nena…

Toma mis manos poniéndolos encima de mi cabeza, retrocedo hasta chocar con una pared, con la otra mano sujeta fuerte mi cintura para tener la certeza que no voy a escapar de sus garras, sus labios descienden por mi cuello dando leves mordiditas, entre abro mis labios para exhalar gemidos rogando por más.

—No es justo—Jadeo suplicante—siempre me quieres distraer condenado gilipollas.

—Tienes una boca muy sucia nena—me muerde duro el cuello y yo me quejo de dolor.

— ¡Joder contigo! Eres un bruto—le recrimino acariciándome la zona afectada.

Se ríe a carcajadas y me encanta tanto verlo así que ni se imaginan, libera mis manos, dejando caer la toalla que cubría mi desnudez, toma los lados de mi bikini desatándolos para dejar completamente desnuda a su merced.

— ¿Sabes una cosa Hottie? —pregunta mientras sus largos dedos recorren toda mi espalda baja.

—No—le digo con indiferencia fingida, y joder, es que este hombre me pone un dedo encima y me vuelvo su súbdita.

—Eres mía y por eso voy a follarte justo ahora—dice su voz calientemente excitado.

—Pues fíjate que no me apetece follar contigo—miento descaradamente juntando lo más que puedo mis piernas para que no note mi humedad.

— ¿Ah, sí? —inquiere dudoso mientras desliza sus dedos por mi entre pierna descubriendo mi humedad. —Te olvidas que este cuerpo es mío y lo conozco mejor que tu mí querida Hottie.

Y sí que tiene razón, por voluntad propia vuelvo abrir las piernas permitiéndole el acceso a mi interior, me apodero de su boca como una posesa besándolo con el mismo furor que sus dedos se mueven dentro de mí, me separo de sus labios en busca de aire deseando que su gruesa polla reemplace el lugar de sus dedos para que me haga levitar del placer.

—Espero que tengas un condón —le digo jadeando mientras sus dedos no me dan tregua y al pronunciar esas palabras que lo sacan de quicio los mueve con más fervor como si fuera posible.

—No pienso usar condón contigo Hottie, necesito sentir tu piel y no me lo vas a prohibir.

Cuando siento mi orgasmo cerca retiras sus dedos, y me coloca de frente a la pared, se para mis piernas inclinando un poquito más a su alcance, lo escucho desabotonar y retirarse el pantalón lanzándolo algún lado de la habitación, se agacha un poco para pasar su lengua experta por mis pliegues húmedos reactivando mi orgasmo, su lengua me penetra y yo solo puedo retorcerme del placer tan intenso que provoca con tan solo su boca este hombre es un Dios.

Empiezo a ver colores anunciando la llegada de mi tan ansiado orgasmo mi sexo vibra en su boca por los fuertes espasmos de la corrida, apenas puedo sostenerme de la pared. Se pone de pie y siento su miembro húmedo rozar mi vagina me deslizo más hacia atrás facilitando el encuentro.

Se desliza en mi interior de manera suave y pausada sabiendo todo lo que provoca en mí, por unos minutos mantiene ese ritmo pausado sabiendo yo que solo me está preparando para él, debo decir que tantos días sin sentirle hace que me duela un poquito lo que ha este hombre le cuelga entre las piernas es una monstruosidad.

—Mas, por favor —le suplico sabiendo que estoy cavando mi propia tumba.

—Con que quieres más pequeña golosa—Dice saliendo completamente de mi interior para penetrarme con fuerza.

Empieza con un ritmo constante rotando deliciosamente las caderas pero penetrándome como solo él sabe hacerlo y juro que no siento las piernas tanto tiempo parada más la intensidad de este hombre

«Joder»

Su instinto parece avisarle que no puedo sostenerme más porque sin salirse de mi interior me arrastra hasta la cama donde empieza a embestirme duro, me sujeta del pelo y sigue entrando y saliendo sin darme tregua.

—Me encanta como me aprietas nena—dice jadeante mientras lo siento expandirse en mi interior y sé que su orgasmo esta tan cerca como el mio.

—¡AH! —grito cuando me da una embestida que me hace saltar hacia delante.

—Me jode que me lleves la contraria—embiste duro mi interior—me jode que hayas enseñado las tetas Sarela — sale y entra de mi interior como un loco pero sin hacerme daño.

—¡Dios Jorge! —gimo fuerte—no te vengas dentro por favor.

—Prohíbemelo —dice saliendo de mi interior para volver a entrar con más fuerza desatando un fuerte orgasmo.

Me hace venir como un rio y mi vagina estrecha lo aprieta mientras su miembro excitado se expande, siento como me inunda con su semen, se queda unos minutos en mi interior y luego sale para acostarse en mi lado.

—Me vas a matar mujer—dice cansado.

—Que cínico eres hombre, si apenas puedo juntar bien las piernas—me quejo.

—Vamos, necesitamos una ducha—dice poniéndose de pie.

—Ni lo sueñes, se lo que significa que nos bañemos juntos y no me vas a volver a follar, me duele la entrepierna cabrón—rechazo rápidamente su oferta.

—Me voy a venir rápido,  te lo prometo—dice sonriendo mientras se acaricia la polla semi erecta.

—NO, no y no, así que báñate primero yo me voy a mi habitación—respondo tratando de ponerme de pie.

—Tu no vas a ninguna parte condenada —me carga en sus brazos y no me resisto porque sé que no lograría nada.

Luego de haberme follado por segunda vez en la ducha,  pero esta vez bien despacio permitiéndonos saborearnos,  junto somos una bomba y aunque mas tarde no pueda caminar me encanta tenerlo dentro de mi. 

«Que conste que no quería»

Nos bañamos y nos acostamos desnudos en su cama hablando y aclarando algunos temas, y la verdad es que estoy exhausta, mis ojos me pesan mientras me acurruco en el pecho de mi hombre y me quedo dormida en sus brazos.

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Agradecida mis amores por su fidelidad y apoyo.

Aqui como cada martes, recuerden que es provisional luego publicaré más seguido.

¿Qué les gustaria saber de mi, me gustaria saber desde dónde me leen y que es lo que más les gusta de mi novela, asi que comenten y nos vemos el martes próximo o antes depende de ustedes.

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