BRAVEHEART

XII. Bésame mucho

Advertencia: Contenido para mayores de 18 años, leer bajo su precaución.

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Curiosamente aquella mañana amaneció con más energía de lo normal, sus ánimos se encontraban por los cielos sin imaginar el altercado al que tendría que enfrentar en un par de horas más adelante.

Para mayor de sus asombros su día iniciaba de la mejor manera al encontrarse con semejante detalle a un lado de su buró de cabecera; un libro de portada negra con grandes letras en tonos dorados donde recitaban "Principios de la ciencia mecánica", sin duda alguna la emoción que la invadió al ver el ejemplar la llenó de curiosidad por avorazarse del interesante contenido que ya amenazaba el titulo de lo que acercaba la temática, no obstante su interés se fijó con mayor asombro al encontrar una pequeña nota sobre la portada del mismo, donde con una fina letra labrada en tinta azabache residía:"Al parecer si tenemos gustos en común, mujer." No era necesario adivinar de quien se trataba del dueño de aquella fina caligrafía, solamente existía una sola persona con la cual sus gustos comenzaban a coincidir, y era el mismo dueño de la razón por la cual su sonrisa se veía llena de jubillo esa mañana.

No pudo evitar como se formo un vuelco en su corazón al ver que Vegeta le estaba dando un detalle como ese, pero ¿Con que afán? Recordó la conversación que tuvieron en la noche y su cuerpo reaccionó al instante en apodarse de una oleada de calor provocando que sus mejillas blanquecinas se tornaran en ese encantador toque carmín, recordó su promesa que él le hizo, que no dejaría que Broly le hiciera más daño, y por consiguiente, una corriente eléctrica atravesó desde la punta de su pie hasta la fibra más sensible de su cuerpo al remembrar el fervor de sus que causaban sus apasionados besos ¡Por Dios santo! No era bien visto que una señorita pensara en cosas injuriosas como esas, pero desde que había probado el Edén en la boca del príncipe constantemente sus sueños le arrojaban pensamientos nada propios para una dama, donde él era el protagonista de tal pasión desembocada.

Todo le resultaba nuevo y extraño para la princesa, jamás imaginó que desde que se sinceró con el príncipe las cosas tomaran un tinte muy distinto al inicial en como la trataba, incluso esperó alguna de sus peores respuestas al enterarse de su escapada con Lunch y Raditz a aquella verbena ¿Y qué ocurrió? Obtuvo una marea de deliciosos besos que quedaron impregnados en sus labios. ¿Sería que tal vez Vegeta tuviera cierta consideración con ella? Una sonrisa boba se instaló en su rostro e inmediatamente se sintió estúpida por reaccionar ante ese modo ¿Cómo podía ser de esa manera? ¿Imaginar que el príncipe pudiera sentir algún tipo de afecto hacia ella? No, eso era mucho pedir, el comportamiento del hombre se debía solamente por puro interés, donde ambos tenían el mismo motivo en común, terminar con Broly.

Pero a pesar de todas sus negativas no podía obviar el hecho de sentirse alagada ante un detalle como ese y más proviniendo de ese petulante hombre, nunca se dio cuenta cuando el moreno ingresó de nuevo a su alcoba para dejar el libro, supuso que debió haber sido muy temprano.

Las inminentes ganas por agradecerle tal gesto la invadieron a sobre manera, quería hacerle saber en persona que su gesto era demasiado halagador ¿Y cómo no serlo? Siendo muy detallista, el hombre le había puesto demasiada atención en su última charla sobre sus peculiares gustos por lo que una sensación extrañaba nacía en el pecho de la peli azul, una sensación desconocida para ella pero que a la vez le causaba cierta emoción.

Decidida, se arregló lo más rápido de lo normal, portando el usual traje de la servidumbre del castillo; el típico vestido de manta blanca, con corte circular en la parte superior del pecho y su corsé ajustado a su estrecha cintura en tonos azules con detalles dorados, donde destacaba el emblema de la familia real.