Capítulo 18: El Perro, El Gato y La Rata

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Mi mente queda en blanco, a causa de la impresión, solo estaba sosteniendo a Ginny, quien estaba escondida en mi hombre, no lloraba, pero parecía estar muy deprimida. No era la única, mis otros dos amigos parecían haber quedado paralizados, e incluso Regulus se había quedado mirando fijamente hacia donde era la cabaña de Hagrid. Los últimos rayos del sol arrojaron una luz sanguinolenta sobre los terrenos, en los que las sombras se dibujaban muy alargadas. Detrás de nosotros escuchamos un aullido salvaje.

El único que volteo ante tal aullido fue Regulus, mirando para todos lados curioso y sorprendido, parecía que buscaba algo o alguien.

--- Hagrid --- susurre de repente, acordándome del buen hombre. Sin pensar en lo que hacía, me di la vuelta, pero alguien me tomo del brazo.

--- No pueden Harry --- me dijo Regulus soltándome y mirándome con precaución --- se podría meter en más problemas, si se enteran que fuiste a verlo.

Hermione respiraba floja e irregularmente. Mientras yo me trataba de calmar, Ginny sostuvo mi mano.

--- ¿Cómo... han podido...? --- pregunto mi novia jadeando como si se ahogara --- ¿Cómo han podido?

--- Vamos --- dijo Ron, tratando de que nos fuéramos con él.

Reprendimos el camino hacia el castillo, algo decaídos, andando muy despacio, tratando de prestar atención atrás de nosotros, por si las personas que fueron con Hagrid se acercaban también.

La luz se apagaba. Cuando llegamos a campo abierto, la oscuridad se cernía sobre nosotros como un embrujo.

--- Scabbers, estate quieta --- susurro Ron, llevándose la mano al pecho. La rata se retorcía como loca. Ron se detuvo, obligado a Scabbers a que se metiera del todo en el bolsillo ---. ¿Qué te ocurre, tonta?, quédate quieta... ¡ay! ¡Me ha mordido!

--- Ron quieres cállate --- le dijo Ginny molesta.

--- Chicos caminen, el ministro, puede presentarse aquí en cualquier minuto... --- insistió Regulus apurado.

Vi como la rata estaba aterrorizada. Se retorcía con todas sus fuerzas, intentando soltarse de Ron.

--- ¿Qué le ocurre? --- pregunto Hermione algo desesperada.

No quise decir nada, pero acababa de ver a Crookshanks acercándose a nosotros sigilosamente, arrestándose y con los grandes ojos amarillos destellando pavorosamente en la oscuridad. Sinceramente no sabía si el gato realmente nos estaba viendo, o se estaba guiando por los chillidos de la rata.

--- ¡Crookshanks! --- gimió Hermione al verlo ---. ¡No, vete, Crookshanks! ¡Vete!

Pero el gato se acercaba más...

--- Scabbers... ¡No!

Demasiado tarde... la rata escapo por entre los dedos de Ron, se echó al suelo y huyo a toda prisa. De un salto, Crookshanks salto tras ese roedor, y antes de que cualquiera pudiera detenerlo, Ron salió disparado y se internó en la oscuridad.

--- ¡Ron idiota vuelve! --- le grito Ginny desesperada --- esa rata no vale tanto.

--- No se les ocurra ni pensarlo --- dijo Regulus, cuando los tres nos miramos.

Pero no tuvo tiempo de hacer otra cosa, cuando salimos a la carrera siguiéndolo. Era imposible ver ante tal oscuridad, pero estábamos tratando de alcanzar a nuestro amigo. No era la idea más brillante, debo admitirlo, pero tampoco la de Ron de salir disparado atrás de la rata.

Lo único que podemos hacer era escuchar sus pasos y los gritos que estaba aventando, dirigidos al gato de Hermione.

--- ¡Aléjate de él... aléjate...! Scabbers, ven aquí...

2 Harry Potter: La Caída de la CoronaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora