treinta y siete

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—Kun-ge, no estoy seguro de hacia dónde vamos pero mi esencia aún no es suficiente como para recorres largas distancias —comentó sentándose sobre una gran roca adornando en la montaña.

—Lo siento, Renjun. Pero estamos muy cerca —respondió tomando su mano y regalándole un poco de energía.

— ¿Hacia dónde vamos? —preguntó —¿Cuál es el plan ahora que me has sacado del cielo?

Kun aún no le comentaba nada a Renjun sobre la transformación. Temía que el querubín le rechazara y decidiera quedarse en el cielo donde seguiría siendo explotado hasta que dé su último respiro.

—Renjun, ¿regresaría al cielo? —preguntó mirándole a los ojos.

El menor solo le miró confundido sin entender realmente la pregunta.

— ¿Ahora? —

—Si tuvieras la oportunidad de dejar el cielo para siempre pero sacrificando tu pureza, ¿la aceptarías? —

—Yo realmente no estoy entendiendo sus preguntas, Kun-ge —respondió —Pero no creo que yo pueda regresar a un lugar en donde solo me ven como un fruto para exprimir.

—Renjun, no creo ser muy diferente a las personas que se aprovecharon de ti —confesó avergonzado —He tomado decisiones por ti antes de siquiera consultarlo contigo.

El querubín solo continuaba mirándolo sin expresión, su agarre no se había desecho.

—Renjun seré desterrado del cielo, o al menos eso es lo que pienso. He roto gran número de reglas y cuando los celestiales lo descubran, seré castigado —

—Sacarme del cielo ha sido una de esas, ¿verdad? —

Kun asintió y tomó aire para relajar sus pensamientos que se estaban desorganizando.

—He hecho un trato con Leviatán —

Renjun se sorprendió pero pareció esconderlo bien porque no sacudió ni un musculo. Solo su respiración se entrecortó por un segundo.

—He puesto tu pureza en juego para poder sacarte del cielo —continuó —Decidí que vivirías mejor siendo un ser infernal, bajo el mando de Leviatán.

—¡¿Eh?! —no pudo evitar sonar agitado —¿Viviré en el infierno? ¿Con los pecadores, las almas perdidas?

—Renjun, escucha —

—Kun-ge, confío en usted pero sus decisiones no parecen ser buenas en este momento —habló levantándose —Seré un ángel caído, usted será la razón de mi destierro al infierno.

—Renjun —

— ¿Así que tú eres, Renjun? —habló una tercera voz acercándose.

Túnica gris, un ángel de la muerte. Reconoció Renjun.

—Pareces agitado, ¿todo bien? —preguntó colocándose a la derecha de los ángeles.

—Yo... —intentó hablar pero seguía en shock por la noticia.

—Comprendo la situación y tu reacción, estás en todo tu derecho para cuestionar las decisiones de tu superior —habló — Tal vez no es la correcta.

Renjun frunció, ¿no se supone que estaba ahí para hacerle aceptar y pacificarse con el arcángel?

—Pero es la mejor. Soy Taeil, un ángel de la muerte, en vida y muerte he tenido que tomar decisiones que no parecen correctas y que han traído grandes consecuencias, pero no me arrepiento de ninguna de ellas —argumentó —Una de ellas ha sido si debería ayudarle al arcángel Kun con su escape del cielo junto con un querubín.

please, angel «markhyuck»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora