Agradecimientos y Curiosidades

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Tengo muchas cosas que decir, pero por extraño que parezca no sé cómo decirlas. Una vez estaba pensando que estaba en una entrevista sobre este libro e iba a decir muchas cosas que he aprendido a través de él. Pero aun no es un libro, es una historia, y como esa entrevista dudo que llegue entonces quiero decir todas las cosas interesantes aquí.

No sé porque cuando uno es escritor novato (o solo tiene el sueño de escribir), se siente tan mal decir que estas orgulloso de algo que escribiste o dices cosas como "Se que la historia no es muy buena" o frases por ese estilo, en esto momento también quiero decirlas, pero mi orgullo en este momento esta abofeteando mi lado saboteador o quizás un poco realista al extremo. Voy a decirlo: estoy tan orgullosa de mi misma de terminar esta historia, mi primera historia larga en serio.

Si revisan mi perfil tengo otra, pero cuando escribí lo hice como un reto mental de voy a terminar una historia larga porque sí, como diría Hemingway: una basura. Pero eso no se malinterprete, sino que era lo primero que escribía, sólo estaba siguiendo la corriente y muchas cosas que data una historia mas larga.

En fin, lo que quiero decir es que escribir se trata básicamente de escuchar tu propia voz. Tu voz es importante. Tu voz es tanto lo que escribes, lo que haces, lo que dices, lo que irradias, tu personalidad, tu estilo. Y es difícil buscarla, es como cuando cantas en grupo y a veces tu voz se pierde con la del resto y de repente recuerdas que quieres escucharte y tratas de identificarla. También pasa que alguien canta mejor y quieres imitar su tono y nunca te sale, porque tu tienes tu propio tono, tu propia voz. Bueno, básicamente de este tamaño de magnitud del problema es el compromiso de escribir.

Entonces, esta historia me enseñó a escribir un poco mejor y a escuchar mi voz. Con respecto a lo primero para los más veteranos: empecé a escribir Chapuzón en Febrero de 2016 (que pena reconocerlo) si mal no recuerdo, era una historia corta en donde yo dije: "listo, una chica que nada (porque vi una imagen bonita que servía para una portada) y obvio un chico. Esta gente se va a enamorar nadando y nada más. Lo demás me lo inventó sobre la marcha". Gran error, cuando iba a empezar estaba terminando de leer mi libro favorito y dije ¡Quiero escribir algo así, con un trama entrelazada, una historia de verdad! Entonces abandoné mi plan básico 1, me vi unos vídeos de youtube y comencé con la historia corta, de tipo de historia corta que estaban de moda en aquellos días, solo era de ese género porque estaba de moda.

Tuve mi primera revelación: no quiero escribir otra historia corta, solo porque ya me fue bien con dos (he borrado una). Así que detuve el proceso sobre la marcha y empecé a escribir más largo. Esto será de hecho, largo de explicar, mejor el resumen: la edite, la borré, la alargué, la volví más larga, descubrí lo que es una escaleta (gracias al cielo), hice fichas de personajes, pensé hasta en los tiempos, anoté en una hoja los giros que quería, me compré un cuaderno cuando me di cuenta que mis notas por todas partes no iban a ser suficiente y entonces, llegó chapuzón más o menos como lo conocen, del capítulo 1 al 8 prácticamente están mega reeditados desde su original.

En fin, y llegue a mi cruz: actualizaciones cuando podía y quería. Ustedes no me conocen, pero soy muy responsable con la universidad, así que mis actualizaciones eran buenas al comienzo de los semestres y en vacaciones, a medida que iba a avanzando eso se volvió cada vez menos. El año pasado casi ni escribí nada, aunque pensaba en la historia todos los días. Así que por eso que esto haya sido un caos, en donde muchos dejaron de leer y en donde agradezco lo que se quedaron, en serio.

Aprendí a valorar y amar escribir, tengo muchas historias con giros interesantes en mente y es gracias a esta historia, porque como dije: me enseñó a encontrar mi propia voz. Lo más importante, para empezar a escribir a veces volvía a leer y realmente me perdía en la historia porque me gusta (está mal decir yummy sobre tu propia comida, pero lo dije) y me daba esa punzada de ¡oye, lo escribí yo!

ChapuzónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora