treinta y dos

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El pecado capital caminaba entre los árboles lentamente escuchando las hojas tronar debajo de él. Su existencia se sentía débil, pero extrañamente se sentía poderoso, saber que pronto sería a él quien mencionaran con temor le excitaba haciéndole sonreír con tan solo pensarlo.

—Dichosos mis ojos que se deleitan al ver la más hermosa sonrisa —escuchó una voz a su costado.

Doyoung lo volteó a ver y cambió su sonrisa de una traviesa a una "pura", diría Jaehyun sacándole una carcajada sarcástica al demonio.

— ¿Ser poético es uno de los requisitos para ser cupido? —preguntó Doyoung deteniendo su paso viendo como el otro de acercaba a él.

—Es un extra —respondió sonriendo encogiendo los hombros.

Una vez se tuvieron frente a frente sonriendo como idiotas, no dudaron en compartir sus sentimientos prestándose sus labios para saborearlos en un beso pecaminoso con sus manos buscando el cuerpo del otro hasta sentir sus esencias mezclándose.

—Estás mucho más débil que ayer —dijo Jaehyun cuando se separó del beso.

—Mantener esta forma consume un poco de cantidad de esencia —respondió suavemente.

— ¿Y por qué no muestras tu verdadero tú? Esa imagen que tienes tan bella que eres la envidia de los ángeles —

Doyoung sonrió y se alejó sin dejar de mirar a su amante para rodearse de niebla gris deshaciéndose de sus aspectos humanos dejando que sus ojos se tintaran de negro, sus colmillos se afilaron sin estirarse dejando una cómoda sensación en su boca, el área cerca de sus ojos se pintó de negro difuminándose con el color de la piel de la cual se había adueñado.

—No hay palabra que pueda describir tu belleza —habló Jaehyun admirando lo que estaba frente a él.

Los libros mentían, no todos los demonios eran criaturas horribles con cuernos y colas rojas, muchos eran preciosos, hermosos, dignos de tener su propia escultura. La belleza era perfecta para esconder sus malas intenciones dándole un paso libre para realizar sus travesuras.

—Me adoras demasiado, cuidado que podría llevarte al infierno a hacerme compañía antes de lo pensado —dijo Doyoung acercándose nuevamente a él — ¿Hiciste lo que te pedí?

—Sin fallar, todo estará listo para cuando me lo órdenes —respondió orgulloso.

—Serás mi mano derecha, me aseguraré de que todos se hinquen ante ti sin cuestionar tu autoridad —

—Solo deseo estar a tu lado —

Estuvieron años sin tenerse cerca, sin sentir la esencia del otro, por eso se adoraban cada vez que estaban presentes frente al otro. Cada una de sus palabras tenían significado, ninguna salía solo para erguir las orejas del perceptor, estaban ahí para hacerles sentir que tenían un corazón aunque fuera casi imposible estando muertos.

—Ahora que puedo concentrarme en ti, siento cierta agitación en tu esencia —habló Doyoung — ¿Hay algo que te esté molestando?

Jaehyun lo miró dejando de sonreír para ahora verse un poco triste con los costados de su boca un poco caídos.

—Me temo que Taeyong ha estado pensando tanto que está abriendo el candado de su memoria —

—Yoonoh...—respondió llamándole por su verdadero nombre

—Lo sé, créeme que con solo decírtelo me calma un poco —dijo tocando su pecho volviendo a sonreír —Siempre supe que algún día lo recordaría todo, pero no pensé que fuera tan pronto.

please, angel «markhyuck»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora