Capítulo XLI: "Vencido"

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Hay que llorar mucho para que se te lleguen a acabar las lágrimas. He llegado a ese punto.

Una mujer en un traje de oficina sale corriendo desde un edificio, su cabello desordenado en su moño. No nos da a mi- o al memorial- una segunda mirada. Es Hannah Asher, se ve pálida y cansada. Ahora que lo pienso, así es como ha lucido los últimos cuatro o cinco días, probablemente desde que recibió las cintas.

¿Quién mas está en estas cintas? ¿Qué tan malo puede llegar a ser?

Daniel nota la pulsera y la gira para leer la descripción- no es una pulsera femenina, pero no es muy masculina exactamente- y resopla mientras lo lee.

-Excepto que no se tomó el tiempo para crear buenos recuerdos - Daniel dice con ironía-. Dejó unos dolorosos.

-Sin embargo, le herimos. Bastante mal.

Daniel levanta la vista para mirar a la señorita Asher abrir su auto.

-Al parecer, Adelaide atravesó su vidrio con una piedra - dice inexpresivamente. Cierra los ojos e inclina la cabeza hacia atrás, su piel se ve amarilla por la iluminación en la calle -. Me di cuenta cuando encontré las cintas. Ella se quedó conmigo- Colton se quedó con ella. Ahora yo estoy contigo. Es curioso que los secretos que Dylan pensó que nos separarían, nos unieron.

No tengo que responder, pero entiendo lo que dice.

-Lo que no nos separa, nos hace más fuertes -murmuro. La cabeza de Daniel se endereza cuando mueve una pierna hacia adelante. Yo lo sigo -. ¿Hacia donde ahora?

-Unos departamentos a unos veinte minutos desde aquí - se muerde los labios -. Es una cinta dura.

Me rio sin humor.

-¿No lo son todas?

Sorprendentemente, Daniel sonríe.

-Si, supongo.

No escucho la cinta mientras estoy en el auto. En vez de eso, Daniel y yo discutimos el por qué, cómo, cuando no nos dimos cuenta y cómo todo empezó. Nos estacionamos frente a unos edificios. Daniel hace una mueca hacia el Mc'Donald que está al final de la manzana, atrás de un hotel.

-Voy por comida - dice.

No dice nada más, solo se detiene a mitad de camino hacia la puerta y me mira con cuidado.

-Me quedaré aquí, escuchando la cinta.

Daniel asiente y me deja solo, en un auto, con un walkman amarillo, un libro de poesía y las ultimas voces de mi mejor amigo muerto.

"Solo faltan tres más. No se den por vencidos conmigo ahora.

Lo siento, creo que eso es algo raro de escuchar. Porque... ¿no es eso lo que estoy haciendo? ¿Dándome por vencido?

Si. De hecho, lo estoy. Y eso, más que nada, esto es lo que me lleva a hacer lo que estoy haciendo. No importa nada de lo que he dicho, no importa a quien le he hablado, todo se reduce a- todo termina en- mi. Bueno. Yo y otra persona. Pero no es su turno ahora, y cuando lo sea... vas a entender mucho mejor esto que te estoy diciendo"

Cierro mis ojos y me inclino hacia atrás. ¿Quién es la otra persona? ¿Esta mal que espere que no sea yo?

Solo quedan tres cintas, incluyendo esta, y después de todo lo que ha dicho, esta parece ser finalmente la mía.

Si no lo es... ¿Cuándo voy a aparecer? ¿Cuándo voy a saber que hice?

Por 13 razones (HOBRIEN Adapted)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora