🥀Te lo prometí...¿Te acuerdas?🥀🌹DekuxKacchan🌹Finalizada🪷}

🌹Capítulo Dieciocho🌹

Pov Katsuki

Sentía todo mi cuerpo pesado, al igual que mis párpados, que se resistían a abrirse. Con esfuerzo, los abrí lentamente, enfocando mi vista para observar mi alrededor. Estaba en la cama, lo cual me sorprendió. Miré hacia un lado, notando la claridad que se filtraba por la ventana. ¡Era de día! Mil pensamientos cruzaron por mi mente: ¿Cuánto tiempo estuve inconsciente? ¿Qué hora es? ¿Deku me habrá visto? Este último pensamiento hizo que me sobresaltara Me levanté de golpe, pero un repentino mareo y un fuerte dolor me hicieron caer al suelo. Cerré los ojos suavemente y comencé a respirar hondo; poco a poco, el malestar empezó a disminuir. De repente, sentí unas manos en mis mejillas y una voz llamándome a lo lejos. Abrí los ojos de golpe y me encontré con unos hermosos ojos verdes llenos de preocupación. Nuestras miradas se cruzaron, perdiéndonos el uno en el otro, hasta que sentí cómo me abrazaba, levantándome con cuidado, como si fuera frágil, y volviendo a acomodarme en la cama. Se apartó un poco, pero yo lo retuve, y él me miró.

—¿Pa... pasa algo, Kacchan? ¿Te duele algo? —preguntó con preocupación.

Su manera de preocuparse por mí me hacía sentir protegido e indefenso al mismo tiempo. Me sentía vulnerable y no quería que se alejara.

—No te vayas —murmuré con una voz suave, pero llena de dolor y tristeza.

Lo miré con desesperación, rogándole que se quedara. Sin dudarlo, se acomodó a mi lado en la cama, quedando recostados juntos. Lo abracé con fuerza, como si dependiera de ese contacto, escondiendo mi rostro en la curvatura de su cuello y aspirando el familiar y reconfortante aroma de su perfume. Permanecimos así, abrazados, durante unos minutos, hasta que él me apartó suavemente para hablar.

—Amor, ¿seguro que estás bien? —preguntó con preocupación.

—Solo un poco adolorido, nada más —respondí, sintiendo el cansancio en mi voz.

—Está bien... Hablé con el doctor hace poco para ver si podíamos adelantar las quimios —dijo con cierta duda, observando mi reacción.

—¿Qu... qué dijo? —pregunté, ansioso.

—Tranquilo, mi amor —dijo, intentando calmarme— Dijo que mañana mismo podríamos empezar. ¿Estás de acuerdo?

—Claro que sí —respondí, sintiendo una mezcla de alivio y emoción.

Me alegraba que adelantaran las quimios, aunque, para ser sincero, no sabía exactamente en qué consistían ni cómo se llevarían a cabo. Solo esperaba que todo saliera bien, porque de lo contrario, no sabría qué hacer... Terminamos lo que teníamos que hacer y nos preparamos para descansar, sabiendo que mañana sería un día agotador.

Pov Deku...

Era temprano, y los primeros rayos de sol ya se filtraban por la ventana. Miré el despertador: eran las seis y cincuenta de la mañana. Me levanté lentamente de la cama y fui a preparar el desayuno para ambos. Una vez listo, desperté suavemente a Kacchan, quien apenas abrió los ojos para comer mientras yo limpiaba la cocina. Con todo en orden, me dirigí al baño para darme una ducha tibia y relajarme un poco...

Mientras me lavaba el cabello, sentí unos brazos rodear mi cintura. Sonreí, me giré y dejé que él me lavara el cabello, el pecho y los brazos. Se perdía en lo que hacía, y yo, despacio, bajé mis manos para acariciar sus redondas y firmes nalgas, provocando un suave gemido. Mordí su lóbulo, haciendo que se estremeciera... Sus hermosos ojos carmines me tenían atrapado. Amo todo de él. Me incliné para besar sus labios carnosos, pero él me detuvo con un dedo. Retrocedí, y él avanzó, empujándome contra la pared... Pensé que tomaría la iniciativa, pero en vez de eso, apagó la ducha, se apartó y me lanzó una toalla antes de echarme del baño. En serio, me dejó avergonzado. Mi Kacchan, siempre con su malicia. Ignoré lo sucedido, me vestí y lo esperé en la sala. Tardó unos treinta y cinco minutos en salir. Una vez listos, nos dirigimos al consultorio del doctor...

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Edición 1 de septiembre de 2024.