capitulo 30

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Espero que la espera haya valido la pena mis amores, gracias por el apoyo y nos leemos pronto...

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—Estás aquí —digo sorprendida.
—Hola nena—le dijo sonriente.

Bajé corriendo lo que le quedan de los escalones y me tiro encima de él enganchándome en su cintura.
Junto nuestros labios de manera rápida y él muerde mi labio inferior con fuerza, sus manos aprietan mi culo y yo le jalo el pelo hasta que un carraspeo nos rompe la burbuja.

—Mamá, papá —digo al percatarme de la presencia de mis padres bajándome de manera rápida de él.

Jorge está de espaldas a mis padres loco por reírse me coloco en frente para encarar a mis padres.
—Mentalmente no estoy preparado para verte en este tipo de acciones así que por favor respetame principessa—dice mi padre y yo agacho la cabeza avergonzada.
—Lo siento papi —digo abrazándolo y besando sus mejillas y mi madre sonrie cuando me devuelve el beso en la frente.
—Si bien quiero nietos me gustaría que esperen el matrimonio —dice mi padre serio y casi me atraganto con la saliva.
Miro a mi gruñón y si bien mantiene su rostro inexpresivo se que muere por reírse de esta situación.
—Cariño no seas ridículo, que los tiempos han evolucionado y tu hija no es una niña —le dice mi madre ganándose una mirada reprobatoria.
—Siempre serás mi niña— dice besando mi cabeza— pero respeten mi casa—dice sonriendo.
—No te preocupes Carlos que tu hija solo estaba emocionada —dice Jorge con una sonrisa sínica limpiándose de la situación.

Después de ese bochornoso momento pasamos a la cocina de mi casa con mis padres mientras ellos tomaban una copa Jorge me daba la comida en la boca asiendo suspirar a mi madre que es una romanticona sin remedios.
—Puedo comer sola—le digo bajito para que solo él lo escuche.
—Lo sé, pero este es mi trabajo—dice sonriendo mientras lleva nuevamente el tenedor enrollado de pasta a mi boca—Abre la boca—ordena con paciencia solo porque mus padres están presentes.
—Me alegra que tengas quién cuidé de ti principessa mía —dice mi padre con los ojos brillosos por el alcohol —Jorge hijo gracias por cuidar también de mi pequeña—le agradece mi papá.
—No me agradezcas Carlos, esta mujer es mi vida y para mi es un placer cuidar de ella—le responde mirándome a los ojos.
Mi madre suspira y yo ruedo los ojos porque tiene a mis padres comprados con su falsa paciencia.
—Como sea gracias por eso—le sonrie mi madre—y por cierto cuando será la boda —pregunta mi madre y yo literalmente quiero asesinarla.
—Si fuera por mi mañana mismo—responde mi gruñón sin pensarlo mucho.
—Recién él se presenta y ya quieren preguntar sobre la boda—les digo irónica rodando los ojos.
—No seas dramática, conocimos a Jorge desde que nació —me responde mi madre rodando los ojos.
Yo imito su gesto mientras su futuro yerno disfruta de la situación, intento pararme pero su mano me retiene y me da una mirada de advertencia.
—No has terminado de cenar—dice en un tono bajo y calmado lo suficiente para que solo yo lo escuche.
—Bueno nosotros nos retiramos —dice mi padre tomando a mamá del brazo para levantarla del lugar donde estaban sentados. —Jorge puedes quedarte si quieres,  los dejamos para que se pongan de acuerdo—inquiere mi padre y asiente con la cabeza.
—Cariño buenas noches—dice mi madre besando mi frente—Jorge gracias por hacerla comer esta niña esta muy malcriada y no quiere comer—le dice.
—Descuida Sarel, tu hija y yo tenemos ese tema pendiente —besa la mejilla de mi madre.

Cuando mis padres se retiran y él termina de darme mi cena en contra de mi voluntad, decide quedarse en la casa.
—Tu y yo tenemos una interesante charla…

Pov Jorge

Estar aquí con mi chica en brazos no tiene precio,  le acaricio el cabello mientras su cabeza descansa en mi regazo,  ella es tan perfecta todo lo que necesito, mi futura esposa y no estoy dispuesto a perderla por nada del mundo.
La veo dormitando y se ve tan angelical, así calladita, se que tenemos que hablar pero no se ni por donde empezar y tengo a Francesca respirándome en el cuello y Joder!  «Maldigo el dia en que conocí a esa mujer»
La levanto de mis piernas para llevarla a su cama
—Nooo, quiero dormir —refunfuña bostezando.
—Shhh… nena Shhh—le susurro para que vuelva a dormir mientras la cargo. —Solo te llevaré a la cama—le digo mientras sus delicados brazos rodean mi cuello.
Camino dispuesto a subir las escaleras con mi chica para llevarla a su habitación  mientras sus dedicados labios rozan mi cuello, están fríos y que me jodan si no me muero por besarlos. Mientras voy subiendo las escaleras, la llevó como si fuera un bebé «Mi bebé »
—Vaya, vaya—dice una voz a mi espalda—Pero si es el magnate Jorge Miller —dice divertido.
Volteó a ver y es uno de los hermanos de mi chica y por su color de cabello puedo distinguir a uno de los gemelos Moretti.
—Buenas noches Liam, gusto de volver a verte—le respondo sincero.
—Lo mismo digo—dice mientras señala a su hermana con la mirada.
—Se quedo dormida, la llevaré a su habitación y luego me voy —le explico.
—Así que ahora eres nuestro cuñado—dice con sorna—Espero que cuides muy bien de nuestra pequeña nena—dice con tono neutro.
Respiro profundo recordándome que es uno de los hermanos de Sarela y que solo cumplen su papel sobre protector como yo haría con mi hermana.
—Descuida no tengo intensión de dañarla, ni dejar que la dañen —intento retomar mi camino a la habitación y su voz me detiene nuevamente.
—No te conozco lo suficiente pero espero que cumplas tu promesa—me dice llegando a mi lado y palmeando mi hombro amistosamente. —Esa pequeña que tienes en brazos tiene tres hombres a parte de ti que matarían a cualquiera que intente dañarla hasta con el pétalo de una rosa—culminó.
—Me estás amenazando—le digo enojado y mi chica se remueven en mis brazos—No les quito su derecho pero ahora es mi turno, y no tienes que decirme como cuidarla, intento ser amistoso por que eres su hermano pero no te permito que dudes de mis capacidades y métodos para cuidar de ella—le digo enojado pero con la voz controlada.

—Liam—Susurra mi chica levantando la mirada e intentando bajarse de mis brazos y la retengo con más fuerza a siéndole saber que su lugar es en mis brazos. —Todo bien—nos repasa su mirada somnolienta a ambos al ver nuestros ceños fruncidos.
—Si todo bien pequeña Hobbit —la acaricia tiernamente y mi chica le sonríe.
—Si nena,  solo compartíamos un par de palabras —digo con voz neutra y me mira dudosa.
—Esta bien pequeña, ve adormir te quiero—Liam besa su frente y se va.
—Seguro que todo bien—vuelve a preguntar dudosa.
—Nena eres muy curiosa—Le digo besándole los labios que mantenía fruncidos.
Se resigna y me indica el camino para llegar a la habitación, abrí la puerta y la miro con sorna y ella sonrie encogiéndose de hombros, vuelve a enterrar su cara en mi cuello y se que no puede contener la risa.
—No te rías—me muerde ligeramente el cuello y la nalgueo provocando que sus dientes se claven aún más en mi cuello.
—Veo que te gusta mucho el rosado—le susurro cerrando la puerta.
Esta habitación es muy Rosa, todos los tonos de rosa, gris y dorado que te puedas imaginar, muchos peluches, y muchas fotos en la pared,  una habitación súper aniñada.
Sarela saca la cabeza de mi cuello no sin antes chupar con fuerza provocando que entierre mis manos alrededor de su cintura.  Se baja de encima de mi quedando frente a frente y me sonríe provocando miles de sensaciones sin obviar que estoy putamente excitado con una erección que solo aclama su lugar favorito y dentro de mi bella hottie.
—Es mi habitación de la infancia—se encoge de hombros. —Ven conmigo tomemos un baño.
Me toma de la mano y atravesemos un largo pasillo, la veo caminar y es diminuta ante mi tamaño pero encajamos también que joder me muerdo los labios mientras veo como sus firmes y grandes nalgas se mueven con su caminar, estoy pensando seriamente en romper la promesa de profanar con sus gemidos la casa de mis suegros.
Estoy tan  concentrado  en mis pensamientos,  en como su estrechez me aprieta y me absorbe, como me grita por mas y las veces que va encima me grita despacio para que no me descontrolé porque en esa posición a penas puede aguantar todo mi tamaño, me gusta verla tocarse y más me gusta su boca alrededor de mi polla.
—Que pensamientos tan sucios estarás pensando—se coloca frente a mi y posa sus manos en mi boca liberando mis labios que aún estaban prisioneros.—En que estábas pensando, me coge la cara entre sus delicadas manos y me mira con una sonrisa pícara.
—En ti en la pose en cuatro mientras te penetro duro y te tomo del cabello, tu cara enterrada entre las sábanas tratando de callar tus gemidos para que tus padres no te escuchen mi mientras te nalgueo dejando mis manos marcadas en tu blanco culo preciosa Sarela—le digo sincero con la voz excitada a trayéndola más a mi para que note mi dureza que solo ella provoca con sus gestos tan tiernos.
Jadea con sorpresa cuando la cargo y la pego a la pared apoderándome de sus labios mientras trata de frotarse con mi dura erección.
—Jor… Jorge —Gime mi nombre cuando me apodero de su cuello moviéndome al compás de sus movimientos.
—Tene.e..emos que parar —le digo con dificultad tratando de despegar mis labios de su cuerpo.
—No quiero—lloriquea agarrándose de mi cuello con más fuerza evitando que la coloque en el suelo.
«Esta niña no me la pone fácil »
—nena—le digo con cariño —estamos en la casa de tus padres por favor no me hagas esto—le ruego.
—Debiste pensarlo antes de contarme tu fantasía —responde chula.
Se pone de pie nuevamente y camina conmigo entramos a otra habitación que es muy diferente, una habitación en blanco y beige y es realmente grande lo que me hace pensar que era una nena consentida por que todo este espacio es una sola habitación, la habitación con muebles rosas no es mas que una fachada infantil, está habitación es mas tranquila, la cama matrimonial luce excelente y la vista magnífica.
—Te gusta—pregunta dándose la vuelta.
—Eres una consentida—le beso la nariz—me imagino que tus padres te cumplen cada capricho, esto es único y raro viniendo de ti—le digo sonriendo.
—Mi Tía la diseño para mi cuando cumplí 13—se encoge de hombros—Y eres el primer hombre aparte de los de esta casa que entra en esta habitación.
La beso de nuevo y es que no puedo vivir lejos de sus labios, caminamos mientras nos besamos hasta chocar con un sofá y la siento ahí y me a rodillo entre sus piernas.
—preciosa—bajo un camino de besos desde su cuello hasta detenerme en sus prefectos senos.
Se retuerce con mis caricias atrapó uno de sus pezones por encima de la ligera blusa de pijama y lo jalo haciéndola arquear la espalda.
—Jorge — gime y me agarra del pelo mientras mi boca desciende por todo su pecho llegando a mi lugar favorito.
Bajo lentamente su pantalón besando sus muslo y deslizándolos afuera de su cuerpo,  se queda en unas diminutas bragas de algodón color rosa, le abrí más las piernas para disfrutar a plenitud de  mi manjar.
Gime alto cuando atrapo su clítoris con mis dientes por encima de la tela del panty, los deslizo hacia abajo tirándolos en algún lugar de la habitación.
Mi vista se deleita y mi boca se hace agua acerco mi boca hasta que mis ojos se enfocan en un objeto de metal atravesado verticalmente  en su zona intima.
—¿Qué es esto Sarela?...

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