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Desperté por un pequeño ronquido en mi oreja, y Alex decía que el no roncaba. Me quedé viéndolo por un momento, estaba tan relajado, definitivamente era el hombre más guapo que había visto en mi vida, agradecía tanto que el llegara a esta, le di un pequeño beso en la frente, haciendo que se despertará.

-Mmm... ¿Por qué me despiertas?-dijo haciendo un puchero.

-Eres un flojo- dije riendo.

-Soy tu flojo, al que amas tanto,¿no es así? - dijo dándome un beso.

-Si jaja- dije dándole otro beso.

-Hay que dormir otro rato, porfavor - Dios esté hombre no se cansaba de dormir.

-No, hay que pararnos, quien sabe el relajo que quedó ayer de la fiesta, y no me gusta dejárselo todo a los empleados - iba a pararme, pero como siempre Alex no me dejo.

-No, siempre nos paramos temprano, hoy no, hoy quiero estar todo el día así contigo -

-Pero... - no me dejo terminar.

-Pero nada, ahora duerme - me apretó aun más fuerte de la cintura, y me pego más a él, no se en que momento me volví a quedar dormida...

-! Lucía! - me desperté de un brinco.

-! JODER!! Miranda!,¿Qué demonios te pasa? -

-Perdón, no sabía que estaban dormidos, además no me culpes, ayer ya no te encontré en toda la maldita noche, estaba preocupada. Pero, ya veo por qué eh! -

-¿Qué pasa? - dijo Alex despertandose.¿Cómo era posible que no se hubiera despertado con los gritos?, vaya que este hombre tiene el sueño pesado.

-Nada, solo quería ver si mi hermana se encontraba bien, y veo que se encuentra de maravilla--dijo con una sonrisa.

-Mensa, ya viste que estoy bien, ahora vete - dije haciéndole señas con la mano de que se fuera.

-Ash, esta bien, los dejaré seguir. -

-Bueno ahora si señor flojo, a pararse -

-Esta bien, pero nos bañamos juntos -

-Aja si, por supuesto que no-

-Andale, amor - dijo con un puchero.

-¿Amor? - dije arquea do una ceja.

-Si, tú eres mi amor--dijo y me dio un beso.

-Agh, esta bien vamos a bañarnos, anda-

Nos bañamos, y enseguida nos alistamos, así es, no deje que Alex hiciera algo indebido en la regadera.

Bajamos y recogimos algunos vasos tirados que se encontraban en el jardín, ayudamos a limpiar la casa, y después nos pusimos a comer.

Ya eran las 4 de la tarde, así que me puse a ver películas con Alex, era realmente hermoso el poder estar así con él, deseaba que así fuera siempre, que el no fuera mi guardaespaldas ante los demás, si no que todos supieran que el y yo eramos algo más, muchas personas ya lo sabían, pero en secreto.

Alex comenzó a hacerme cosquillas, para después comenzar a besar mi cuello.

-Alex, para porfavor - dije riendo.

-Eres la mujer más hermosa de este mundo Lucía - dijo y me seguía besando.

-Ah si, pues hace unos momentos babeabas por la chica de la pelicula -

-Mmm no, tú eres mucho más hermosa que ella - dijo y me dio un beso.

-Lo sé - dije riendo.

-Te amo- dijo mirándome a los ojos.

-Yo también te amo-dije acariciando su mejilla. Comenzamos a besarnos, el beso cada vez se intensificaba más, pero no todo podía ir bien.

-Holaa!!, primitas,! Ya llegue! - así es, esa era la horrible voz de mi prima.

Alex y yo nos separamos inmediatamente, aunque era notorio que algo había pasado, ya que nuestros labios estaban rojos e inchados.

-¿Qué estaban haciendo - dijo Alondra cruzandose de brazos.

-Viendo películas - dije sin mirarla.

-Y desde cuando ves películas con los empleados -

-Desde que se me da la gana, ¿ok? - Alondra siempre lograba sacarme de mis casillas muy fácilmente.

-Si mis tíos se enterarán que te gusta coquetear con tu guardaespaldas... - no la deje terminar.

-Mira primita, te informo que yo no estoy coqueteando con nadie, así que porque mejor no te vas, y dejas de estar molestandome-

- Agh, siempre tan amargada - dijo y se fue, no se a donde.

-Hey, amor tranquila, no dejes que tu prima arruine tu noche - dijo Alex abrazándome.

-Es que, agh, Alondra siempre me saca fácilmente de mis casillas - dije recargando mi cabeza en su pecho.

-Bueno, pero ya se fue, ahora que te parece si mejor nos vamos a acostar vale -  dije con una hermosa sonrisa.

-Vale - le di un beso rápido en los labios y subimos a mi habitación.

Entré al baño a cambiarme, pero de momento mi celular empezó a vribrar. Lo desbloquee, y había algunos mensajes de un número desconocido.

"Hola hermosa"
"Me extrañaste"

Inmediatamente los ascos se hicieron presentes, era ese imbécil otra vez, las piernas comenzaron a temblarme, no sabía si decirle a Alex, yo le había prometido que cualquier cosa le avisaría, pero no sabía cómo reaccionaria, así que decidí que no le diría hasta saber como hacerlo.

Por alguna razón, me daba cosa dormir con Alex, los mensajes de ese hombre realmente me afectaban, pero trate de disimular lo más que pude.

-¿Estas bien? - preguntó Alex preocupado.

-Si yo, solo estoy cansada, si, estoy muy cansada - dije y me acoste dándole la espalda, el me abrazo, pero yo quite su mano, haciendo que frunciera el ceño.

-Perdón, es que tengo mucho calor, y me da mucho más si me abrazas -

-Esta bien, no te preocupes - dijo y me dio la espalda, me odiaba por tratarlo así, pero no podía evitar sentirme mal por esos mensajes. Se que estaba haciendo mal al no decirle, pero simplemente no sabía cómo hacerlo.

Mi Guardaespaldas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora