Esa noche no era la mas perfecta para salir, había luna de sangre por lo que los enemigos triplicaban sus números y había nuevos por los alrededores, los únicos que se encontraban afuera eran los guardias en el pueblo, asegurándose de que todos en Karmaland esten a salvo.
Sin embargo, aún con todo aquello, un chico de vestimentas negras corría con su espada en mano atacando a todo enemigo que se cruzaba por su camino y evitando ser visto por los guardias, pues sería muy tonto que le atraparan ahora.
Lobo Nogturno había salido con una misión diferente a las demás, esta noche no pensaba robar nada, su plan era simple pero complicado al ser una noche como esa. Quería entrar a casa de Rubius.
Podía haber ido en su otra forma pero necesitaba el mayor sigilo si el oso llegaba a verle, así no sabría nunca quien entró sin su permiso. Además estaría rompiendo las reglas que tanto se empeñaba en mantener, era malo para su reputación.
Sonrió al ver la casa a tan sólo unos metros, habían muchos zombies alrededor de la casa junto a varios arqueros y unas cuantas arañas chetadas por las puertas, no podía entrar forzando la cerradura así que buscó la manera de escalar y meterse por la terraza.
Lo consiguió con solo un pequeño rasguño gracias a una flecha, pero ahora que estaba ahí había valido la pena. Entró con mucho sigilo, revisando que el castaño no estuviera ahí o alguno de sus animales, pero solo se encontró a Juan Carlos III durmiendo cerca de las escaleras sin siquiera notar su presencia.
Tras ver una tenue luz por la pequeña ranura que dejaba la puerta semi abierta en la que es su habitación se acercó, asustandose al oír un lamento que estaba seguro era del dueño de la casa. Pensó en entrar al creer que algún enemigo le estaba atacando pero al estar a centímetros de la puerta vió que dentro sólo estaba él y su lobo Coringa.
El castaño estaba sobre su cama, cubriendo su rostro con sus manos, estaba rojo y sus ojos estaban inchados, por lo que suponía tenía mucho tiempo llorando. Coringa estaba sobre sus pies con las orejas agachadas, intentando llamar su atención con pequeños quejidos.
No entendía que es lo que lo tenía en ese estado, ¿Había echo algo tan malo la última vez que se vieron como para ser la causa?
En un torpe movimiento abrió mas la puerta, provocando un chirrido, Rubius no notó aquello pero Coringa si, estando alerta al notar su presencia.
-¿Qué pasa muchacho? -Rubius observó a su lobo, este veía la puerta en estado defensor.
Lobo nogturno se alejó de la puerta al notar que Coringa se bajaba de la cama, corrió hasta la terraza y saltó hacía el agua que había ahí, un par de zombies le vieron e intentaron atraparlo pero fueron derrotados fácilmente gracias a su espada, corrió hacía los árboles para después irse directo a su isla flotante.
Rubius siguió a su lobo luego de que este saliera de la habitación aullando, le alcanzó en la terraza e intentó ver algo que haya llamado la atención de Coringa, pero además de los enemigos alrededor de su casa no encontraba nada extraño.
-Vente Coringa, es hora de dormir -el lobo le obedeció, metiéndose primero a la casa.
Rubius se quedó unos segundos mas, sabía que sus animales eran tontos, pero se le hizo muy rara la actitud de Coringa, extrañándote aún más al ver a unos cuantos zombies muertos flotar en el agua.
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Ya casi se acaba el día en mi país pero aun es 14 así que ahí les va mi regalito de San Valentín :D
Maratón 1/3
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I H̶ᴀ̶ᴛ̶ᴇ̶ (ʟᴏᴠᴇ) ʏᴏᴜ || Rᴜʙᴇɢᴇᴛᴛᴀ
FanfictionNo me gusta que me veas, es extraño sentirme nervioso ante tu presencia. Detesto tus pláticas, hacen que el tiempo pase demasiado rápido. Prefiero ser ignorado, es raro querer estar contigo siempre. Dejame llorar, tus abrazos me impiden hacerlo. Te...