Capítulo 4: El Mapa del Merodeador

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La fiesta de los irlandeses estuvo buena, pero no pudimos acercarnos, era demasiado peligroso y arriesgado, alguien podría descubrirme y hasta ahora todo iba muy bien. Estuvimos un rato platicando divertidos con la fogata y comiendo malvavisco. Nos divertía las imitaciones de Samantha cuando contaba cómo Krum había atrapado la snitch y le preguntaba a Sirius, sí ella también podría volar algún día así. Por lo que él asintió riéndose.

Hermione se paró alejándose de todos, yo la mire entrecerrando los ojos, luego me voltee a Ginny, quien reía contenta.

--- Ahorita vengo --- le dije en un murmullo, ella vio a Hermione y asintió.

--- A ver si la haces entrar en razón, esa actitud le está haciendo daño y a los Black también --- me dijo, por lo que asentí.

Camine a donde estaba mi amiga, quien tenía los brazos cruzados y al tocarla se dio la vuelta asustada, limpiándose los ojos, que los traía rojo, lo que indicaba que había estado llorando hace poco.

--- ¿Todo bien? --- le pregunte, hizo una mueca --- oye, ¿Qué te pasa?, parece que estas...

--- ¿Celosa? --- preguntó Hermione, yo me encogí de hombros --- pues sí... ¡puedes creer que estoy celosa de Samantha!, no me quejo de mis padres, Jean y Hugo Granger son buenas personas y me quieren mucho... pero al ver a Sirius con Sam... solo me pregunto, ¿Cómo hubiera sido crecer con ellos?, consciente de que era bruja y rodeada de todo esto... de la gente alabándote y esas cosas. Digo, no es que yo quiera ser una princesa o algo por el estilo... pero...

--- Entiendo --- dije asintiendo, pensativo --- entonces dales una oportunidad, Sirius y Galadriell se alejaron, porque así lo quisiste tú, te están dando tu espacio, pero si quieres arreglar las cosas entonces tienes que dar el siguiente paso tu misma, ellos ya lo hicieron.

--- No es fácil, ¿tú crees que es fácil dejar mi lado muggel para ser una sangre... limpia? --- hizo una mueca como de asco, igual a los de sangre limpia cuando hablan de los nacidos de muggel, por lo que me reí.

--- No eres sangre limpia, la madre de Galadriell es hija de muggel, tienes sangre mestiza --- le señale, divertido, a lo que ella asintió --- oye eres mi prima, se suponía que íbamos a crecer juntos, posiblemente en el castillo, pero a ninguno se nos dio esa oportunidad, entonces, ya que podemos, bueno cumple tu papel como primogénita de los Black y deja que tus padres te conozcan, Sirius y Galadriell te extrañan, estuvieron toda la vida buscándote, si tienes esos celos, solo perdónalos, sigue adelante y puedes verlos como esos padres que se sacrificaron por el amor de su hija.

--- Pero... ¿Qué pasa con mis padres muggel?

--- Ahí siguen, nadie te prohíbe tener cuatro padres --- le señale, a lo que ella asintió contenta para abrazarme.

--- Gracias Harry, no sé si te lo he dicho, pero eres un excelente príncipe --- me dijo, cuando me soltó --- y algún día no me cabe la duda de que serás un gran rey.

--- Ve con Sirius.

Me quede rezagado, caminando atrás de ella, para verla sentarse a lado de Sirius contenta, él le ofreció un poco de malvavisco, lo cual Hermione lo tomó emocionada.

--- Gracias... papá --- dijo en un susurro que él y yo muy apenas pudimos escuchar.

Me senté a lado de Ginny, justo en el momento en que los ojos de Sirius se iluminaban con un gran brillo y abrazaba fuertemente a Hermione, demasiado emocionado, ella le devolvió el abrazo más relajada. Nadie hizo ningún comentario de lo sucedido, pero parecían que todos estaban contentos, cuando nos fuimos a dormir.

No supe si había considerado el sueño, cuando Sirius rápidamente llego a levantarme con una sacudida muy grande, parecía demasiado alterado, diciéndonos que saliéramos rápidamente, que solo tomáramos la varita y una chaqueta.

2 Harry Potter: La Caída de la CoronaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora