Capítulo 1.

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Hace algunos siglos una hermosa mujer de delicada piel y facciones hermosas dio a luz a una niña, hija del pecado, fue maldecida por el odio de una mujer a otra, sabiendo que ella fue solo una víctima más.

Su belleza solo traería mala suerte y desgracias para ella y todo aquél que estuviera cerca, pero nadie lo sabía.

O si...







[...]

La mujer dejo a la niña en la puerta de la hermosa casa, sabía que ella cuidaria de su pequeña, o al menos quiso pensarlo

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La mujer dejo a la niña en la puerta de la hermosa casa, sabía que ella cuidaria de su pequeña, o al menos quiso pensarlo.

Por años la pequeña creció rodeada de lujos hasta que llegó a su amada adolescencia, la Diosa comenzó a tratarla como su sirvienta y los maltratos llegaron con ello.

Podrían venerarlos y decir que eran grandes, pero las paredes en sus grandes templos y mansiones se de velaba su verdadera personalidad, cruel e injusta.







22 años después.

—Helena tendré visita está noche, ve a servir a Hera-dijo Afrodita

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—Helena tendré visita está noche, ve a servir a Hera-dijo Afrodita.

—Si mi señora-dijo la joven, ella salió con pesadez del hogar de la Diosa, no quería ir a ayudar a Hera, pues su flamante esposo y Dios de dioses era una pesadilla.

Camino a paso lento hasta dónde estaba la mayor de los dioses, esta le dedicó una mirada indiferente y le ordenó ir a arreglar sus aposentos, ella no entendía el porque, si estos siempre se mantenían limpiós y ordenados.

Al caer la tardé Hera dijo que iría a hacer algunas cosas, ella supuso que ir a molestar a alguna de las amantes de su esposo, ella se quedó sola limpiamos los grandes aposentos de la Diosa, concentrada limpiando sus zapatos hasta que sintió una respiración en su nuca y cuando giró estaba el ahí.

—Al fin solos-mencionó el Dios.

—Si me disculpa, tengo cosas que hacer-dijo ella poniéndose de pié, este sostuvo su muñeca con fuerza.

—Lo deseas.-acarició su cintura y Helena trato de alejarse- no te resistas o será peor-beso su cuello y la rubia siguió forcejeando hasta que la voz furiosa de Hera se escuchó.

—¡Esto es el colmo!-grito furiosa- metes a tu amante en mis aposentos-jaló del cabello a Helena la cuál solo bajo la mirada.

—No te metas en mis asuntos-mencionó Zeus viéndo aún a Helena.

—Lo hago, porque soy tu esposa y estan en mis aposentos-gritó y saco a Helena a arrastras de su casa, la rubia soltó un pequeño sollozo y corrió hacía su pequeña casa en espera de Afrodita o de que Hera llegará a matarla.

Horas después los gritos de Afrodita se escucharon, ella corrió hacía dónde ella y esperó sus órdenes pero esta solo le dedicó una mirada de despreció.

—Todos hablan de la nueva amante de Zeus-la miró - puse mi confianza en ti y tu fuiste y te acostaste con el, eres una fácil.

—Yo n...-Afrodita alzó la mano.

—cállate cuándo hablo, si te tengo aquí es porque Hefesto te tiene confianza y solo así me puedo deshacer de el por algunas horas, pero escucho más rumores y yo misma dejo que Hera te mate-ella solo asintió -ahora largo, Hefesto está por venir.

Helena estaba en el jardín esperando a que Afrodita llamará por ella, las demás que la servían se iban, pues temían pasar mucho tiempo junto a la diosa.

—He escuchado los rumores-dijo la voz rasposa de Hefesto, Helena se puso de pié pero este negó-y creó en ti.

—¿Por que?

—Porque de todos en éste lugar, tu eres la más pura, no dejes que Zeus te de mala fama.

—El hará lo imposible por acabar conmigo.

—Aquí tienes un amigo-exclamó con una torcida sonrisa, la rubia se la regresó.

—Todos siempre me trataron como una esclava, solo usted no, gracias.

—Desde que Leto te entrego y dijo sobre el fallecimiento de tu madre, entendí cuán sola te ibas a sentir, yo me sentí así -murmuró viéndo a la nada.

Su madre, según dijo Leto, ella había muerto, Leto la había encontrado en el momento perfecto antes de ser devorada por alguna criatura.

Tuvo suerte, eso jamás, prefería haber sido devorada ese día y no sufrir los crueles tratos de los dioses.

Tal vez la vida estaba destinada a ser cruel con ella, la mala suerte que poseía era sinónimo de que así sería.
























Tal vez la vida estaba destinada a ser cruel con ella, la mala suerte que poseía era sinónimo de que así sería

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Esperó les guste y dejen sus opiniones sobre el capítulo.

La Diosa De La Maldición © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora