Capítulo 11 El Cáliz de Fuego

747 67 18
                                    

Escuchar a Ron exclamar lo brillante que era Viktor Krum era cansado, incluso Hermione parecía fastidiada, mientras caminábamos al gran comedor, lo peor es que no era el único alterado por toparse con el buscador búlgaro, por ejemplo vi a Lee Jordan dando saltos en vertical para poder distinguir la nuca de Krum. Mientras que unas chicas de sexto se revolvían los bolsillos, tal vez buscando alguna pluma o algo para un autógrafo.

Yo rodee los ojos, sentándome en la mesa de Gryffindor, Ginny se sentó justo a mi lado, sonriéndome. Ron en cambio puso mucho interés en sentarse orientado hacia la puerta de entrada, mientras los alumnos de Durmstrang seguían amontonados junto a ella sin saber dónde sentarse.

--- Parece que Beauxbatons no les gusta nada de lo que ven --- me dijo Ginny señalando a los alumnos franceses que se habían sentado en la mesa de Ravenclaw con expresión critica

--- ¿Crees que se sienten aquí? --- me pregunto Ron en murmullo --- digo, tal vez los príncipes búlgaros se quieran sentarse a tu lado y Viktor podría... diablos.

Al decirlo, todos vimos como los alumnos de Dumstrang (incluyendo a los príncipes) se colocaban en la mesa de Slytherin. Vi como Malfoy, así como sus amigos mastodontes parecían muy ufanos por ese hecho.

--- Mi padre va a venir, así como la reina Fransheska, supongo que otras dos sillas son de los profesores, pero... ¿Por qué hay tres sillas más aparte? --- pregunte extrañado.

--- ¿Alguien importante? --- pregunto Ginny pensativa, yo me encogí de hombros --- tal vez Galadriell y Sirius ellos son parte de los nobles.

--- No creo... Sophie tiene un resfriado y Gala no la dejaría sola --- dijo Hermione encogiéndose de hombros.

Después de que todos los alumnos hubieran entrado en el Gran Comedor y sentado en las mesas de sus respectivas casas, empezaron a entrar en fila los profesores, que se encaminaron a la mesa del fondo y ocupar sus asientos. Los últimos eran mi tío Dumbledore, el profesor Karkarov y Madam Maxime.

Pude ver como los alumnos de Beauxbatons se ponían de pie ante la entrada de su directora y no se sentaron hasta que ella ocupo su asiento a la izquierda de Dumbledore, pero esté permaneció de pie, haciendo que el silencio callera en todo el Gran Comedor.

--- Buenas noches, damas, caballeros, fantasmas y, muy especialmente, buenas noches a nuestros huéspedes --- dijo Dumbledore, dirigiendo una sonrisa a los estudiantes extranjeros ---. Es un placer daros la bienvenida a Hogwarts. Deseoso que vuestra estancia aquí os resulte al mismo tiempo confortable y placentera, y confió que así sea.

Vi de mala gana a Fleur Delacour dar una risita despectiva, nada de acuerdo a lo que Dumbledore decía. Hermione parecía igual de molesta que yo, porque si no le gustaba estar aquí, entonces no hubiera venido.

--- Ahora, todos de pie, pare recibir a nuestros invitados de honor, en este banquete, su majestad el rey James Potter y al Duque de las colinas del Este y embajador de las creaturas mágicas, el Duque Sirius Black --- dijo y todos nos pusimos de pie.

Vi como entraba mi padre con sus bandas y condecoraciones con orgullo, atrás de él a unos cinco pasos entraba también Sirius, nunca lo había visto así también traía condecoraciones y una banda de representación de la realeza (aunque menos que mi padre).

--- No sabía que tenía él también esas cosas --- dijo Hermione, yo me encogí de hombros --- son casi igual que las tuyas...

--- Supongo que debe tener las misas, dado que él es el segundo en secesión y también debe de prepararse para ser un posible heredero --- dije encogiéndome de hombros, aunque vi que no tenía la del príncipe o los emblemas que yo portaba como embajador de los montes de troll --- si tu quisieras podrías tener tiaras, me dijeron que las princesas son las que usan.

2 Harry Potter: La Caída de la CoronaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora