[23] Annie

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[23]

Realmente la playa había sido sensacional, necesitaba ese día para salir del esquema en el que estaba y relajarse un poco,  nunca pensó que el hecho de que alguien la compadeciera se iba a sentir tan bien, miró a su mamá de soslayo mientras conduc...

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Realmente la playa había sido sensacional, necesitaba ese día para salir del esquema en el que estaba y relajarse un poco, nunca pensó que el hecho de que alguien la compadeciera se iba a sentir tan bien, miró a su mamá de soslayo mientras conducía con su vista fijada a la calle preguntándose cuando ella actuaría como Natare y le haría la vida más fácil.

No iba a pasar. Porque la única persona en el mundo que se molestaría tanto en sentir lástima por otra, definitivamente era el nadador. Annie soltó una sonrisa sin darse cuenta al pensarlo, era como si a partir del hecho de rescatarla cuando se estaba ahogando  aquel día, estuviera empecinado en que la vida que salvo en ese momento no la pasará tan mal viviendo.

Isabel la miró: —Te ves muy bien sonriendo, deberías hacerlo seguido.

—Pff...—gesticuló Annie.

Su madre soltó una risa—. Gracias por acompañarme a elegir un pastel, me alegra que estés tratando de involucrarte.

—No estoy tratando de involucrarme, gracias a dios comer pastel no tiene que ver con Dixon.

—Bueno, pero elegiremos un sabor de pastel para la boda.

—Por desgracia —puntualizó ella—, no tienes que recordármelo. Además estoy de buen humor, mamá. No me recuerdes que te vas a casar con una persona que no me agrada.

—Annie Verónica... —alzó la voz y tenía una mirada punzante, pero Se detuvo, su impulso flaqueó y suspiró—. ¿Sabes qué? Olvídalo, mejor concentrémonos en los pasteles —dijo y se limitó a conducir.

Entonces ella se concentró en la ventana y en como a Natare le haría gracia que haya ido a elegir el pastel, seguramente a Arthur también. Aunque a él no le contaría nada porque podría pensar que está aceptando lo de la boda y retrasar mas la búsqueda de algo malo de Dixon, por alguna razón eso se estaba tardando demasiado y la tenía con los nervios de punta.

Terminaron por encantarse por un ponqué de vainilla y relleno de fresas y galletas napolitanas, su mamá había elegido una figurilla de novios tradicional para la cima del pastel que a Annie le había parecido hermosa, y de lo cual no mencionó palabra, se lo llevaría a la tumba de ser necesario.

Cuando llegaron de nuevo a su casa, su mamá cambió solo sus zapatos para algo más formal y así ir a WinChannel porque estaban trabajando en una propuesta de adaptación de un libro a una serie y ver si podían ganar a Esevisión en su propio juego, así que dejó a su mamá con sus problemas laborales y subió a su habitación y ver sus notas finales después de los últimos exámenes.

Y a pesar de que ya sabía más o menos que notas tendría, se alegró igualmente de terminar satisfactoriamente un semestre más, aún se sentía como si le faltara toda la vida en la Universidad pero le reconfortaba ir avanzando. No podía creer que pronto sería una diseñadora con su título.

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