I H̶ᴀ̶ᴛ̶ᴇ̶ (ʟᴏᴠᴇ) ʏᴏᴜ || Rᴜʙᴇɢᴇᴛᴛᴀ

42. Stupid

Hablar con Auron mantuvo sus nervios calmados por el resto de los días, pero ahora evitaba a Vegetta si le era posible.

No quería hacerlo pero aún no se sentía completamente seguro luego de saber sus sentimientos hacía él.

Tenía miedo de arruinar todo.

Las cosas estaban tranquilas luego de que Lolito volviera a trabajar tras el incidente en el molino, obviamente Mangel no le avisó, se enteró gracias a Nieves.

Con ello la hermandad oscura quería hacer algo para darle la bienvenida.

-¿A dónde vas? -Nieves preguntó luego de verle arreglarse para salir.

-Iré al pueblo, no tardaré.

-¿Irás con Vege? -preguntó- Akira me dijo que no se han visto, Vege esta triste.

-¿Triste? Creo que exageran.

-Bueno, tu y él pasaban mucho tiempo juntos y ahora no, yo me pondría triste si dejo de ver a Akira o a las demás.

-Estas hablando de Vegetta, no pienses en eso.

Nieves insistió en que debería verle de todas formas antes de que Rubius saliera de la casa con una mochila que llevaba todas sus cosas para su misión.

El pueblo estaba tranquilo, al menos nada fuera de lo común, por lo que su plan podría salir a la perfección.

Esta vez no era algo tan elaborado ni peligroso, una pequeña broma y ya, para hacerle saber que ellos seguirían jodiendole la existencia.

Solo iba a poner a una serpiente en su oficina y a desordenarle un poco el papeleo, pero la seguridad estaba al máximo luego del atentado por lo que se vio en la necesidad de utilizar el drenaje para entrar sin ser visto.

Al entrar se aseguró de que nadie le viera y siguió con el plan, esperando darle un dolor de cabeza al volver del almuerzo con su prometido como todos los días.

Eso le resultó fácil y salió sin problemas al terminar, todo parecía salir de acuerdo al plan.

Mientras se acomodaba su ropa normal vió que en su pantalón traía enganchado un regalo pequeño, el listón se había atorado en su mochila, la curiosidad fue mucha así que lo abrió y dentro había una cadena con un dije de un corazón, suponía que era un regalo para Mangel.

-Disculpa, ¿De dónde sacaste eso? - escucho una voz atrás de él cuando intento dejar el regalo alado del edificio- eso es del alcalde, ¿de donde lo sacaste?

Intentó un momento hacerse el tonto pero el guardia se acercó para detenerle y quitarle lo que traía en la mano.

Le explicó que lo había encontrado tirado pero no le escuchaba, solo veía como lo llevaba a la comisaría.

-Joder, que te digo la verdad, lo encontré tirado -intentaba convencerlo mientras lo llevaba a la oficina de Alexby.

El guardia no le prestaba atención, esposandolo y dejándole en la silla frente al escritorio de Alexby.

-Espera aquí, iré por el oficial Alexby -le informó antes de salir y dejarle solo en la espera de Alex.

En cuanto estuvo solo, intento buscar algo para liberarse y escapar, luego se las arreglaría con Fargan.
Pero cuando buscaba en el escritorio escuchó que alguien abría la puerta por lo que se apresuró a sentarse y parecer tranquilo.

-¿Doblas? -se maldijo internamente al reconocer la linda voz que le mencionó- ¿Que haces aquí?

-Solo vine a ver a Alex -dijo de lo más tranquilo, aunque su corazón estaba desbocado al volverle a ver- ¿Tú qué haces aquí?, Ahora que travesura hiciste.

Vegetta se acercó a él, notando las esposas que lo mantenían sometimiento, el de orejas de oso lo notó por lo que intento ocultarlas pero había sido muy evidente. Vegetta río haciendo que se sonrojara.

-¿Intentaste usar la impresora de nuevo?

Rubius iba a contestarle pero el ruido de la puerta les hizo voltear y ver a Alex y Fargan reírse de algo dicho con anterioridad, el de alas de búho tomaba al más bajito de la cintura para hacerlo pasar primero ignorando un segundo que estaban ahí.
Al notarlo se asustaron un poco, haciendo que Fargan se excusara para salir de ahí sin decir más, dejando a Alex con ellos para resolver lo que sea que ambos querían.

-¿Qué hacéis aquí? -preguntó el más bajito yendo a su escritorio rápidamente.

-¿Olvidaste que íbamos a ir a la mina hoy? El osito, ya estaba aquí cuando llegué -explico Vegetta, Rubius se sonrojo levemente al oír el apodo de su amigo.

-Un guardia gillipollas me trajo porque creyó que me había robado un tonto regalo que encontré fuera del edificio, le expliqué pero decidió ser un gillipollas -dijo molesto, esperando parecer creíble.

-Veamos las pruebas y sabremos que hacer, ¿Vale?

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Holi, holi

Volví wuuu

Ya se que tardé demasiado pero no tengo excusas, simplemente tuve un bloqueo por todas las cosas que tengo encima últimamente pero en estos días me sentí bien, así que he vuelto a darles capitulitos de esta historia tan bella.

Y por ser San Valentín, además de haberme ido por un largo tiempo habrá mini maratón uwu

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