treinta y seis

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—Tus consejos fueron buenos, Taeyong hyung me felicitó —habló el querubín sentado en el pasto alejado de la casa del demonio —No sabía que volar sería tan complicado.

—Y cuando crezcan tus alas tendrás que empezar desde cero porque el peso será diferente —añadió Donghyuck con una sonrisa.

Mark gruñó echándose hacia atrás recargándose en el árbol que les prestaba su sombra.

— ¿Tus alas tienen un límite? Me refiero a que tan largas pueden crecer —

Donghyuck se volteó y miró a sus tutores que tenían alas inmensas, casi median dos metros y su plumaje era negro y largo.

—La verdad no sé, nunca lo he pensado — contestó regresando la mirada al rostro de Mark.

— ¿Cómo son las alas de Doyoung... —preguntó aun dudando sobre cómo llamarlo —hyung?

—Las de hyung son realmente largas —contestó extendiendo sus brazos — Tan largas que se arrastran, no tienen plumaje. Parecen alas de murciélago.

— ¿Es normal eso, no tener plumaje? —

Donghyuck se acercó y le susurró al oído.

—Dicen que fue castigado —

— ¿Castigado? —preguntó también susurrando.

—Es solo un rumor —respondió encogiendo los brazos —Pero si lo piensas bien, parece que fue un buen castigo. Sus alas son muy filosas, hacen ruido cuando vuela muy rápido. Como si cortara el aire.

Donghyuck hablaba con sus ojos brillando, se notaba la admiración que tenía por el demonio. Mark solo lo miraba escuchando con atención olvidándose que pronto sería su examen para ascender. Por ahora solo quería disfrutar de la compañía de Donghyuck que había pausado su entrenamiento solo para sentarse con él un rato y hablar de lo que hacía en su ausencia en la escuela.

Le había casi rogado a Jaehyun para que lo llevara con él, el otro solo se negaba diciendo que sería muy sospechoso que solo lo llevara a él y que iba a tener problemas con Taeyong pero al final lo logró convencer y ahora solo estaba un poco nervioso por la reacción de su tutor cuando llegue a casa.

— ¿No saben cuándo regresará? —preguntó Jaehyun a los demonios —Ya han pasado varios días.

—En tiempo mundano. En tiempo infernal él lleva ya unas cuantas semanas allá abajo —respondió Johnny —Está luchado por el trono, literalmente.

Ten le pegó en el costado por hacer una broma en un mal momento.

—Volverá pronto, es demasiado orgulloso como para perder contra sus propios hermanos —agregó Ten intentando tranquilizar al cupido.

— ¿Han sabido algo del arcángel Kun? No ha venido a entrenar —

—Si tú, un ángel, no sabe nada de su superior. ¿Cómo se supone que nosotros, demonios, sepamos algo? —preguntó Johnny en un tono pasivo-agresivo.

—Lo siento, supongo que es solo el nerviosismo no dejándome pensar con claridad —respondió disculpándose.

— ¿Nerviosismo de qué? El ritual no se planea hacer hasta que Doyoung llegue —preguntó Ten.

Jaehyun encogió sus hombros negando volteando a ver a los adolescentes platicando sentados entre las hojas caídas de los árboles.

—No lo sé, nervios inútiles —resopló —Será mejor que nos retiremos, Taeyong hará preguntas si llegamos tarde.

—Con cuidado —dijo Ten volteándose y entrando a la casa.

Jaehyun agradeció y se acercó a los chicos dejando a Johnny esperando a Donghyuck en el pórtico.

please, angel «markhyuck»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora