Se levanta de la cama por segunda vez en menos de diez minutos, su ceño se mantiene fruncido y algo parecido a la rabia y a la confusión se mantiene en su cara. Observa al chico frente a ella, a un metro más o menos de distancia, su ceño este más fruncido, su postura demuestra enfado al igual que sus grandes ojos, y sus labios se mantienen en una perfecta línea recta. Se cruza de brazos transmitiendo seguridad, pero ella en realidad se siente un poco amenazada, aún ese pequeño miedo que tenía por su hermanastro, no desaparece por completo.
— ¿Qué quieres, Carlos? —. Interroga, cuando vuelve a encontrar su voz y está segura de que esta no tiembla.
—En los últimos meses has cambiado bastante, la zorra de Jackelyn te ha enseñado bien, pero no lo suficiente, sigues teniendo aún una parte que se aterra fácilmente—. Divaga, pero a pesar de su tono divertido, ni una pizca de alegría se refleja en su rostro, este permanece impasible.
—No la insultes, Carlos...
— ¿O qué? Me vas a golpear como a Ed. No lo creo, pequeña rara.
— ¿A eso has venido? —. Inquiere, tratando de mantenerse en calma—. Porque si es así, no tengo tiempo que perder. El trato era que no me molestabas en mi habitación, Carlos, solo en la escuela.
—Claro, y se suponía que nadie se iba a enterar, pero mi mejor amigo lo sabe, el trato se cierra.
— Considerando que le mentiste, creo eso no es cierto, ¿o es qué después del pequeño incidente descubrió que eres un mentiroso? —. La rabia y el desagrado se notaban en su tono de voz al recordar lo que había dicho el imbécil ese.
— ¿Lo de que me acostaba contigo? Se lo dejo de creer en cuanto le dejaste el ojo morado, ahora solo cree que estás loca por mí o algo así—. Indica—. Y aún estoy debatiéndome sobre si eso es bueno o malo.
—El hecho de que crean que me gusta no es malo, es engorroso...
— ¿Qué?
—O por favor, ¿enserio? Qué es fastidioso, es molesto—. Explica, rodando los ojos, mientras recuerda la charla de sinónimos que le dio Caroline, debería agradecerle más tarde.
—Yo creo que es un favor a tu reputación.
—A diferencia de ti, Carlos, no quiero que mi reputación se base en que me enamore de un imbécil sin cerebro y superficial—. Indico, sacando valentía de un lugar muy profundo que ni ella misma sabía que existía. Prosiguió a hablar, antes de que su hermanastro, que no parecía nada contento con sus sinceras palabras, dijera nada—. Por esa razón, quiero que lo desmientas totalmente.
—No estás en condiciones de exigir nada—. Hablo, siendo evidente que contenía su furia.
—Oh claro que sí, tú eres el que sale perdiendo aquí, no sería para nada difícil decirle a todos que somos hermanastros, porque al final de cuentas, no perdería nada, pero para ti parece ser muy importante, ¿cierto, Carlos? —. Acoto, con lentitud, mientras el chico se acercaba con paso rápido y firme hacia ella. Sintió la adrenalina surcar todo su cuerpo, la sensación era mayor a cuando estaba corriendo, o mejor dicho escapando, pero se diferenciaba en un pequeño aspecto, esta sí que le gustaba, y le gustaba aún más ver la cara de su no tan querido hermanastro, llena de rabia y frustración, y con ese un toque de miedo en la parte más oculta de sus ojos.
"Grábalo en tu cabeza, así puedes dibujarlo y regalárselo de cumpleaños, seguro que le encantara ver su cara". Le murmuro una suave voz en la cabeza, y tuvo que contenerse para no sonreír.
—Hija, ¿qué hacen? —. La voz de su madre hizo que se separara del chico de inmediato, dejo que la sonrisa se colara en sus labios y miro a la mujer que le dio la vida.
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Uniendo Fuerzas [Borrador]
Novela JuvenilJake es impulsiva, Caroline es controladora, Arianna finge demasiado e Isabella es demasiado buena para su bien. Cuatro chicas, cuatro caminos, cuatro destinos y cuatro luchas que combatirán estando juntas...Uniendo Fuerzas. Portada por: @beloftedes...