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Un chico de cabello oscuro, ojos azul intenso y piel blanca como la leche nos miraba tímidamente. Era bastante más alto que yo; delgado, con aspecto bastante inocente. Una pequeña sonrisa se deslizó en sus labios rojos. Lucía como un pequeño niño asustado, inocente pero bastante atractivo.

—Hola —dijo Lizeth, sonriéndole abiertamente. Pero pude notar su postura defensiva.

Lizeth era una chica amable siempre, sin embargo, nunca perdía oportunidad para alejar a los chicos que querían merodearla. Amaba a Erick con toda su alma y estaba segura de que era capaz de decir que estaba casada sólo para no tener que soportar las insinuaciones de algunos.

—Soy Diego —dijo el chico, metiendo las manos dentro de los bolsillos de su pantalón.

Lizeth abrió la boca para responder, pero yo la corté diciendo—: Soy _____ y ella es Lizet.

Diego me miró, sonriendo con un poco de confianza. Se rascó la cabeza, nerviosamente, y yo casi me sentí mal por su incomodidad.

—Gracias a Dios que no me han pedido que me vaya, ¿He sido muy extraño?, no estoy acostumbrado a estas cosas. Debería estar estudiando para mi examen del lunes, pero me han traído a la fuerza —dijo, ruborizándose por completo. —. Y para terminar de adornar mi noche, no encuentro a nadie de las personas con las que he venido.

Lizeth sonrió amablemente y yo me mordí el labio inferior antes de responder —A mí también me han embaucado. —señalé a Lizeth.

— ¡Oh, vamos!, ¡No está mal tener un poco de diversión de vez en cuando! —se quejó ella.

Diego rio suavemente del gesto indignado de Lizeth. —Escucha... —se aclaró la garganta. —, también he venido porque... ehh... Me preguntaba si quisieras bailar.

Lizeth y yo nos quedamos mudas. Yo intentaba disimular mi sonrisa burlona. Lizeth odiaba rechazar a chicos tan amables.

—Oh, Dios mío, Diego. Es muy dulce de tu parte, pero tengo novio. —dijo Lizeth, haciendo una mueca de disculpa.

Diego abrió mucho los ojos y se ruborizó por completo. Se pasó una mano por el cabello antes de mirar a Lizeth y decir—: Se lo preguntaba a tu amiga.

Lizeth abrió los ojos como platos y yo me congelé en mi lugar, intentando procesar lo que estaba pasando. ¿Aquel chico me había preferido sobre la hermosa y perfecta Lizeth Edwards?, era evidente que ése chico necesitaba una visita al oculista. Yo no era ni siquiera la mitad de bonita que Lizeth y él, definitivamente, entraba en la categoría de "ChicosQueNuncaPodréTener" de mi lista.

— ¡Oh!, ¡Oh, Dios!, ¡Lo siento! —chilló Lizeth, ruborizándose por completo.

Diego bajó la mirada al suelo y negó con la cabeza diciendo—: Descuida. Yo... Yo no fui claro. —Su mirada se alzó para encararme y preguntó —: ¿Bailas conmigo?

Yo me mordí el labio inferior. No me sentía lista para salir con nadie, pero Lizeth me incitó con la mirada. ¿Qué tenía de malo un baile?, no era como si fuera a comprometerme con él de alguna manera sólo por bailar con él...

—Está bien —dije, reprimiendo una sonrisa.

Diego tomó mi mano firmemente y me guio a la pista de baile improvisada y yo callé a la voz que me gritaba que estaba actuando mal. Sólo era un baile. Joel salía con otra persona, ¿Por qué habría yo de detenerme de bailar con un chico que me lo ha pedido?...

Una canción conocida para mis oídos resonó por las bocinas del DJ. Era "Treasure" de Bruno Mars. Diego se deslizó un poco como si estuviera bailando swing, haciéndome sonreír. Yo imité su paso antes de que él comenzara a balancearse al ritmo de la música, haciendo alarde de algunos pasos que yo había visto en algún video de Michael Jackson.

Though You Can See Me- Joel Pimentel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora