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Lucía.

Mis sentimientos por Alex no dejaban de crecer, pero sobre todo el deseo, no pude evitar correr aquella noche, Alex estaba siendo jodidamente tierno, y a la vez sexi, cosa que me prendía demasiado.

No pude evitar el no decirle Amor el día de la fiesta de Nico, ya que eso es lo que estaba siendo conmigo un amor de persona...

Lorie me pido permiso para llevarse a Shia y a Nico con Miri, cosa que se mi hizo algo rara, pero le dije que si, se suponía que este fin de semana Alex trabajaba, así que no pasaría nada malo.

Eran las 5 de la tarde, y Lorie no volvía, me dispuse a lavar trastes, todo iba bien hasta que me sentí una respiración en mi cuello. Identifique el olor inmediatamente, quería alejarme, pero no podía...

-Perdón... - dijo Alex en mi oído - Perdón por haberle creído a tu madre y no verificar que lo que decía era verdad--

Comenzó a besar mi cuello, y a acariciar mi cintura, su mano bajó cada vez más, hasta llegar a mi fenididad paso su mano por debajo de mi pantalón, y mis pantis, comenzó a acariciar mi clitoris haciéndome gemir de placer , después con su otra mano paso a mis pechos, y cada vez queria más. Me volteó haciendo que quedará frente a él, los dos nos miramos a los ojos, y enseguida lo bese. El fue de mi cintura a mis nalgas, apreto estás con fuerza, y después me cargo. Me llevo a mi habitación y me dejo caer, le quite la playera, y el hizo lo mismo con mi blusa. Se puso encima de mi y me volvió a besar, continuó bajando por mi cuello, y después por mis pechos...

Siguió bajando cada vez más, hasta llegar a mi pantalón, comenzó a quitármelo junto con mis pantis, dejándome en puro sostén

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Siguió bajando cada vez más, hasta llegar a mi pantalón, comenzó a quitármelo junto con mis pantis, dejándome en puro sostén. Volvió a besarme, pero esta vez su mano bajó a mi feminidad, empezó a hacer movimientos circulares en mi clitoris, para después meterme un dedo. No podía contener mis gemidos. Después de unos segundos Alex volvió a bajar, para esta vez sustituir sus dedos por su lengua...

-Oh Dios - gemi.

-Shh relajate - dijo Alex viéndome a los ojos.

-Tú continua--dije agarrando su cabeza para que volviera a lo que estaba haciendo, el solo río y siguió.

Después de tener uno de los mejores orgasmos de mi vida. Alex se desnudo completamente, yo me quite el sostén, quedando así los dos desnudos...

Alex entró en mi en una fuerte embestida, entraba y salía cada vez con más fuerza, cosa que a mí me estaba encantando.

-Dios mío Lucía, eres preciosa - dijo Alex sobre mis labios. - Te amo - dijo para después darme un beso.

-Yo también te amo, nunca deje de hacerlo - Alex me miro con más intensidad, y aceleró las embestidas.

-Mmmm Alex... - gemia su nombre una y otra vez, al igual que el lo hacía. Después de unos minutos, los dos logramos llegar al orgasmo. Sentí un líquido caliente dentro de mi.

-Mierda -

-¿Qué pasa? - pregunta Alex confundido.

-No nos protegimos-

-¿No quieres tener otro hijo mío? -

-Claro que sí, pero no ahorita -

-Tranquila cariño, mañana compraremos la pastilla de día siguiente--dijo dándome un beso en los labios.

Alex se coloco al lado de mi, y yo aproveche para subirme en el.

-Oye si pesas eh-

-Mmm, no me importa - dije mientras le daba besos en el pecho, para luego pasar a su cuello. Me encantaba este hombre, su olor, sus besos, sus caricias, todo de él me encantaba.

-¿Quieres más? - dijo Alex con la voz ronca, sabía que estaba exitado, ya que su amiguito lo estaba delatando.

-Hay que aprovechar que los niños no están - dije y le mordí el lóbulo de su oreja, él solo gruñó de placer, cosa que a mí me encendió más.

Sin pensarlo dos veces me incorpore, dándole una vista perfecta de mi pechos, agarre a su amiguito, y me autopenetre, se sentía tan bien, coloque mis manos sobre sus pechos, y comencé a moverme de arriba a abajo.

Alex posó sus manos en mis pechos, para después besarlos, después agarro mis caderas ayudándome a que las embestidas fueran más rápidas, y fuertes.

Seguimos así por mucho tiempo, hasta que los dos estabamos terriblemente agotados.

-Siempre quise esto sabes, tener una familia contigo, hacerte elnor todas las noches, y decirte lo mucho que te amo--dijo Alex.

-Ahora podemos hacerlo amor, podemos tener más hijos, no más de dos aclaro, puedes decirme lo mucho que me amas, y hacerme el amor las veces que quieras--dije y le di un beso.

-Eso me encanta, pero también quiero otra cosa Lucía -

-¿Qué pasa? - pregunte frunciendo el ceño.

-Quiero que seas mi esposa - no pude evitar sonreír.

-A mi me encantaría ser tu esposa -

Alex se puso encima de mi y me beso. Esta vez no hubo nada más, solo besos, muchos besos, seguimos besándonos hasta que el aire nos faltó. Me sentía feliz, tenía una familia de nuevo, tenía a mis dos hijos, pero sobre todo al hombre que tanto amaba.

No se en que momento me quede profundamente dormida, pero lo que sí se, es lo hermoso que me la había pasado ese día...

Mi Guardaespaldas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora