Capítulo 4

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Están a un par de horas de llevar a cabo su plan. Exactamente unas doce horas. El mes de vacaciones se ha pasado prácticamente volando, y el día continuo regresaran a clases, y todas saben lo que significa. Y la única que parece verdaderamente interesada en volver es Caroline, piensa que entre más rápido acabe todo, más pronto podrá irse a la Universidad que, según ella, será un nuevo comienzo. Una etapa muy ansiada durante toda su vida.

—Lo primero que vas a hacer es ir a Secretaria, e inscribirte—. Aclara la pelirroja, para acallar las dudas que tiene la deportista.

—¿Abren las inscripciones tan pronto?—. Inquiere Jake, con una mueca de incredulidad, bastante notable, a través de la pantalla del computador.

Caroline rueda los ojos; ¿cómo se supone que va a ganar, si no sabe cosas tan básicas? Lleva haciendose esa pregunta desde que comenzaron a planear todo, sabe que es lista, tiene un poco de cerebro, pero no le pone la suficiente atención a la cosas, algo en lo que debería mejorar pronto. Suspira, pero no dice nada. Se lo calla, tal y como lo ha hecho todos los días anteriores.

—Si, así es todo los años—. Se limita a contestar, como si fuera muy obvio, pero de las cuatro, es la única que parece saberlo. Bueno, tal vez Isabella lo sepa, pero no le da más vueltas al asunto. No es lo primordial.

—¿Tienes las propuestas, Jake? —. Pregunta la pequeña rubia, siguiendo con el tema central.

—Si, las guarde en mi bolso para no olvidarlas—. Responde con una sonrisa orgullosa.

—Bien, eso esta muy bien—. Murmura Arianna, todas se percatan enseguida de la vacilación de su voz, como si algo le preocupara. Parece pérdida, como si estuviera en otro mundo.

Para sorpresa de todas, Isabella es quien se decide a preguntar, pues a pesar de que lleva solo dos pares de semanas con aquellas chicas, ha logrado tomar mucha confianza, y se ha dejado ver tal cual es. Juntarse con la castaña, ha influido mucho más.

—¿Qué te sucede? —. Interroga, y todas saben de inmediato qué se refiere a la pelinegra, la cual se muerde el labio inferior, demostrado aún más qué tiene los nervios alterados.

—Mañana veré a Roger—. Se sincera, Caroline vuelve a torcer lo ojos, aún cuando todas la pueden ver a través de sus pantallas. Nadie dice nada con respecto a eso, solo lo ignoran.

—Todo estará bien, no te preocupes por eso—. Habla una muy positiva castaña.

—Cierto, estate tranquila, nada malo va a pasar—. Asegura Isabella, y a pesar de que realmente no esta muy segura, nadie parece notarlo.

Se hace el silenció, y la pelinegra no se muestra nada convencida, desea que Caroline, que es la que más conoce, por obvias razones, a su novio, diga algo para apoyarla, y tranquilizarla.

—Debo irme—. Es lo que pronuncia la pelirroja, y es ahora ella la que parece un poco distraída.

—Si, yo tambien—. Concuerda Arianna muy decepcionada, la chica esa solo la ayudará por obligación, ¿cómo fue que si quiera pensó en que trataría de levantarle el ánimo? Es tan estúpida, y lo peor es que ahora la paranoia se ha aumentado, ¿y si no dijo nada por qué sabe algo más? Será que Roger le dijo que le iba a... No, tiene que tener la mente clara, no puede seguir así o se volverá loca. Lo mejor es irse a descansar.

—Nos vemos mañana—. Se despide Jake, y es la primera en salir de la vídeo llamada, lo cual el resto imita de inmediato.

𝒮𝑜𝓂𝑜𝓈𝒞𝒽𝒾𝓋𝒶𝓈¹²³⁴

Las cuatro ya se encuentran en la escuela, todas por su lado, encargándose de sus cosas.

Caroline, esta en el solitario salón de clases, repasando una vez más todos los deberes de matemáticas, su primera clase del día, mientras que espera a que Jackelyn le de señales de vida, tal y como habían acordado por teléfono a las tantas de la madrugada, cuando la castaña la llamo y le confeso que estaba nerviosa, y que necesitaría si ayuda.

Uniendo Fuerzas [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora