Cuando Yangyang se dio cuenta de que tenía una habilidad aún era muy pequeño como entender que no era algo normal. Supo que había sido un error decirle a su mamá que veía cosas que no se suponían que debían estar ahí.
Después de decirle a su madre de las cosas que veía fue ingresado a un internado donde la palabra de Dios iba sobre sus necesidades y más que nada, salud mental.
"Te irás al infierno" fue una oración que dejó de tener significado para él cuando llegó a los 10 años, desde su madre hasta las propias monjas se lo repetían cada vez que se negaba a juntar sus manos para rezarle a alguien que le había dado una mala vida con una maldición. Los domingos solo se sentaba hasta la última de las bancas mientras la misa era predicada por un señor que había visto tomar dinero a escondidas de las "ofrendas".
—Mamá, no me gusta escuchar lo que dicen —escuchó una voz de un niño a lado de él ganándose su atención
Un pequeño aproximadamente de su misma edad jaloneaba para soltarse del agarre de su madre en su camisa.
—Hendery, si no escuchas y oras, el diablo te va a llevar —amenazó su madre sacándole una risa a Yangyang.
Tanto como la madre como el niño voltearon a verle con curiosidad.
— ¿Qué te da risa, niño? Dios te va a castigar por escuchar conversaciones ajenas —
— ¿También por eso? —preguntó insolentemente.
Con tan solo esas palabras se había ganado la confianza de aquel niño frente a él que pronto descubrió que era mayor y que tenía una habilidad similar a la de él. Todos los domingos se veían fuera de la escuela junto con el amigo de Hendery llamado Xiaojun y solo se dedicaban a jugar y hablar con las almas que los rodeaban.
— ¿Cuándo saldrás del internado? —preguntó el chico con 16 años recién cumplidos.
—No lo sé, siguen llamándome hijo del diablo e incluso una vez intentaron hacerme un exorcismo —dijo Yangyang mirando el pasto.
—Dejun y yo te ayudaremos a salir —habló emocionado Hendery.
—Creo que no es muy difícil, solo debes fingir que te volviste católico y que le eres fiel a Dios o no sé —dijo Xiaojun —Hazles caso en todo lo que te digan, no debe ser muy difícil.
—Mi mamá dejó de molestarme cuando le dije que leería la biblia —confesó Hendery —Cuando dejé de hablarles, ella lo único que me decía era que le debía rezar a Dios, lo hice frente a ella y comenzó a dejar de decir cosas malas de mí.
Yangyang escuchaba con atención lo que decían sus amigos, la verdad es que él ya quería dejar el internado, escuchar tanto de personas que nunca había visto era frustrante y decían tantas cosas sin lógica que le era imposible creer.
—Está bien, solo lo haré porque quiero ir con ustedes a los bosques de los que siempre están hablando —
— ¡Haré una lista de todo lo que debemos hacer juntos cuando salgas de aquí! —dijo emocionado Hendery
Su amor y lealtad residía en esas dos personas que siempre estuvieron a su lado y que le entendieron desde que se conocieron, por eso estar varado en el limbo era torturador. Podía escuchar lo que decían sus amigos, sentía las lágrimas de ellos caer sobre su pecho y sentir todo el dolor en el agarre, pero no podía salir de ahí, al menos no solo.
—Así que tú eres el que me guiará hacia mi compañero —escuchó una voz detrás de él.
En todo el tiempo que había estado en ese lugar donde solo había paredes blancas nunca había visto a alguien más. Ahora un hombre con una túnica café se posaba frente a él.
— ¿Quién eres? —preguntó sin alterarse.
—Soy un ángel de la muerte, Taeil —se presentó.
Yangyang tragó duro, si un ángel de la muerte estaba con él no debían ser buenas noticias.
— ¿Moriré? —preguntó sin miedo.
—Aún no, mi libro no lo marca —respondió —Vengo a sacarte de aquí, ya hiciste un buen trabajo.
— ¿Cómo harás eso? La mitad de mi alma está atada a alguien que nunca he visto —
—Pero yo sí —dijo acercándose —Al sacarte de aquí, deberás romper lazo con todo que no sea mundano, por tu bien y el de tus amigos.
A pesar de que lo había dicho muy seriamente, no sonaba como una amenaza. La apariencia del ángel de la muerte era suave al igual que su manera de hablar.
—Aprecio tu preocupación pero lamentablemente nací con unos ojos que me permiten ver más allá de lo que quiero —
—Lamentable, pero deberías apreciarlo —dijo sonriendo —Ver más allá significa tener más conocimiento, y por lo que veo, no estás llenándote los bolsillos por tu don.
Yangyang lo miró y le sonrió de vuelta
—Te regresaré con tus amigos, como muestra de gratitud me aseguraré de que cuando mueras, tengas un viaje pacifico —dijo
Yangyang solo sonrió incómodo y asintió sintiendo el suave toque del ángel de la muerte en su hombro haciéndolo dormir.
~ ~ ~
Ser el próximo rey del infierno era algo que enorgullecía a Doyoung, había trabajado muy duro para obtener esa postulación y el resto de los pecados parecían estar de acuerdo. No renunciaría ese lugar por nada, desde que el apareció en el inframundo sabía que su destino era ser aquel al que todos le temían de tan solo escuchar.
Quería ver como las personas decían su nombre con temor mientras contaban historias de terror.
Había arrancado alas de incontables ángeles, robado pureza de millones de bebés, poseído a débiles humanos y había sido causa de traiciones al cielo. Y estaba orgulloso. Nadie lo estaba haciendo como él hasta que vio a aquel cupido de sonrisa con hoyuelos. Tocando los hombros de las personas despertando sentimientos amorosos sin que se dieran cuenta, haciendo que sientan lo que es el cariño con una sonrisa en el rostro. Lo odió, porque él sintió lo mismo por él sin que lo tocara.
Como demonio, pensó que no debería sentir emociones y mucho menos sentirse atraído por alguien. Pero el aura de pureza y las expresiones que nunca parecían caer de aquel ángel le habían descongelado el corazón demoniaco que tenía. El sentimiento siempre fue recíproco pero invisible, solo había intercambio de miradas y cierto intercambio de palabras, pero el ángel era demasiado leal a su naturaleza y Doyoung sabía que no estaba dispuesto a traicionarla, pero eso no impidió que se lo pidiera.
Por eso cuando fue rechazado intentó olvidar todo sentimiento bueno que le hizo sentir, causó desastres e incontables almas fueron consumidas por el dándole fuerza a sus alas y a sus habilidades, sus uñas se vieron teñidas de sangre cuando de cuerpos humanos se apoderó. Pero su furia se detuvo cuando decidió apiadarse del ángel desterrado junto con su protegido dándoles la bienvenida al infierno, comenzó a trabajar con las almas pecadoras y logro enternecerse por ellas, la mayoría de ellos estaban ahí por razones injustas.
Su promesa de protegerlos seguía en pie incluso si eso significaba renunciar al trono.
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disculpas por tardar en actualizar pero estoy a punto de la suicidasión.
intentó mantenerme al 100 en la escuela pero les juro que lo único que escucho de los maestros es "mátate" alch
la historia está proxima a estar en el climax y para eso quiero estoy re concentrada para no olvidar ni un detalle, realmente quiero que quedé como lo pensé desde que la inicié. trataré de actualizar más seguido y con mejores capítulos, seguiré la técnica de naruto y meteré relleno sobre cosas personales de los personajes principales.
eso es todo por hoy, nos leemos luego <3
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please, angel «markhyuck»
Fiksi Penggemar"por favor, ángel, no escuches al cielo ni al infierno, escúchame a mi, el amor de tu vida" Donghyuck es un alma pecadora entrenando en la tierra para poder ser demonio. Mark es un querubín en la tierra para poder ascender a ángel. Habrá una pelea...