I H̶ᴀ̶ᴛ̶ᴇ̶ (ʟᴏᴠᴇ) ʏᴏᴜ || Rᴜʙᴇɢᴇᴛᴛᴀ

12. Fire & ashes

Llegar al lago no le fue complicado, comenzaban a aparecer enemigos a sus alrededores por lo que los evitaba, ya que su única arma era el mechero y no quería gastarlo de más.

Ver el picadero iluminado por las antorchas que habían puesto afuera le hacía creer que al entrar Mangel estaría ahí, al entrar y darse cuenta que estaba vacío comenzó a llorar, odiandose por ser el único en extrañar esos momentos.

Sin pensárselo mucho comenzó a prenderle fuego por dentro, asegurándose de que todo el interior se estuviera quemando, ignorando el calor que comenzaba a ser molesto.

Conforme el fuego comenzaba a propagarse salió del picadero, ayudando en su destrucción al poner más fuego por afuera. Los enemigos no eran un problema, la luz que emanaba era suficiente para alejarlos, aún así el de  gorro de oso se mantenía muy cerca de la estructura, asegurándose que todo se convirtiera en cenizas.

Pero su mala suerte le estaba haciendo sufrir, pues el cartel que habían puesto una vez lo terminaron seguía casi intacto, con unas pocas quemaduras en las orillas. En un momento de frustración se acercó y tomó dicho cartel, importandole poco las quemaduras que ahora tenía en las manos, quería destrozar ese cartel sin importar que.

Al tener solamente sus puños para hacerlo luego de acabarse el mechero comenzó a golpearlo mientras las lágrimas corrían por sus mejillas, recordando todo conforme destruía aquella frase que había significado mucho para él.

Estaba tan concentrado en desaparecer todo que no notó que una persona se estaba acercando, preocupado por ver el fuego desde lejos. Una vez se acercó lo suficiente vio al chico destrozado el cartel, con claras heridas en sus manos y algunas partes de su sudadera quemada.

Al darse cuenta de quien se trataba se acercó preocupado por el daño que se estaba causando, además de seguir muy cerca del fuego a lo que ahora apenas y parecía una construcción.

-Hey, con cuidado mon ami -dijo alejándolo del fuego y deteniendo sus golpes al cartel ya destrozado.

Rubius le miró molesto y confundido, el chico que le había ayudado hablaba con un acento francés extraño y tenía toda su ropa de color negro, el antifaz de lobo en su rostro no le dejaba verle bien, la parte de los ojos era morada así que no podía distinguir muy bien si eran del mismo color.

-¿Qué paso agquí? -preguntó intentando ver las heridas en sus manos, pero Rubius se alejó.

-No es tu problema -contestó, comenzando a acercarse de nuevo al fuego.

El chico de traje negro le tomó del brazo, Rubius intentó soltarse pero la fuerza del contrario era mayor a la suya.

-Eschucha mon ami, esto no es bueno pagda ti ni pagda el lugag. El fuego puede avanzag -Rubius le miro solamente- dejame ayudagte, ¿Si?

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Maybe suba otro cap mañana o pasado uwu