Capítulo 11.

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El camino se estaba haciendo largo para Helena, el hijo de Ares iba a pasó rápido dificultando a Helena seguirlo

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El camino se estaba haciendo largo para Helena, el hijo de Ares iba a pasó rápido dificultando a Helena seguirlo.

—No deberías de estar aquí- dijo el y ella pudo reconocer esa voz.

—Lo se -suspiro caminando más rápido.—ya no tengo salida.

—Eso es obvio -corto el deteniendose— de aquí vas sola -ella suspiro viendo la enorme puerta que la separaba de Hera.

Hela tomo aire y se adentro al enorme Palacio, Hera estaba sentada en su trono con la cabeza en alto y la mirada sería, ella trago en seco e hizo una rápida pero bien hecha reverencia.

—Majestad, ¿deseaba verme?- Hera no se movió ante ello.

—Finalmente lograste entrar a mi família  - dijo causando que la piel de Helena se erizara— no fue con el idiota de mi esposo pero si con mi hijo,  eres tal y como pensé, una cualquiera-  Helena quiso gritarle y borrar aquella sonrisa de su rostro— pero ya es tarde para hacer algo, Zeus a bendecido su matrimonio y yo tengo que hacer lo igual -suspiro levantándose y entregando le un broche con un pavo real.

—Gracias -susurro ella admirando el broche.

—Equivoca te en algo y ese broche cruzará tu corazón  -Helena asintió temblorosa, una tercera voz hizo a Helena brincar del susto.

—¡Tú maldita malagradecida! -la voz de Afrodita se escuchó por todo el Palacio, detrás de ella venía Phobos quien se apresuro a detener la mano de su madre que iba  directo a Helena.— suelta me, le daré una lección a esta estúpida.

—No permitiré que le pongas una mano encima. -el tono amenazante de Phobos asusto a Helena la cual se encogió en su  lugar.

—¡Soy tu madre!

—Lo dejaste de ser cuando nos abandonaste con el-dijo con calma la personificación del  pánico.— ahora aleja te, vamos Helena -dijo el tomando del brazo a Helena y ambos salieron a pasó tranquilo del Palacio.

—¿Qué pasó ahí?

—Sabes la historia, te criaste con ella, te quiso mas a ti que a nosotros -gruño el dios.

—A mi no me quiso, a mi me uso de sirvienta, el único que me dio cariño ahí  fue Hefesto -suspiro deteniendose—  ¿Por que me ayudaste?

—Te iba a golpear.

—No hablo de eso.- lo vio suspirar.

—Ares es el peor -la mira- en cada batalla abusa de las viudas o de las mujeres que encuentra en su camino, a nosotros nos dice que lo hagamos, pero no, no somos el, no estamos de acuerdo con eso, todas son inocentes y no merecen eso, deben de ser respetadas y no se les debe de arrebatar su inocencia y en caso de no ser lo, no es no querida -se acerca- no mereces eso, no mereces estar unida a un monstruo y menos que Zeus abuse de ti, si esta en mis manos ayudarte lo haré, solo no te enamores de Ares.

La Diosa De La Maldición © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora