🥀Te lo prometí...¿Te acuerdas?🥀🌹DekuxKacchan🌹Finalizada🪷}

🌹Capitulo Seis🌹

Dos semanas después...

Luego de la visita del doctor hace dos semanas, seguí y apliqué todas las instrucciones dadas, aunque a veces se me ha hecho difícil hacer que Kacchan las cumpla. A menudo se queja, afirmando que el doctor es un inepto que solo quiere controlar su vida, algo que él no aceptará. Es siempre el mismo diálogo, y a veces parece empeorar. Sin embargo, no es complicado seguir las indicaciones; son cambios que deben hacerse para que pueda llevar una vida "normal" mientras vive con esta enfermedad. Sus berrinches, como los de un niño, resultan agotadores, especialmente porque aún no comprende que estas guías son cruciales para su supervivencia. Esta enfermedad no es algo que se solucione en un día o una semana; puede durar años y, en el peor de los casos, hasta la muerte, algo que no deseo ni quiero aceptar.

Uno de los principales aspectos del manual es la dieta, que modifiqué drásticamente. Casi pierdo un dedo en el proceso, ya que el manual especifica que todo alimento procesado, azucarado, con colorantes, picante, etc., acelera los síntomas del cáncer. Por eso, eliminé todos esos productos de nuestra dieta y opté por alimentos orgánicos y saludables, tanto para él como para mí. Las consecuencias de estas modificaciones me costaron una semana de sueño en el sofá, lo que me provocó dolor en la espalda y malestar general. Las reuniones en la empresa de Todoroki se alargaron, y llegué a casa casi a las ocho de la noche, agotado y dolorido. A pesar de todo, me preparé para hacer la cena de Kacchan, quien, sospechaba, no había salido para nada de la habitación.

Inhalo con fuerza para exhalar suavemente mientras busco en la nevera dos filetes de salmón, que acompañaré con vegetales salteados y un poco de ensalada verde. Saqué todos los ingredientes necesarios y me puse a cocinar. A las nueve y cuarenta, estaba dando los últimos toques a la cena y tomé ambos platos junto con dos botellas de agua para dirigirme hacia la habitación, que estaba entreabierta. Empujé un poco la puerta para ver que todo estaba oscuro. Abrí la puerta por completo y, con cuidado de no tropezarme, llevé la comida hasta un escritorio y la coloqué allí mientras encendía la luz. Con la habitación iluminada, vi que en la cama había un bulto envuelto en sábanas. Me acerqué con suavidad y retiré las sábanas para encontrarme con Kacchan, quien se estiraba y se reincorporaba lentamente en la cama mientras yo me alejaba para buscar los platos.

—¿Qué hora es, Deku? —pregunta Kacchan mientras bosteza.

—Son casi las diez de la noche, Kacchan —responde el peliverde, extendiéndole el plato de comida, que el cenizo toma de mala gana.

—¡Tks! Supongo que llegaste tarde nuevamente gracias al maldito "mitad-mitad", ¿no es así? —dice Kacchan, molesto, mientras hurgaba la comida.

Bajo mi atenta mirada, veo cómo Kacchan revuelve la comida de mala gana, mostrando su mal humor.

—Hubo varias juntas en la empresa que se extendieron más de lo planeado. Además, me tardé en prepararte la comida porque pensaba que no habías salido de la habitación —explica el peliverde mientras también revuelve su plato.

—Cierto, no he salido de la maldita habitación, y la comida que has traído es insípida y asquerosa. ¿En qué demonios me ayudará comer pescado y verduras insípidas con esta enfermedad? —dice Kacchan, lanzándole una mirada molesta al peliverde, que responde con seriedad.

Escuchar que se refiere a la comida saludable que preparé como "insípida" me duele un poco. Sin embargo, aclaro mi garganta para recordarle que las instrucciones vienen del manual.

—Kacchan, sé que te resulta difícil adaptarte a estos cambios, tanto en la comida como en tus rutinas, pero tú y yo sabemos que es por tu bien y tu salud. Esa comida "insípida" que mencionas es algo que no todos tienen la oportunidad de comer. Por favor, haz el esfuerzo de seguir las instrucciones del manual —dice el peliverde, pero es interrumpido por una carcajada sarcástica.

—Jajaja, espera, espera, ¿de qué demonios estás hablando, Deku? ¿Cuánto más debo decirte que me importa un carajo el puto manual? ¿Acaso no lo entiendes? Yo seguiré con mi vida tal y como la estoy viviendo, le guste a quien le guste. No voy a cambiar nada por ese plan, y tú... —dice Kacchan, pero es interrumpido por el peliverde.

—¿Esto es una puta broma, ¿verdad, Bakugou? —dice el peliverde de manera sería mientras se levanta de la cama para colocar el plato en el escritorio, mientras el cenizo lo observa.

En ese momento, el silencio llenó la habitación. Para ambos, el uso de un lenguaje grosero no es común, pero estaba harto y necesitaba hacerlo entrar en razón.

—¿Qué carajo te pasa, Deku? —dice el cenizo alterado.

—¿Qué demonios te pasa a ti? —responde el peliverde con furia.— ¿Acaso aún no entiendes que no estás bien, que estás enfermo? ¿O es que tu ignorancia no te permite comprender la situación? Ya no eres un maldito niño de cinco años al que hay que estar repitiendo las cosas una y otra vez. Deja de lado ese maldito orgullo y comienza a pensar en cómo enfrentar esta enfermedad, no en cómo te sientes. ¿No entiendes que te puedo perder? —dice entre lágrimas, intentando calmar su respiración.

En ese momento me sentía sumamente frustrado. Amo a Kacchan, pero hay días en los que me hace dudar de su amor por mí. La habitación permaneció en silencio durante varios minutos, y decidí tomar ambos platos para salir, necesitaba despejar mi mente. Era difícil aceptar que el amor de mi vida podría estar en riesgo de vida o muerte. También sabía que para él debía ser sumamente difícil aceptar esta nueva realidad, que lamentablemente era así.

Al abrir la puerta para marcharme, eché un vistazo hacia donde estaba Kacchan, notando que tenía el rostro escondido en las sábanas y que sus manos apretaban las mismas, mientras pequeños hipidos comenzaban a ser audibles. ¿Había sido cruel? Por supuesto, pero si no lo decía yo, ¿quién más le destaparía los ojos ante esta dura realidad? Salí de la habitación, cerrando la puerta a mis espaldas mientras escuchaba los sollozos que se hacían presentes. Me dolía escucharlo llorar, pero esta situación me estaba volviendo loco. Mis intenciones nunca fueron herirlo, solo deseaba que se diera cuenta con tiempo de que su vida depende de un hilo grueso, que con el tiempo se desgastará hasta romperse, y es algo que no quiero que suceda.

♥... La rosa más hermosa...♥

♥... También suele ser reclamado...♥

♥... Por la muerte...♥

♥... Y ni la vida...♥

♥... Podrá impedírselo...♥

♥... Llevarse a su hogar...♥

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Edición 29 de agosto de 2024