🌹Capítulo Veintiséis🌹

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Pov Deku, continuación...

—¿No te gustó? —preguntó Shoto, sorprendido.

—Yo... ammm, tengo dolor estomacal —respondí con nerviosismo, inventando una excusa.

Vi cómo la preocupación aparecía en los ojos de Shoto mientras se levantaba y se acercaba a mí.

—¿Quieres que te traiga una pastilla? —ofreció, pero su preocupación solo hizo que me sintiera más ansioso.

—No, no es necesario. Mejor me voy —dije, respirando con dificultad, tratando de escapar de la situación.

Me levanté rápidamente y me dirigí hacia la puerta, pero Shoto me detuvo sujetando mi brazo. Su expresión era de molestia, y en su voz se notaba un matiz de tristeza.

—¿Por qué me mientes, Midoriya? Sé que no quieres estar aquí, y que ni siquiera te gustó la comida. Siempre trato de demostrarte lo que siento, pero tú siempre me rechazas. Entiendo que amaste a Bakugo, pero él ya no está, y tú aún tienes la oportunidad de ser feliz. No quiero reemplazarlo, pero me encantaría estar a tu lado como algo más que un amigo —dijo con una mezcla de frustración y tristeza.

Permanecí en silencio, observando cómo las lágrimas comenzaban a acumularse en sus ojos. Pero al escucharle mencionar a Kacchan, mi enojo empezó a hervir.

—¿Por qué me ignoras? ¿Por qué me haces esto? Solo quiero hacerte feliz, ¿acaso no lo ves? Yo también te amo, Midoriya. ¿Por qué no entiendes que Bakugo se ha ido? ¡Déjalo ir de una vez por todas! —exclamó Shoto, su voz quebrándose por el dolor de ser rechazado una vez más.

Pero mis emociones se desbordaron, y un fuerte golpe resonó en la habitación cuando mi puño chocó contra la pared. El miedo se reflejó en los ojos de Shoto al ver mi reacción, y eso solo avivó mi furia. ¿Cómo se atrevía a hablar de Kacchan de esa manera? No tenía derecho.

—No te atrevas a volver a hablar de él así. No te acerques más a mí, Shoto —le advertí, con una frialdad que incluso me sorprendió.

Salí de la casa sin mirar atrás, la frustración, la tristeza y la irá nublando mis pensamientos. Sabía que Shoto me seguía, pero no me importaba. Aceleré el paso, corriendo ciegamente hacia lo desconocido. No escuché su advertencia, y de repente, un fuerte impacto sacudió todo mi ser. Mi cabeza golpeó violentamente contra el capó de un coche antes de desplomarme en el suelo. Aturdido, los sonidos a mi alrededor se volvieron distantes y mi visión se desvaneció lentamente hasta que la inconsciencia me venció.

Pov Deku...

Me desperté en un lugar oscuro, y a lo lejos podía escuchar la voz de mi mamá rogándome que me levantara. Grité que estaba bien, pero no me escuchaba. Intenté moverme, pero mi cuerpo no respondía; el pánico comenzó a apoderarse de mí, y empecé a hiperventilar. Solo quería decirle a mi mamá que todo iba a estar bien. Sin embargo, después de unos minutos, su voz se desvaneció, dejándome en un silencio sepulcral.

De repente, sentí que alguien me tocaba la mano. Me sorprendió, ya que estaba seguro de que no había nadie allí conmigo. Pero cuando esa persona habló, reconocí de inmediato esa voz, esa hermosa voz que tanto amaba y que creí haber perdido para siempre.

—Hola, Deku —dijo él, con una mezcla de nostalgia y tristeza en su tono.

—¿Ka... Kacchan? ¿Eres tú? —pregunté ansioso, mientras una sonrisa de felicidad se dibujaba en mi rostro al ver a mi sol radiante.

—Sí, Deku, soy yo, amor —respondió él, aunque sus ojos reflejaban una profunda tristeza.

Escuchar su voz nuevamente me llenó de paz. Solo quería seguir escuchándolo una y otra vez, pero entonces, Kacchan soltó mi mano y se levantó.

—Tengo que irme, amor —dijo, lamentando profundamente tener que dejarme otra vez.

—No, no, Kacchan, por favor no te vayas. Llévame contigo, esta vez, por favor —suplicaba, sintiéndome cansado y devastado por la idea de perderlo de nuevo.

—Pero, Deku, ¿y tu familia? —preguntó sorprendido y triste al darse cuenta de que no estaba pensando en ellos.

—Ya no importa —respondí, sollozando—. Si te vas ahora y me dejas aquí, seguiré siendo un infeliz. Perderé mis movimientos por el impacto del auto, y no quiero seguir sufriendo —dije, mientras el dolor se apoderaba de mí.

Kacchan se acercó y depositó un beso en mis labios. En ese instante, dejé que todo lo demás desapareciera. Me sentía tan bien, tan en paz. Dejé atrás mi cuerpo y todo mi sufrimiento para unirme nuevamente con el ser que tanto amaba. Ahora nadie ni nada nos podría separar. Ambos nos necesitábamos más de lo que habíamos imaginado. Aunque algunas promesas quedaron en el aire, cumplí una... incluso Shoto se lamentaba por lo que sucedió ese día. Al final, casi todos se olvidaron de él, tal como lo hicieron con Katsuki...

En otro lugar...

—Deku, ¿en qué piensas? —preguntó el cenizo con una sonrisa de felicidad.

—En lo felices que somos y en lo felices que seremos ahora que estamos juntos —respondí, dedicándole una mirada cálida antes de sonreírle.

—Qué cosas dices, Deku —dijo él, sonrojándose mientras me miraba.

—Te lo prometí... ¿te acuerdas? —dije, acercándome a él para sellar nuestra unión con un hermoso, dulce y eterno beso.

Fin.



Contenido, Actualizado y Editado.

Derechos Reservados ©.

Edición 3 de septiembre de 2024.

Historia Originada el 18 de enero de 2020.

Culminada el 24 de mayo de 2020.


🥀Te lo prometí...¿Te acuerdas?🥀🌹DekuxKacchan🌹Finalizada🪷}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora