Capítulo 30

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— ¡Lo sabía! ¡Lo sabía! ¡Lo sabía! —. Los gritos emocionados de Isabella, no solo las sorprende a todas, sino que las deja confundidas. Nunca la había visto actuar...pues, así. La rubia al notar sus miradas se encoge de hombros sin darle importancia —. Soy del tipo de persona observadora, es a lo que me dedicó en la escuela además de estudiar. Existía un alto por ciento de posibilidad de que terminaran enredados—. Un vago recuerdo de una semana después de conocerse hace clic en sus cabezas al instante. Recuerdo de la primera frase siendo dicha por ella en ese momento también.

—Siendo sincera, esperaba esa reacción más por parte de Arianna—. Caroline es la primera en hablar.

—Uno no puede controlar las emociones todo el tiempo, Carol, me nació y solo lo...deje que fluyera—. Indica, moviendo sus manos de su pecho hacía adelante, haciendo como si algo saliera de allí.

Son eso de las cuatro de la tarde del jueves, y es a penas hasta ese momento que ha podido –querido- contarles a las tres chicas, que ahora se encuentran en su habitación, sobre su relación. Uno de los motivos es que esa mañana –por que su madre se lo ordeno- también sea tuvo de ir a la escuela, y como quería contárselos en persona –porque así se le hacía más cómodo-, tuvo que guardarse hasta ese momento el motivo de la felicidad que la ha estado emocionando internamente.

"Soy la novia de Stevan". El pensamiento le resulta increíble, y le hace sonreír ligeramente.

—Bien, al menos disfrutaste de robarme mi línea—. Regresa su atención al presente. Por la forma en que lo dice la pelinegra es más que obvio que es una broma, sin embargo mantiene una cara de indignación bastante convincente.

—Puedes gritar todo lo quieras si así lo quieres—. Es la castaña quien habla esta vez.

— ¡No!—. Se apresura a intervenir la pelirroja, en el mismo momento que Arianna dice—: Ya no tiene gracia.

— ¿Por qué no Caroline? —. Indaga la chica, mirándole fijamente.

—Porque...—. Comienza, y se pregunta si es una buena idea responder.

—Ajá. Esperando—. Insiste ella.

— ¿No quieres mejor oír los detalles sobre nuestra conversación? —. Cuestiona, acomodándose las gafas.

—Sí estás tratando de cambiarme la conversación...—. Murmura, cruzándose de brazos—. Ha funcionado estupendamente, a ver, desembucha y que sea hasta con el último detalle, y que no se te pase nada porque no te dejare de molestar por una semana—. Advierte, sentándose en la cama no sin antes empujar las piernas de Jake que ocupan casi todo el espacio acolchonado.

—A quitarme la comodidad. No pueden ver al pobre bien acomodado—. Comienza a quejarse en voz baja, mientras se acomoda de un solo lado de la cama, y no en toda.

—No habría nada de nuevo en eso—. Señala la pelirroja mirando directamente a la chica.

—Seré el doble de intensa—. Indica—. Incluso te molestare para hacerte un nuevo corte de cabello.

—Me caes mal—. Murmura ella, acomodándose en la silla de su escritorio, que es la que tiene más cercana.

—Yo sé que no, ahora habla—. Acota ella, poniéndose cómoda con una almohada sobre las piernas y con la cabeza apoyada en sus palmas abiertas.

—Apoyo eso, habla pelirroja—. Incita la deportista, colocando sus manos detrás de su cabeza y mirándola fijamente, al igual que Isabella y Arianna.

Les cuenta cada cosa, y los comentarios no se hacen esperar terminada cada oración que la chica dice. "¿Público invisible? Esa estuvo buena", "Oh, yo quiero helado", "Se viene lo bueno", "¿Enserio solo lo pregunto así de la nada?", "Modo drama encendido", "Aww, a que la Caroline cursi salió a flote", "Él sí que sabe lo que quiere", "Diabetes ven a mí", "Que mala eres, Caroline".

Uniendo Fuerzas [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora