Capítulo 5

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Como todos los días hizo su mismo recorrido, atendía a Afrodita, la ayudaba a arreglarse para ir con uno de sus amantes y ella se iba a distraer a Hefesto, luego regresaba y atendía la cena y ayudaba a su señora a arreglarse para dormir

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Como todos los días hizo su mismo recorrido, atendía a Afrodita, la ayudaba a arreglarse para ir con uno de sus amantes y ella se iba a distraer a Hefesto, luego regresaba y atendía la cena y ayudaba a su señora a arreglarse para dormir.

Acordada la hora en la que Hermes iba a llegar se dispuso a esperar como por una hora hasta que sintió una presencia en sus aposentos, pero no era Hermes.

—Es un lugar muy pequeño—comentó Zeus, Helena gruño a lo bajo.—si aceptas estar en mis brazos tendrás tu...—dejo las palabras en el aire al ver que Helena estaba roja.—¿Querida?

—¿No se va a cansar verdad?—Zeus negó con una sonrisa pervertida—¿No te basta con las demás?—el negó de nuevo recorriendo su cuerpo con la mirada.

—Te dejaré en paz hasta que aceptes querida—Helena quiso gritarle, pero eso le iba a costar la vida, aún que para ese momento ya no le importaba morir. Zeus se acercó y beso la base de su cuello, Helena suspiró harta de aquéllo y lo vio alejarse—vendré mañana, y la noche siguiente y muchas más. No me cansaré Helena, eres hermosa, deberías de aprovechar eso.

"Cómo Afrodita" —pensó y quiso decirle que esas no eran formas de conseguir las cosas.

Al siguiente día hizo  la misma rutina de siempre, se sentó en el comedor del servicio junto a las demás mujeres, todas hablaban animadamente ignorando a Helena, desde que Zeus anda detrás de ella, todas la ignoraban.

—¿Por qué estás tan pensativa?—dijo Hefesto viéndola, Helena suspiró.

—Lo de siempre, todas esas hermosas mujeres de la cocina me ignoran.

—¿El no ha regresado?

—Hace dos noche mando a Hermes a dejar un sin fin de joyas, me negué a aceptarlas y Hermes dijo que iba a regresar por ellas, ayer, esperé a Hermes, pero llegó el, estoy cansada de esto —se sobo las cienes.

—Siento no tener una solución.

—La tenía, quería ser una de las cazadoras de Artemisa, pero si el sigue detrás mío, sólo logrará que ella me eché  —gruño.

—Lo siento —ella negó

—Dijo que iba a regresar está noche y la que sigue, y muchas más—miró sus manos—¿Que hago ahora? 

—Lo siento—soltó el Dios y Helena suspiró rendida.

—Deja de decir "lo siento" no tienes la culpa de nada, la culpa la tiene Afrodita por haberme bendecido cuándo Leto me dejó en sus brazos.

—Eras un pequeño bulto rubio—comentó recordando—luego de miles de años vi ese brillo en los ojos de Afrodita.

—Agradezco que me aceptarán—le sonrió

—Tuve esperanzas de que ella cambiará por ti, pero solo empeoró, más amantes vinieron y yo fui la burla, siempre lo soy—suspiro

—Son unos tontos— murmuró ella y los dos emprendieron camino ha su templo.

Al dejar listo a ambos Dioses, Helena se dirigió a sus aposentos temiendo encontrar a su peor pesadilla.

—Que feo que pienses así de mi—comentó Zeus desde su cama, Helena bufo a lo bajo y cerro la puerta.

—¿Que desea ahora?

—A ti, ya lo sabes.

—Puede ir y buscar a otra mucho más hermosa que yo—lo vio levantarse y acercarse a ella.

—Eres lo suficientemente hermosa, porque iría a buscar a otra, ¿no lo entiendes? Es a ti a la que deseo.

—No, no entiendo tanta insistencia. —gruño y Zeus se fue, Helena miró dónde el Dios había estado y comenzó a ordenar sus pequeños aposentos.













Al siguiente día Helena repitió su rutina diaria y al finalizar su primera parte del día se dirigió a buscar a su señora para esperar órdenes

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Al siguiente día Helena repitió su rutina diaria y al finalizar su primera parte del día se dirigió a buscar a su señora para esperar órdenes.

—¿Sabes el por que de tu nombre?—repitió la hermosa mujer, portaba un vestido muy revelador, con un precioso adorno en sus rubios cabellos, Helena sintió un poco de envidia.

—Por Helena de Troya.—Afrodita asintió,Helena sabía que le molestaba que ella llevará ese nombre.

—¿Sabes toda la historia?

—Se lo que cuentan todos—Afrodita la miró.

—A tu parecer, ¿Quién es la más hermosa? Se sincera.

—Me va a matar igual, pero la belleza no lo es todo mi señora, la belleza para los mortales como yo se acaba, pero la inteligencia perdura hasta que llega el día de partir al inframundo.

—Buena respuesta, todos me creen tonta por ser quién soy, pero aveces me canso de todo, solo busco consuelo y afectó.

—Su esposo la ama.

—Fui obligada a casarme con el querida, no porque veas una unión significa que haya amor.—suspiró —se que Zeus viene a mi palacio, no puedo negarme a que entre, pero Helena, ten cuidado con el, eres muy valiosa para Hefesto, y de algún modo para mi, fuiste entregada a mi siendo una niña, y te criaste como una más de mi "familia"—hizo comilla con sus dedos—ahora ve al jardín, prepara todo para el almuerzo, tendré visitas.

—Claro —hizo una pequeña reverencia y salió del salón.




















—Claro —hizo una pequeña reverencia y salió del salón

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Hagan fila para golpear a zeus por favor.



Les comento que mi cerebro borró las ideas que tenía para Blasfemia 😂 así que me tardaré en actualizar, por el momento, me concentrare en escribir esta historia, la de Aroha y de terminar de publicar Legend.

La Diosa De La Maldición © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora