El rubio parecía estar tranquilo mientras caminaba hacía la comisaría, aunque por dentro sus emociones eran completamente un torbellino.
Al llegar a la comisaría encontró a Fargan, quién le pidió que hablara con ellos sobre lo ocurrido por lo que habló con él.
Accedió por lo que le explicó cómo había llegado con la misma historia que le dijo a Mangel, diciéndole solo que pelearon y luego lo de Nieves, omitiendo lo que le dijo sobre Lolito y ellos. No creía necesario que supieran eso.
Luego pidió verle, necesitaba hablar con Mangel pero tanto Alex como Fargan no querían que lo viera, pues sabían que la situación era delicada, sin embargo logró que al menos le dejaran hablar con él, pues desde que llegó no les había dicho nada y tal vez eso ayudaría de algo.
Tenía muchas emociones dentro y esperaba sentirse mejor en cuanto le viera.
-¿Estás completamente seguro? -preguntó Alex antes de entrar.
-Si, muy seguro -dijo el ojiverde con seguridad.
-Tienes unos minutos, volveré en un rato, no hagas nada que te pueda dar una condena ¿Oíste? -le explico Alex dejándole frente a la celda donde estaba Mangel.
El chico estaba sentado en el suelo cubriéndose la cabeza con sus manos, no se había movido ni dicho nada cuando los vio llegar.
-Mangel -dijo Rubius para llamar su atención, al no obtener respuesta se exasperó- joder, deja de hacerte la víctima, ambos sabemos que eres el culpable de todo esto.
Mangel comenzó a llorar al oírle, Rubius no esperaba eso por lo que no sabía que hacer. Quería matarle y terminar lo que había intentado en su hogar pero los barrotes le impedían si quiera tocarle.
-Lo siento... no quería hacerle daño -dijo débilmente- no quería dañarloh a los dos.
-Claro, llevar un maldito arco y apuntarme directo al rostro no era para matarme -dijo con ironía.
-No era mi intención, de verdad, no quería hacerte daño... solo, solo lo hice por impulso... no quería....Nieveh no debía morir -Rubius suspiró.
-Ella está bien -Mangel le vió más tranquilo- bueno, no tan bien pero tu entiendes. No la mataste.
-Vale...
-Vale -repitió.
Estubieron un rato sin hablar, teniendo un momento incómodo por un par de minutos al no saber que más decirse.
Rubius podía aprovechar la vulnerabilidad de Mangel y hablar sobre ellos pero no quería que Alex o Fargan le escucharan y lo supieran.
-Deberías hablar con Alex, decirle tu versión -sugirió el rubio.
-¿Tú ya le dijihte? -pregunto.
-No del todo, solo lo escencial.
-Vale, hablaré con él.
Rubius estuvo de acuerdo, volviendo a quedarse callado un rato más.
Miró un rato a su compañero, viendo la herida que le había causado, no era tan alarmante pero si era notoria, parecía que ya la habían tratado pero estaba seguro que le dejaría marca.-¿Te duele? -preguntó señalando su rostro.
-No tanto -contestó tocando levemente su herida- me curaron así que no perdí la vista, aunque creo que tendré está cicatrih de por vida.
-Lo lamento -dijo con sinceridad- no quería... bueno si pero... olvidado, solo, lo lamento.
Mangel le sonrió levemente, volviendo a quedar en silencio.
Rubius le miró unos segundos, pensando en si debía decirle algo, pero al no encontrar nada se fue, dejando por fin a Mangel solo.Sentía muchas emociones dentro pero no quería tener que ver con ellas ahora.
-Rubius, ¿Cómo te fue? -pregunto Alex al verle, pensaba ir en un momento a verle.
-Bien, supongo -suspiro- dijo que hablaría contigo sobre esto.
-Vale, le veré en un momento -contesto- puedes irte si quieres, no creo que hoy se resuelva nada.
Rubius asintió, despidiéndose de sus amigos antes de salir.
•~~~~~~~•
Al terminar de escribir tuve la idea de dibujar como estaba Mangel después de esto, así que aquí está.
Sigo igual que antes con los dibujos así que de nuevo usé una base, pero aún así me gustó el resultado así que bueno, ahí está.
Si me siento inspirada puede que haga de varios personajes, ya veremos.
Lamento tardar en subir, me tomé un descanso y aunque me sigue haciendo falta me siento bien por ahora.
Nos vemos pronto.
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I H̶ᴀ̶ᴛ̶ᴇ̶ (ʟᴏᴠᴇ) ʏᴏᴜ || Rᴜʙᴇɢᴇᴛᴛᴀ
FanficNo me gusta que me veas, es extraño sentirme nervioso ante tu presencia. Detesto tus pláticas, hacen que el tiempo pase demasiado rápido. Prefiero ser ignorado, es raro querer estar contigo siempre. Dejame llorar, tus abrazos me impiden hacerlo. Te...